Estábamos analizando las implicancias de ésta noticia que traía Página 12 de ayer, que nos cuenta que los sojeros están sentaditos arriba de los silos-bolsa, sin vender parte de la cosecha del poroto mágico de la cosecha anterior; a la espera de una devaluación que incremente exponencialmente sus ganancias.
Recordábamos el conflicto por las retenciones móviles, la trascendencia política (y económica) que siempre tuvo en el país la lucha por la apropiación de la renta agropecuaria (el hecho decisivo de nuestra configuración económica y en buena parte, social); y lo que había pasado al respecto en el primer peronismo, cuando funcionaba el Instituto Argentino Para la Promoción del Intercambio (IAPI); sin dudas una de las medidas más trascendentes de aquellos años, y que más antipatías le granjeó a Perón en ciertos sectores del poder en la Argentina.
En eso nos encontramos con éste post de Artemio (no podemos ocultar algo de bronca, porque nos ganó de mano), en el que trae la opinión de Federico Bernal sobre la remnta agraria, y a partir de lo cual el propio Artemio analiza la experiencia del IAPI en los años del primer peronismo.
A través del organismo el Estado ejercía un amplio control sobre el comercio exterior del país, en el que las exportaciones de productos primarios de origen agropecuario tenían una importancia trascedente en nuestras ventas al exterior; mayor incluso que la que tienen hoy.
Y a través de ése control se apropiaba de los excedentes de la renta agraria diferencial (antes acaparados por cuatro o cinco grandes trust exportadores, casi todos de capital extranjero), para transferirlos a otros sectores de la economía que aparecían entonces con creciente dinamismo (como la naciente industria liviana), financiar obras de infraestructura y reformas sociales, intervenir hacia el interior de la cadena de comercialización de la producción agrícola (sobre todo entonces la de cereales, en menor medida la de carnes) y administrar (en conjunto con el Banco Central recuperado para el Estado en su manejo pleno) las divisas y el tipo de cambio; de un modo consistente con el modelo de desarrollo de industrialización por sustitución de importaciones que se impulsaba.
Un instrumento decisivo, que marcó el punto más alto en nuestra historia de la intervención estatal en la economía, lesionando intereses muy consolidados; lo que valió el vilipendio de esos intereses y sus voceros, tanto como la crítica que -desde la izquierda- se la hacía al peronismo por no haber impulsado una reforma agraria, ni transformar radicalmente la estructura de la propiedad de la tierra.
Sin embargo, sólo con haber creado el IAPI (entre otras medidas, claro, como las reformas sociales en favor de los trabajadores), el peronismo se ganó los bombardeos de junio del 55', los fusilamientos del 56' y 18 años de proscripción; que dan la idea del odio de los que sentían que el Estado se metía en territorios que le estaban vedados.
Un instrumento decimos, y el IAPI era justamente eso: fruto de una circunstancia política puntual, de un proceso de cambio profundos que vivía el país, de un liderazgo excepcional como el de Perón y hasta de un clima de época (el de post guerra), proclive a mantener y aumentar los niveles de ingerencia del Estado en la economía en general, y en el comercio exterior en particular.
Tanto que fue posible plasmarlo en conceptos jurídicos en la reforma constitucional de 1949, en el famoso artículo 40; máxima expresión normativa del poder popular en la Argentina, tanto que también los libertadores hicieron tabla rasa con él (como con el odiado IAPI), apenas pudieron.
Las reticencias de los sojeros a liquidar su producción especulando con una devaluación que maximice su tasa de ganancias (y forzando de ese modo a que se produzca, desde luego) de la que da cuenta la nota de Página de ayer, es todo menos novedosa: hace ocho meses atrás dábamos cuenta en éste post de algo parecido, en un contexto también crítico porque el Estado necesitaba divisas para hacer frente a los pagos de la deuda externa.
Cosa que éste año representará una presión menor, pero por contrario imperio, es mayor la necesidad de recomponer las reservas del Banco Central, para hacer frente a los pagos de la deuda, y mantener el poder de fuego que hasta acá ha logrado disuadir varias corridas cambiarias -en el segmento formal- en procura de otra devaluación.
No faltaran por supuesto las críticas a la "soja-dependencia" del modelo kirchnerista, que son bastante obvias: el complejo sojero genera una inmensa cantidad de divisas al año, que en buena medida el fisco nacional capta vía las retenciones, que representan además un gravamen progresivo (afectando a sectores con tasas de ganancia considerables); en el contexto de un sistema tributario argentino que no se caracteriza precisamente por ser progresivo.
