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Hay demasiado ruido como para ponerse a reflexionar, (es lo que te venimos diciendo: hacé un poco de silencio, dejá de decir tantas boludeces, y a lo mejor se te cae una idea) pero siempre valdrá la pena el intento. (lo que no siempre vale la pena son los resultados, al menos en tu caso) El seleccionado argentino se acaba de meter en los octavos de final (en realidad eso fue la semana pasada) y la Presidenta, imbuida en el espíritu mundialista, invita a que la perciban como la gran arquera del país que ataja innumerables penales. Ensaya la comparación y advierte: "Y cuidado que, una de esas, todavía podemos hacer un gol". (ajá: ¿y, a dónde lleva esto?) Lo dice mientras presenta un plan para incentivar la compra de automóviles, pero ni siquiera menciona el dato que explica el por qué de la iniciativa: la abrupta caída de las ventas, que sectores de la industria calculan entre un 30 y un 40%. (¿cuál es el razonamiento, debió haberlo anunciado el año pasado, cuando se batió el récord histórico de venta de autos en el país, y por ende no era necesario incentivar a la gente para que los comprara?
Ojalá que sea para bien, (lo mismo pensaron en el gobierno, si no no lo hubieran lanzado, aunque claro, no dijeron que era porque era necesario poque cayeron las ventas, según tu razonamiento) pero permítaseme destacar el nivel de exageración y exitismo del mensaje. (¿cuál nivel, desde dónde decís que es exagerado o exitista si no dijiste que hubieran tirado cifra alguna, que querías que digan "probamos con esto, aunque la verdad, es una poronga que no creemos que sirva de mucho"?, se hace difícil seguirte por momentos) Lo mismo vale para el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo. Habla de la política ferroviaria como si él hubiera aterrizado en el Gobierno ayer y no hubiese compartido este proyecto político con Ricardo Jaime (que no está en el gobierno desde el 2009, o sea que lleva tanto tiempo afuera como estuvo adentro, pero bueno, son detalles) o Juan Pablo Schiavi. Peor: habla de la gestión como si no hubiera existido la masacre de Once. (¿cuándo dijo algo por el estilo? es el mismo razonamiento de los autos: se toman medidas con los trenes, precisamente porque existió lo de Once) ;Otra vez: está muy bien que compren formaciones nuevas, si es que lo hacen en el marco de la ley. (¿tenés algún dato que indique que no es así?) También es legítimo que use su trabajo de funcionario nacional como plataforma para su precandidatura presidencial. (que alivio, ya le avisamos así se queda tranquilo porque estaba preocupado por eso) Lo que no puede pretender es que los periodistas que informamos y analizamos ignoremos que todavía están arrumbados como chatarra los trenes que Jaime compró a empresarios de España y Portugal. (¿y cuándo pretendió tal cosa, salió y dijo "quiero que los periodistas no hablen más de la chatarra que compró Jaime"?) O que olvidemos que ya se anunció cinco veces el proyecto del soterramiento de un tramo de la línea del Sarmiento y que la obra está parada. Y acá no vale mandar a decir: "Yo no estuve ahí". Porque el último que anunció su inauguración fue el propio Randazzo. (que no dijo nada, y escribiste media columna diciendo lo que estuvo mal en decir, pero no dijo)
El ministro, en efecto, sigue la lógica del mensaje patriotero y chauvinista cuando le manda a decir a su gente de prensa que los periodistas que señalamos que no todo está tan bien queremos en el fondo "que los argentinos viajen mal". (¿o sea que todo esto tiene su origen en que uno de prensa de Randazzo fue y te dijo eso? ¿y el chauvinismo del título, y el mundial, y los penales que atajó Cristina, y Candela?) Es una táctica vieja y, para mi gusto, un poco berreta: envolverse en la bandera para poner a sus críticos en el lugar de los enemigos de la patria. (más que berreta, exagerada: bastaba con ponerlos en el lugar que ya están, que es de los pelotudos, y listo)
