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"Del resultado de las elecciones nacionales de este año dependerá la nueva configuración política, social y económica de la Argentina. (guau, esclarecedora revelación, empezamos fuerte) Esto no es ninguna novedad. (o sea que lo podrías haber obviado, pero si vos eliminaras las obviedades ¿de qué escribirías?) Pero sí resulta apasionante analizar los distintos escenarios. Está claro, primero, que el próximo presidente no podrá gobernar solo, (y no, necesitará ministros, funcionarios. Por algo ya lo prevé la Constitución, desde 1853) sin acuerdos y sin negociar con legisladores y dirigentes que no pertenezcan a otros partidos políticos. (¿O sea que va a haber que apelar sí o sí a la Banelco decís vos?) La era del poder político hegemónico y casi absoluto se terminará cuando la Presidenta entregue los atributos a su sucesor, en diciembre de este año. (o sea que hasta acá se votaba una ley pero no se la podía aplicar porque el "poder absoluto" terminaba en la puerta de los tribunales, y desde diciembre ni sacar la ley se podrá) Ni Mauricio Macri ni Daniel Scioli ni Sergio Massa, podrán gobernar a golpe de decretos, con uso y abuso de superpoderes o del instrumento de la emergencia nacional. (avisále a Mauricio que no va a poder vetar las leyes, a lo mejor lo piensa un poco y se baja) Lo que sí se sabe es que tanto Macri como Massa vienen preparando, hace tiempo, un paquete de proyectos de ley para ser aprobados durante los primeros tres meses o cien días.(ajá, ¿y cómo lo lograrían si -según dijiste dos renglones más arriba- nadie podrá hacer nada si no acuerda con dirigentes de otros partidos?)
Entre otros, una salida para detener la bola de nieve de los multimillonarios subsidios (o sea un tarifazo) y una ley de prescindibilidad para diferenciar los cargos técnicos y profesionales de los puestos políticos u ocupados por militantes en las segundas y terceras líneas de los ministerios y las secretarías. (para lo cual tendrían que sortear la estabilidad del empleo público que establece la Constitución, como hicieron las dictaduras militares, quw justamente sacaron leyes de prescindibilidad. Arranca bien el gobierno del consenso) Macri hace tiempo que siente sobre sus espaldas la responsabilidad de transformarse en el nuevo presidente. (Macri sobre sus espaldas lo único que siente generalmente es el colchón) Y por eso no quiere que los preacuerdos con los líderes de la Unión Cívica Radical terminen condicionando sus decisiones de gobierno. (ahí tiene razón: lo mejor para no tener que condicionar decisiones de gobierno es acordar con los radicales, que nunca gobiernan) "Mauricio puede elegir a los mejores de la Coalición Cívica y el radicalismo para integrar un gobierno coherente y eficaz. Lo que no quiere es tener que discutir cada decisión política, como si fuera una asamblea de estudiantes secundarios." (obvio, para eso hubiera hecho una alianza con los troscos) Scioli, si al final ganara, tendría, antes de empezar, un problema adicional: la respiración en la nuca de Cristina, los principales referentes de La Cámpora, y de los talibanes ideológicos o de negocios como Carlos Kunkel y Carlos Zannini, por nombrar solo dos apellidos de la decena que conforman el equipo de los puros del modelo. "Eso es una tontería marca cañón. Daniel, con paciencia y con saliva, como dice el refrán, se los termina chupando, (epa, que imagen che, cuiden un poco las formas) o colocando de su lado", me dijo uno de sus principales operadores políticos, que durante las últimas horas sobreactuó su hipercristinismo. (Alberto Pérez, el jefe de gabinete, vos y esa costumbre de mandar al frente a tus fuentes) El dice que el vicegobernador Gabriel Mariotto ya es un hombre de Scioli. Y que hasta el secretario general de la presidencia Eduardo Wado de Pedro o el ministro de Economía Axel Kicillof se transforman en "dirigentes responsables" como tienen que resolver junto con Scioli o altos funcionarios de la provincia "problemas de gestión". ("cuando será" Majul, no "como". Y sí, sobre todo porque si no lo hicieran, la provincia volaría por los aires, si le cortaran el chorro de guita nacional a Scioli)