En la crítica que se le hace al kirchnerismo al respecto subyace una idea bastante tonta (o interesada), que supone que el Estado debería desaprovechar la oportunidad de captar parte de esa renta, y que quede en los bolsillos de los exportadores (los verdaderos beneficiarios de una eliminación o baja de retenciones); o reemplazar esos ingresos por otros impuestos (como Ganancias), progresivos también, pero de dudoso cobro en sectores altamente informalizados como el campo, y no necesariamente incompatibles con la percepción de derechos de exportación, que es lo que son las retenciones.
Siempre que uno apueste a un modelo de desarrollo económico integrado, y con capacidad de incluir socialmente.
Por otra parte el hecho de que el sector agropecuario sea uno de los principales (si no el principal) proveedor de divisas genuinas para el país originadas en el comercio exterior es una restricción histórica de nuestra economía que estaba presente (y como) en el primer peronismo: ése fue justamente el contexto en el cual Perón decidió crear el IAPI.
Que decir al respecto luego de décadas y políticas que tuvieron como efecto (si no como propósito deliberado) destruir tejido productivo especialmente en el sector industrial, aumentando la concentración económica y la extranjerización de vastas ramas de nuestra estructura productiva; disminuyendo en la misma (y drástica) proporción las capacidades del Estado para orientar la economía en función de los objetivos de desarrollo del conjunto.
Y respecto al oxígeno que aportan al fisco las retenciones sobre las exportaciones del complejo sojero, no es ocioso recordar lo dicho acá: parte de esos recursos se coparticipan a las provincias, para que éstas, sus municipios y comunas puedan realizar obra pública; y en muchas de ellas (como en Santa Fe, gobernada por una oposición como el socialismo, habitualmente alineado con los reclamos del "campo"), son el principal sostén de la inversión pública en infraestructura de esos gobiernos.
Las dificultades que plantea ahora la reticencia agrogarca a vender la producción almacenada (conducta por otra parte lógica desde la óptica puramente empresarial, claro que incompatible con el llanto perpetuo por el presunto quebranto del sector) hay que verlas entonces no sólo desde la óptica de los recursos que el fisco deja de percibir, sino de la estrategia global para que el Estado pueda administrar el tipo de cambio.
Una variable central en el desarrollo del modelo económico, y mucho más central en la puja política de ese mismo Estado (en éste caso gobernado por el kirchnerismo, pero el conflicto trasciente a éste gobierno) y los actores económicos que juegan roles políticos, y tienen peso y herramientas como para hacerlo, y hacerse sentir; mucho -pero muchísimo- más incluso, que las propias estructuras partidarias formales.
No se trata entonces de plantear acá que vuelva el IAPI, o que Cristina anuncie mañana que nacionalizó el comercio exterior, sin ninguna consideración al contexto político, las relaciones de fuerzas o las repercusiones de una medida de esas características.
Se trata de plantear la necesidad de que el sistema político en su conjunto (el oficialismo y al menos parte de la oposición, que responde a tradiciones que en teoría comparten la idea de un Estado activo y presente) discutan a futuro como generar nuevas herramientas para superar las limitadas con que cuenta hoy el Estado (un Estado "agusanado" como bien lo definía acá Baleno), para producir intervenciones más profundas y sutiles en ciertos nervios críticos de la estructura económica, como el comercio exterior y la disponibilidad de las divisas que genera.
20 comentarios:
Este se soluciona muy fácil, trayendo un impuesto existente en USA, y que ademas es muy cercano a otro existente en la Argentina, en USA existe el llamado impuesto sobre los bienes remanentes, o stocks, que debe liquidarse dos veces al año, y cuyo efecto son las famosas liquidaciones de liquidaciones, donde prendas de vestir se venden a veces por la cuarta parte o menos de los precios de vidriera, o como se hace actualmente, se vende a bolseros como Marshalls o Ross, que toman todos los stocks de prendas de vestir y los revenden a precios que rondan el 40% del precio original, existiendo hoy ambas alternativas a la vez.
