LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

jueves, 21 de febrero de 2013

SCIOLI Y LA FRAZADA CORTA


Desde hace más de una década que Daniel Scioli está en los primeros planos de la política nacional, atravesando todas las viscisitudes de la interna peronista (menemismo, duhaldismo, kirchnerismo) y ocupando lugares de relevancia fiel a su estilo de hacer política: no pelearse jamás con nadie.

Sin embargo esa estrategia (que los críticos del kirchnerismo postulan como el único modo de hacer política) tiene sus beneficios, tanto como sus límites concretos: cualquiera que esté en política sabe que, en determinadas circunstancias, no hay más remedio que pelearse si se quiere lograr algo.

El asunto es con quien y por qué, y sobre todo para qué.

De hecho, Néstor Kirchner construyó poder a partir de aquél escuálido 22 % de votos de abril del 2003 instalando la lógica del conflicto, escogiendo en cada caso el adversario (a veces, más de uno al mismo tiempo) que le permitiese afirmar una identidad política, aglutinar voluntades, marcar la cancha o fijar el marco general del debate y la disputa políticas..

Y mal no le fue.

Conforme corren los meses hacia las hoy lejanas presidenciales del 2015, y al amparo de la restricción constitucional para que Cristina acceda a la posibilidad de otro mandato, Scioli pareció verse compelido a blanquear sus aspiraciones presidenciales; y en ese tren, a adoptar algunos gestos simbólicos que en cierto modo contradicen su estilo habitual: las fotos con Macri y Moyano entre los que quiso que se conocieran públicamente, mandando señales hacia adentro y afuera del oficialismo; la cena con Cobos, entre los que hubiera deseado que permanezcan en secreto, pero no tuvo más remedio que blanquear ante la evidencia.

La eficacia de esos gestos en términos de su propia construcción política, es algo que todavía está por verse: de hecho hoy está ubicado en un lugar particularmente incómodo, porque no logra vencer las lógicas prevenciones del dispositivo kirchnerista (por momentos pareciera que no le preocupara demasiado hacerlo) hacia su figura; y tampoco está en condiciones de darles a los electores opositores (y a los medios que marcan la agenda de la oposición) lo que le demandan en todos los tonos: gestos de abierta rebeldía contra el gobierno nacional, y la conducción de Cristina.

Y es que las tapas de hoy de los principales diarios (que encabezan el post) dan cuenta a su modo muy particular, de las circunstancias en que Scioli debe desenvolverse: a diferencia de Macri (que gobierna el distrito más rico y pequeño del país, con problemas estructurales resueltos desde hace décadas por el Estado nacional) o Binner (inmune a los estropicios que dejó su paso por el gobierno de Santa Fe, y que hoy le explotan a Bonfatti), Scioli debe gobernar el mayor distrito del país (por territorio y población, por complejidad social, por envergadura económica), en condiciones difíciles; sobre todo en lo financiero.

Condiciones que trató de sortear planteando hace poco el secular reclamo por los fondos de coparticipación retaceados a la provincia de Buenos Aires en la ley de Alfonsín de 1988; un reclamo tan legítimo como inviable de satisfacer hoy, en términos de complejidad jurídica y política del procedimiento para sancionar una nueva ley que establezca el reparto de los recursos entre la Nación y las provincias.

Y cualquiera sea la verdad respecto a su pedido de endeudarse para pagar sueldos (acá el Ingeniero aporta información al respecto), lo cierto es que la lógica elemental de la administración del Estado (que Scioli debería conocer, en tanto suele decir que su atención está siempre centrada "en la gestión") indica que los gastos y obligaciones corrientes -como pagar sueldos- deberían atenderse con recursos también corrientes; de lo contrario, lo que es pan hoy, será hambre mañana.

A las grisuras (por decir algo leve) de su gestión en cuestiones tales como la política de seguridad, hay que sumarle el problema no menor que aqueja a todos los gobiernos provinciales, de afrontar los reclamos salariales de sus empleados; magnificado en su caso por una cuestión de tamaño de la provincia que le toca gobernar.

Un desafío que es al mismo tiempo una prueba concreta de cuáles son sus reales capacidades de gestión, aspecto que suele olvidarse o dejarse de lado cuando se pondera a alguien como Scioli, que ha declarado aspiraciones presidenciales: no todo es cuestión de encuestas que devuelven números gratos en términos de imagen, sobre la base de cultivar paz y buenas ondas con todos.

Claro que las dificultades financieras de Buenos Aires no son sólo un problema de Scioli (aunque principalmente lo afectan a él), porque un prolongado conflicto social con los estatales por las demandas salariales insatisfechas también afectaría al gobierno nacional, y allí pareciera estar centrada la estrategia de las huestes del motonauta, para conseguir auxilio de recursos por parte de Cristina.

Sin embargo, aunque ese oxígeno llegue (quizás no del modo o en la cuantía que se lo reclama) Scioli seguirá encerrado en el mismo dilema: en el año en que debería comenzar a delinear su proyecto presidencial con gestos claros (al menos, en los términos en que se lo exigen desde una oposición que no encuentra sus propias alternativas, y las busca al interior del peronismo), los apuros de gestión lo colocan en dificultades para protagonizar una especie de pronunciamiento de Urquiza; rompiendo lanzas con Cristina y el gobierno nacional; si es que ésa es realmente su intención, y no sentarse (fiel a su estilo zen) a esperar que el tiempo y las cláusulas constitucionales hagan lo suyo, y la candidatura del 2015 le llueva virtualmente del cielo.