Lo que todavía no puede resolver Scioli es la verdadera oferta electoral. ¿Quién estará al frente de la campaña, el propio Scioli o la Presidenta, como primera candidata a diputada nacional por la provincia, o un escaño en el Parlasur? (después de las PASO, cuando se sepa quien es el candidato, y si es Scioli, ahí charlamos Majul. Hasta entonces, son puras especulaciones y pelotudeces tuyas) ¿Qué cultura política se va a imponer para convencer a los argentinos, la de la prepotencia, el autoritarismo y la pelea permanente contra enemigos reales o imaginarios o la del diálogo, el consenso y la tolerancia que pregona y ejerce Scioli? (se nota mucho que estás empezando a ligar pauta de la provincia Majul, disimulá un poco) "La primera tiene un techo del 30% de los votos, y con la segunda podríamos ganar en primera vuelta", vaticinan los optimistas estrategas de campaña del gobernador.(que deben ser los mismos que aconsejaron la misma estrategia en el 2013, perdiendo con Massa por más de 10 puntos) Lo que no tiene claro es cómo articular un gobierno cuyo aliado principal, parapetado en un bloque de diputados de entre 50 o 60 incondicionales de Cristina, termine pareciéndose más a la Alianza del presidente Fernando De la Rúa que a un proyecto coherente y de puro sentido común, como el que dice enarbolar Scioli. (ojalá De La Rúa hubiera tenido 50 o 60 diputados incondicionales y sus correspondientes senadores, Majul, no hubiera tenido que apelar a la Banelco)
Pero dentro del propio macrismo, también parece jugarse una interna ideológica o cultural, como sugieren los que hoy marchan detrás del liderazgo de la candidata a jefa de gobierno Gabriela Michetti. (imagináte cuanta ideología y cultura puede haber ahí adentro, es ciencia ficción lo tuyo Majul) Nadie se atreve a sostenerlo con nombre y apellido, (¿hay miedo en el PRO Luis, toman represalias, no es todo globos?) pero cada vez que se les pregunta qué es lo que diferencia a la senadora con el jefe de gabinete Horacio Rodríguez Larreta, cerca de ella argumentan: "La mirada social y sus ideas sobre cómo se debe financiar la política, por ejemplo". (Claro, Michetti pondría tipos con zancos y mimos en lugar de la UCEP, y les pediría plata a los de la cadena de tintorerías en lugar de a Nicky Caputo) Un integrante del equipo de campaña de Michetti deslizó que Gabriela rechazó ayuda política y financiera de dirigentes que dijeron hablar en nombre Massa y también de Scioli. (en nombre "de" será Majul ¿no tenés corrector?) Eso habla no solo de la lealtad hacia Macri sino de lo que pensamos de la vida y de la política en general", explicó. (y de como les gusta tirar la plata a Massa y a Scioli, de ser cierto) Entre Gabriela y Horacio no hay ninguna diferencia real sobre cómo debe financiarse la política. Todos pensamos que debe ser de la manera más transparente posible, (por eso blanquearon 150 palos en la cena en la Rural, pasando la gorra entre los empresarios) igual que se financiaron las últimas campañas donde Gabriela fue la principal candidata o cabeza de lista", (ups, palito para el rodado macrista) explicó una de las autoridades más importantes de la campaña de Rodríguez Larreta, quien no ve ningún inconveniente ético ni político en que Macri apoye públicamente a su jefe de gabinete en detrimento de la senadora nacional. (sobre todo porque es la única forma en la que el Guasón podría levantar su imagen, para ganar la interna) "Ustedes, los periodistas, me hacen reír. Piden políticos más sinceros y honestos y cuando aparece uno que dice lo que piensa, sin importar el costo personal, lo acusan de elegir con el dedo", se quejó. (es cierto, ya la pasó a Barrionuevo eso de pagar el alto costo de la sinceridad, y decir lo que uno piensa)
Más preocupada estaría la inquietante nueva socia de la incipiente coalición, la diputada nacional Elisa Carrió. (¿más preocupada que quién y con qué Majul, como aterriza Carrió en todo eso?) Ella se declara prescindente de la interna del PRO, (lo cual es muy importante, porque es la interna de otro partido) pero preferiría mil veces la victoria de Michetti a la de Rodríguez Larreta. Con su habitual ampulosidad, supone que la prevalecencia de una u otro (es "de la prevalencia" Majul, dejá de torturar al lenguaje) dependerá no solo parte de la cultura política de la Ciudad, sino el futuro de los nuevos negocios entre los gobiernos y los megaempresarios que ya comienzan a acomodarse ante la nueva situación de poder. "El país que viene debería tener más república y menos amigos de negocios. Menos Cristóbal López, Lázaro Báez, Diego Gvirtz y Sergio Spolsky y más empresarios de medios y periodistas críticos, (claro, más Magnettos, Nobles, Mitres, Danieles Vilas, Hadads, Blaquieres, Paolos Roccas y Massots) y no oportunistas que se cambian de traje cada dos por tres". (o sea garcas, chorros y coimeros, pero siempre para el mismo lado) Los incondicionales de Carrió siguen soñando con un país donde un día, para ganar una elección, importen más las propuestas y la idoneidad de los candidatos (ya importan, contáles ¿o acaso por qué creen que Carrió nunca ganó una elección?) que "la plata que uno tenga para financiar las campañas o los compromisos posteriores con los que ponen el dinero para hacer política". Quizá, para eso, falte todavía demasiado. " (¿y todo este sanateo final para justificar que sacó el 1,82 % quien lo dijo, Carrió, "sus incondicionales" -¿queda alguno?- vos?)
(*) Las negritas son nuestras, el original acá.