Si nosotros tomamos el Impuesto a los Bienes Personales y lo extendemos a los bienes transables de la empresas, claramente stocks de mercaderías de cualquier tipo, no haciendo centro en los rurales, y exceptuando algunos casos particulares, la sola inspección visual autorizaría la liquidación sobre el bien supuesto, declarado o no, con lo que se les haría sumamente oneroso el mantener esos bienes, presionando sobre los mercados.
Nunca menos y abrazos
Estimado Norberto,
Hace algún tiempo que procuro no caer en el lugar común (yo lo llamo así) del: “es fácil”
Entiéndame, no es chicana ni critica a usted.
Creo que cuando usted dice: (“Esto se soluciona muy fácil, trayendo un impuesto existente en USA”) propone crear un impuesto similar, algo que es totalmente valido.
A continuación le doy dos ejemplos de mi conocimiento diletante sobre impuestos en USA.
- Todas las propinas se consideran ingresos sujetos a impuestos y por lo tanto están sujetos al impuesto federal por ingresos.
- Si tiene ganancias netas de u$s 400 o más del trabajo por cuenta propia, también tendrá que pagar impuestos sobre el trabajo (*) por cuenta propia. Este impuesto paga por sus beneficios bajo el sistema de Seguro Social que está disponible a las personas que trabajan por cuenta propia de la misma manera que está disponible para los asalariados que tienen impuestos retenidos de su paga.
No puedo dimensionar el descontento que puede provocar tomar las propinas como ganancias.
Sin embargo, en USA mientras el 1% más rico “gambetea” cualquier suba o impuesto nuevo, un mozo paga ganancias. Sino va preso. Así que en USA pagar impuestos no solo permite conservar la libertad, también conserva la integridad física.
Pregunto:
¿para mejorar la recaudación, no será más fácil meter preso a los que evaden? y/o quitarles todos los beneficios a los jueces que dictan cautelares para evadir y meterlos en cana junto con los que evaden.
También puedo agregar: meter en cana a los que “escondiendo dinero” en los sueldos de los directores, no pagan las utilidades de las acciones a un organismo de bienestar social.
Como usted puede ver termino por hacer tres propuestas que caen en el lugar común de creer que hacer eso es fácil.
Modificar las leyes que regulan el obro y la distribución de impuestos necesita de consenso nacional. Por ejemplo la ley de coparticipación,
(Puede buscar en este blog los bien documentados post sobre el tema).
Pero mientras tengamos una oposición que se ocupaba y preocupaba en crear
una falsa ley del 82% móvil que desfinanciaba al estado y devolvía las
acciones a los que mencione más arriba; o se ocupaba y preocupaba en hacer
remeras con la leyenda “No a la reforma”... Una propuesta de reforma que
hasta ahora nunca se formalizo... Estamos en una situación difícil. Y no
crea que la oposición no lo sabe; lo sabe y trabaja para que sea difícil.
Saludos.
(*) Aunque se trata de un impuesto que paga por - sus beneficios bajo el sistema de Seguro Social - no tienen ningún prurito en llamarlo:
- impuestos sobre el trabajo -
Imagine si aquí a alguien se le ocurriera crear un impuesto con esa denominación.
Estimado, este impuesto que no necesita ser creado sino extendido, no tiene sentido recaudatorio, es una presión sobre la innecesaria creación de stocks, aunque se lo pueda utilizar en de esa primera forma.
En cuanto al otro impuesto que menciona, es el Income Tax, y me ha tocado ver a camareros saliendo a perseguir a clientes que o dejaban un tip menor al 15% o directamente no lo dejaban, costumbre muy europea, dado que el IRS a sus ingresos salariales agregaban un porcentaje según el cargo entre todos los empleados, a un 15% precisamente, de la facturación total del negocio gastronómico, por eso he criticado mas de una vez a los que denominan esto como impuesto al trabajo cuando lo es a los ingresos.
Para evitar esas escenas, hoy en la mayoría, sino en todos, de los casos se incluye el tip dentro del ticket.
Nunca menos y abrazos
Todo esto basado en un dato fantasioso.
El stock remanente de soja, según datos oficiales, es de 1,2 millones de toneladas (era 1,50 MT a fines de Diciembre). Esdo es el 3% de la producción y no el 30% como dice P12 (qyue cuando hablan de agro en general dicen pavadas).
Todo el edificio argumental se derrumba.