Algo que no parece que esté -hoy por hoy- en la lógica de los hechos, ni se corresponde con la naturaleza del kirchnerismo, y el estilo de liderazgo de Cristina.

Claro que también Scioli podría explorar otras alternativas para ganar -al mismo tiempo- oxígeno para las finanzas bonaerenses y autonomía política y de gestión respecto del gobierno nacional; distintas del endeudamiento recurrente y creciente, o el reclamo testimonial por la coparticipación.

Podría por ejemplo avanzar en una reforma tributaria más profunda que las que ya impuso en otras oportunidades (por cierto: más ambiciosas que las que planteó acá en Santa Fe el progresismo gobernante), para captar rentas que tiene a su disposición dentro de su propia provincia, que por algo aporta el 51 % del PBI nacional.

Por supuesto que eso le granjearía algunas antipatías, como la de los amigazos del "campo": no es ocioso recordar que fue en el propio territorio bonaerense, más concretamente en Pehuajó, donde las fracciones más recalcitrantes de la Mesa de Enlace plantearon un virtual llamado a fondear la cosecha, y a la rebelión fiscal.

Y por supuesto no faltarán quienes digan que si Scioli hiciera eso, dejaría de ser él; por lo menos como hasta ahora se lo ha conocido.

Pero como solía decir Perón, si lo que uno quiere hacer es una tortilla, no queda más remedio que romper algunos huevos.

11 comentarios:

Néstor Sbariggi dijo...

La administraciòn Scioli tiene que resolver un problema complejisimo y ya prácticamente se acabó el tiempo.

No puede pretener que la ayuda de Nación por esa cantidad que mecesita se resuelva de inmediato, la negociación será mango a mango y le urge llevar una respuesta a los gremios estatales y docentes.

Las otras dos vías para financiarse están complicadas. Por un lado consideran que meter mayor preión fiscal ya no se puede y por el otro la tasa que le quieren cobrar es de alrededor del 16 % en el mejor de los casos, sino mayor.

Lo que me llama la atención es que algunos sciolistas conmo De Fazio ya están actuando como si descontaran que Nación los va a dejar solos proponiendo locuras como la renuncia al Pacto Fiscal que es como serruchar la rama donde estás parado.

Nación tampoco puede dejar que la PBA se incendie, esto es como una perinola en donde puede salir "todos pierden" pero tampoco puede trasladar asi monás el agujero fiscal a las cuentas nacionales.

Espero que la discusión baje de los diarios y se charle cara a cara pero no habrá soluciones mágicas-

Saludos

La Corriente Kirchnerista de Santa Fe dijo...

Es así Inge, pero lo que tampoco se entiende en éste contexto es el apuro de los operadores del sciolismo (y del propio Scioli) en instalarlo como "el candidato natural", o los guiños a los opositores (la idea del "candidato atrapa todo").

Gracias por pasar

Anónimo dijo...

mientras tanto en SANTA FE a los maestros se le ofrece un aumento del 24% más un adicional de $600

y lo rechazan!!

La Corriente Kirchnerista de Santa Fe dijo...

Un 15 % a partir de marzo y un 9 % a partir de julio, para ser exactos amigo.

Juan Pablo dijo...

Hace algunos meses, Alfredo Zaiat escribió su columna de opinión sobre las políticas fiscales provinciales; apuntando algunos indicadores que muestran como la administración Nacional aumentó la presión fiscal a un ritmo mas acorde con el crecimiento del PBI, a diferencia de las provincias díscolas de Buenos Aires, Santa Fé y Córdoba:

"Los investigadores de la Universidad Nacional de General Sarmiento Alejandro López Accotto, Martín Mangas y Carlos Martínez estimaron que el año pasado la suma de impuestos provinciales de las 24 jurisdicciones alcanzó el 4,7 por ciento del PBI, cuando en el 2000 era del 3,8 por ciento. El crecimiento en ese período fue del 23,6 por ciento. En ese mismo lapso, la presión fiscal de la Nación pasó de 17,3 a 27,3 por ciento del PBI. Esto implica un incremento del 57,8 por ciento. Esas cifras muestran que la recaudación nacional más que duplicó el crecimiento de la recaudación provincial." [Cuentas provinciales].

Anónimo dijo...

Propuesta Salarial de CKF: 22% (a pagar en 3 tramos)
Propuesta Salarial Scioli: 22% (a pagar en 3 tramos)
Propuesta Salarial Macri: 22% (a pagar en 3 tramos)
Propuesta Salarial Bonfatti: 24% + $600 (a pagar en 2 tramos)

Propuesta Salarial Docente de CKF
De Marzo a Agosto: $3.248
De Septiembre a Noviembre: $3.32
Desde Diciembre: $3.416

Propuesta Salarial Docente de Bonfatti
De Marzo a Junio: $4.640
Desde Julio: $4.987

Anónimo dijo...

Si anónimo, decile a Galassi que son unos capos. Además el es muy pintón.

Anónimo dijo...

y tiene mejores propuestas

Anónimo dijo...

Anónimo de las 14.29: ¿ningún comentario del post anterior, el del aumento de la EPE?

La propuesta explicásela mejor a los docentes que la rechazan, no a los Nestornautas

Anónimo dijo...

no se enojen muchachos, era sólo una comparación entre las ofertas que hacen las distintas provincias y el gobierno nacional, de las cuales la mejor es la de SANTA FE.

Anónimo dijo...

será este el peruano que sale en las escuchas?