Encima, si vemos la historia de la producción durante el IAPI, la consecuencia fue una dramática caída. Los niveles pre guerra recién se recuperaron en la segunda parte de la década del 60. Mientras tanto nuestros competidores casi habían duplicado la producción, dejando la Argentina como vendedor marginal 30 años más.
En resúmen, el IAPI nos transform´de segundo exportqdor mundial de trigo, a comedores de pan negro.
Se agradecen los aportes (todos, incluso el del tractorcito que detecta en la web la simple mención a que el campo pague algún impuesto). La historia del IAPI está contada por muchas voces, muchas interesadas, y el pan negro a lo mejor también tuvo que ver con que de tres campañas agrícolas (entre 1950 y 1952) se perdieron casi dos cosechas completas por la sequía, y aun entonces subsidió a los productores, pese a las pérdidas (se pueden ver los balances del organismo desde su creación a su disolución). Lo del pan negro es un argumento tan serio como los paseos de Perón en moto o la historia con Nelly Rivas. No estamos planteando que Mariano T comparta la idea por razones obvias, pero digamos las cosas como fueron. Y si bien es legítimo que el Estado trate de obtener recursos para cumplir sus funciones (lo cual también supone una discusión acerca de cuáles serían éstas, en la que obviamente Mariano T está en la vereda de enfrente a la nuestra), el post también apunta a discutir como fortalecer las herramientas con que cuenta el Estado para manejar el flujo de divisas, que no son un simple bien sino un recurso que termina siendo estratégico en el contexto económico general, siempre y más en el actual. Y las dudas sobre las existencias reales de stocks no vendidos, estimado Mariano T, provienen de la secular costumbre del sector de esconder cuanto produce y cuanto comercializa; entre otras cuestiones. Eso con la industria es más difícil que suceda, no imposible, claro.
Cuando se producía 5 veces lo que se consumía, una sequía nunca hubiera logrado que se comiera pan negro.(que tome cuenta Moreno, ya que desde 2008 tuvimos las dos peores siembras en 110 años).
En los primeros 3 años del IAPI, cayó un 30% el área sembrada
http://3.bp.blogspot.com/_eFOVpOyplT8/SbRBNJtwYnI/AAAAAAAAAVA/oag8DowNa5w/s400/CropperCapture%5B18%5D.Bmp
Eso sale de este artículo:
http://patriachacarera.blogspot.com.ar/2009/03/iapi-no-gracias.html
En 1952 Peron reculó en chancletas y el IAPI se dedicó a subsidiar al campo, en vez de sacarle, para subir la producción. Con eso vino su deficit monstruoso, y el inicio de la inflación en la Argentina.
Si llegara a haber soja escondida (lo dudo), más vale que con estos aprietes no la van a encontrar, y mucho menos se va a comercializar, porque desde la DJ del 30/10 solo se puede cargar lo declarado.
Si el problema es el flujo de divisas, solo hay que sacar estadísticas de venta, como siempre hizo el BCRA, y estar prevenidos, para algo estan las reservas como colchón.
Acá pongo sugerencias para que la venta sea más fluída:
http://patriachacarera.blogspot.com.ar/2013/02/especulacion-con-soja-o-simple-histeria.html
Ay MJarianote, no hay caso con vos, te tendemos la mano y la mordés. En esos tiempos que vos añorás, la cosa era al revés. se consumí la quinta parte de lo que se producía, porque al hambre y la miseria de los argentinos (muchos recazados por famélicos del servicio militar) se lo llamaba "saldos exportables", cosa que se redujo cuando la gente (mirá que cosa) empezó a comer.
Y si ponés en una explicación que "dudás" que haya soja oculta, ya medio que pierde seriedad el resto de lo que decís, pero igual, gracias por ser como sos.
No. La población era mucho más chica, y la producción era mayor que la actual.
El consumo de harina per capita era mayor que el de ahora, pero eran otros hábitos alimenticios.
¿Eran otros hábitos alimenticios?, claro, comer cuatro o cinco días a la semana, dále.
Es cierto que además de las secas, se juntó compromisos adquiridos que hicieron que fuese necesario adoptar medidas de racionamiento de la harina blanca, pasandose a utilizar harina que hoy llamaríamos integral, y yo presencié eso. Sin embargo las elecciones de medio término las ganó ampliamente el Gral, por lo que los gorilas dieron el golpe.
Considero más interesante discutir el tema de impuesto sobre los stocks para las personas físicas y legales.
Nunca menos y abrazos.
www.elblogdelfusilado.blogspot.com ; ahi encontrarán dos posteos del 09/11/09 y 23/11/09 sobre la Junta Nacional de Granos, el IAPI y sus efectos sobre la economía nacional.
El Cro, Antonio espeta" y "Recuerdos de una política nacional"
Se comía más farináceos, legumbres y carne vacuna. Menos verduras y frutas. Mucha más azucar, menos huevos (un lujo salvo en el campo, como el pollo, el lechón o el pavo)
Los hábitos alimenticios cambian, no lo dude, y si bien no había lujos, en la Argentina se morfaba bien, salvo en las ciudades en las crisis, o en el NOA(eso no cambió).
Volviendo al IAPI, le anduvo bien al gobierno 3 años, cuando exprimió al chacarero. Después la superficie de siembra bajó un 30%, y hasta los chacareros chicos (que por congelamiento de desalojos ya no estaban obligados a solo sembrar, dedicaron una parte de la superficie a la ganadería (ganadería extensiva, cero gastos).
Como ya no hacían falta, le vendieron al IAPI los caballos que sobraban para las labranzas(cuya carne se exportó a la hambrienta Europa), que es lo que Peron no pudo hacer que se repongan cuando subieron los precios, ahí empezó, muy tibiamente, la tractorización.
Mientras tanto, en Europa, canada, Australia y EEUU se desarrollaba una revolución agrícola, con vigorosa mecanización, fertilizantes (acá no se usaron gran cosa hasta los 70, y masivamente hasta los 90), maíz híbrido, plaguicidas, etc. Nos pasaron por arriba en 10 años post guerra. Y ahí empezó, además de la inflación por el deficit, el stop and go por la falta de divisas("quien vio un dolar?")y los problemas de balanza externa. La fiesta había terminado.
Todo por el IAPI.
No me quiero imaginar que pasaría ahora, que con precios record y 100 millones de toneladas esta el BCRA buscando dólares debajo de la alfombra, y jodiendo por el último puchito de soja que queda.
Pequeños chacareros propietarios gracias a las leyes de colonización del primer peronismo, que los había sacado de su condición de aparceros y arrendatarios en grandes zonas de la Pampa Humeda y la Gringa, a los cuales el IAPI les pagaba un precio que cubría sus costos mas ganancias razonables, la mayoría de los propietarios de FAA son herederos de esos proyectos que florecieron en Santa Fé, Córdoba, La Pampa, Buenos Aires, etc.
Ahora la Fusiladora tuvo por propósito volver al país rural, volviendo al modelo que había fracasado ahí nomas en Uruguay, sin embargo desde el 55 al 90 miraron como el mundo avanzaba en ese campo, en el doble sentido, y si no hubiera aparecido la soja RR, que significa la menor cantidad de trabajo posible, aclaro que también existen el maíz y el trigo de las mismas características pero que necesitan mayores inversiones por Ha., y por lo tanto se vuelcan a la soja que es una pérdida menor en caso negativo, aunque mucha menor ganancia en el caso positivo.
Se que hubo demoras de la cosecha por condiciones climáticas, pero no vas negar la gran disminución de envíos en estos 45 días de este año, Mariano, y eso no es retener lo que también existe de la cosecha anterior almacenado en silos.
Nunca menos y abrazos
Ganancias tan razonables que dejaron de sembrar. Parece que no las calcularon bien, ese es el peligro de los burrocratas. La colonizacion fue poco importante, lo que hizo diferencia fue el congelamiento, que fue general. Pero queda claro que el chacarero odia que le fijen los precios.
En cuanto a la soja, parece que ignoras bastantes cosas del hemisferio sur, aca la cosecha empieza dentro de un mes, y se generaliza en dos meses. Lo que hay es viejo, una parte se ira vendiendo en los proximos 45 dias, de acuerdo a necesidades, y un puchito se mezclara con la nueva.
Si se vendio menos que el año pasado es porque se cosecharon 10 millones de tn menos. Lo importante no es que vos no los sepas, sino que los funcionarios que deberian saberlo son tan burros. Cuanto mas manejen, peor para todos, el desastre iapi al cubo.
Me vas a decir que en todo el país se cosecha al mismo tiempo, y que Chaco, Salta, Santiago, norte de Santa Fé, etc todavía no empezaron?
Entonces reconozco estar equivocado.
Nunca menos y abrazos
En marzo.
Tractor:
Cada uno tiene su punto de vista, logicamente. Pero vos, más allá de tu óptica, evidentemente lo que no tenés es información básica (muy básica), y por eso tus conclusiones son insostenibles,científica e históricamente.
Decís que "Los hábitos alimenticios cambian, no lo dude, y si bien no había lujos, en la Argentina se morfaba bien, salvo en las ciudades en las crisis, o en el NOA(eso no cambió)".
Si vos analizás el procentaje de población urbana en el período 1930/1945,cuando según vos-antes del IAPI- la producción agrícola era muy superior, perdés de vista un detalle elemental: si en las ciudades y en el NOA la población tenía una alimentación deficiente (lo decís vos, "salvo en las ciudades"), eso significa que el 65% de los argentinos, carecían de recursos básicos para comer diariamente en forma digna.
El gobierno que se instala en el año 1946, produce una distribución de ingresos sin precedentes en la historia argentina, a consecuencia de lo cual, enormes sectores marginados hasta ese momento por salarios de hambre( que no incluyen los del "campo", donde el régimen era sencillamente esclavista), comienzan a consumir más alimentos.
Sobran libros, publicaciones, investigaciones (de cualquier signo ideológico), donde te podés informar sobre, por ejemplo, el enorme incremento del consumo de pan,carnes, frutas y lácteos per cápita en el período 1946/55, en relación al período 1930/1945.
Ese incremento de la demanda interna, genera que gran parte de lo que eran saldos exportables antes de 1946, sean direccionados al consumo interno. O sea, amigo tractor, la gente en las ciudades, empezó a comer lo suficiente. Ciudades que a su vez crecían por la demanda de mano de obra industrial, mientras los señores del campo disminuían deliberadamente la producción y despedían a sus antiguos esclavos, que con lo puesto llegaban a engrosar las poblaciones urbanas.
Esta realidad histórica,documentada, si fuera analizada por Smith o por Marx, tendría la misma conclusión: fuerte transferencia de recursos del sector exportador al asalariado. Son opciones. La tuya es diferente.
Y para terminar, tu planteo que
"desde la DJ del 30/10 solo se puede cargar lo declarado", es primero un descarado reconocimiento que hay mucha producción no declarada( Y eso es evasión. Acá, en Jamaica o en Noruega).
En Pcia. Santa Fe, se declara -en soja- solo un 60% de lo cosechado. Vos, siendo un tractor productor, no podés tener tanto desconocimiento de como funciona el mercado de cereales, tu negocio. A los grupos exportadores les sobra capacidad de almacenamiento, pero si vos no declaraste la soja que llevás, te la pagan un 45% menos. El negocio mayor lo hacen ellos, aunque eso no signifique que tu tractorcito evasor pierda plata.
Juntense como hacían en 2008, pero ahora protesten en Cargill o en Monsanto,que se quedan "con la parte de ustedes" que en otra época
"se quedaba" el IAPI. Y sino, prueben con pagar impuestos por la producción real.
Si te va muy mal y querés donar el campo,yo te lo recibo.
El Colo.
Se repite la historia. Los barderos boludean en el post hasta que El Colo los surte en los dientes y desaparecen. Decí que en esta lo dejó correr, porque se nota que cuando está hinchado las bolas aparece al segundo comentario y nos deja sin el entretenimiento.
Colo: te agarraste de un punto secundario como el del consumo interno de alimentos durante la primer mitad del siglo. Es un debate interesante, pero medio esteril hacerlo acá, hace falta un nivel más alto de conocimientos, y menor de chicanería barata.
En cuanto a lo de declarado o no, trés cifras antojadizas y falsas, como si yo afiurmara que el 46,5% de los kirchneristas abusan sexualmente de suspropios hijos.
La que es antojadiza es la del 60%, no se de donde la sacás, la del 45% de descuento es directamente falsa, conozco el mercado.
Lo de la relacion consumo/produccion no venia por el lado de mayor o menor consumo, sino por el lado de mayor o menor produccion, que es la base de la seguridad alimentaria. Si se reduce la siembra, y la tecnologia utilizada, cae la produccion. Si encima hay sequia, hay pan negro para todos y todas.
Lo bueno de la baja producción de 2013, es que los harineros que se hicieron los piolas 6 años, este año se quedan sin exportar. Ajo y agua!
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