Lo mismo hizo Carlos Menem cuando denunciamos, junto con otros colegas, la existencia de una pista de aterrizaje a metros de su casa de Anillaco. (¿no dijo que era para llevar aceitunas? ¿qué tiene que ver esto con los trenes, el mundial y el chauvinismo?) Y lo hizo también el dictador Leopoldo Fortunato Galtieri cuando unas pocas voces, casi inaudibles, se atrevieron a calificar de locura su decisión de entrar en guerra para recuperar las islas Malvinas. No estoy comparando a Randazzo con Galtieri. (sí, de hecho estás haciendo eso, de lo contrario toda la cita carece de sentido. Aunque pensándolo bien, toda la nota carece de sentido) Tampoco me atrevería a comparar a Cristina Kirchner con el general desequilibrado y populista que manoteó el peor de los recursos con la intención de perpetuarse en el poder. (no te atreverías pero de golpe perdiste el miedo, y la estás comparando) Pero sí se debe señalar que hay sectores del Gobierno muy proclives a comprar y vender un producto muy de moda al que se podría denominar orgullo argentino. (es que se pone de moda cada cuatro años, cuando hay un mundial, y ya sabemos que en el mundial aparecen las ofertas. El resto del tiempo -lejos de sentir orgullo nacional- mucha gente piensa que este país es una mierda) Y también su derivado más facilista: la construcción de supuesto enemigo que quiere impedir que la Patria prevalezca y alcance su inevitable destino. (acá el único enemigo que hay a la vista es la sintaxis, contra la que vos venís librando una guerra sin cuartel hace años)
El más obvio de todos (¿de todos qué, o quiénes, los enemigos supuestos, los vendedores de orgullo nacional?) es el neonazi Luis D'Elía, (si D'Elía es neonazi ¿qué queda para Biondini?) quien hizo una selección digital de periodistas y dirigentes buitres. (la de Sabella también es una selección digital: fue a dedo, digamos) Pero no fue el único ni el más activo. De hecho, decenas de paredes de la ciudad de Buenos aires todavía siguen pintadas de celeste y blanco, (que barbaridad, tapando ese hermoso amarillo PRO que tenían antes) con leyendas firmadas por organizaciones como La Cámpora y Unidos y Organizados. Da un poco de pena leerlas con detenimiento: (¿y si las leés rápido cambia la conclusión?) "Argentina sí. Fondos buitres no. La Patria no se negocia". ¿Cómo harán los principales referentes del Frente para la Victoria para explicarle a la militancia que el juez Thomas Griesa y los fondos buitre ahora son gente respetable con la que hay que sentarse a conversar? (les dirán que son los mismos hijos de puta de siempre, pero no queda más remedio que negociar, así de sencillo, ¿o acaso no critican a Cristina y Kicillof porque lo critican a Griesa?) ¿Cómo se hace para gritar, con el mismo ímpetu y la misma alegría, un gol a favor y otro en contra? (les pasa a muchos ahora en el mundial, porque no entienden un pomo de fútbol y se prenden por moda) Si uno de los principales argumentos de esta administración es el coraje para construir un proyecto nacional y popular capaz de no seguir los dictados de las corporaciones y los organismos de crédito, ¿cómo se puede seguir repitiendo semejante razonamiento cuando hasta un niño sabe que al Gobierno no le quedó otro remedio que sentarse a negociar después de perder un juicio? (salame: si vos mismos decís que no tuvo más remedio porque perdió un juicio, ¿dónde está la traición del kirchnerismo a su relato?, cosa que hubiera sucedido si pagaba a los buitres sin que se lo reclamen) Para decirlo de otra manera, ¿qué es lo que debemos celebrar? (nada, los afiches no dicen "salgamos a festejar", te recuerdo que esto empezó con unos afiches que viste en la calle) ¿El habernos plantado ante la justicia norteamericana y los buitres para quedar al borde de la cesación de pagos (cosa que hubiera ocurrido hace años, si no nos plantábamos) o el haber empezado a negociar de manera responsable para evitar un desastre aún mayor? Celebrar las dos cosas al mismo tiempo parece, por lo menos, un poco contradictorio. (¿Los afiches dicen eso?, sos incomprensible Majul)
Después del golpe a la conciencia colectiva que significó Malvinas, quienes discutíamos ideas con pasión (que no suele ir de la mano de la inteligencia, como lo comprueba tu caso) acuñamos un término propio de la época: honestidad intelectual. (¿así que vos sos uno de los autores de esa expresión?) Se podían debatir todas las ideas, pero lo que no se debía hacer es seguir insistiendo con argumentos tramposos cuando los hechos otorgaban la razón a unas de las posturas en pugna. (¿en éste caso el fallo de Griesa demostraría que los buitres tienen razón, a dónde llega todo esto, a alguna parte?) A los que cambiaban los argumentos en el medio de la tenida se los acusaba, con razón, de deshonestidad intelectual. Y esto es lo que está pasando ahora. (¿ahora nada más, todo esto empezó en el 2003? ¿y cuando Menem dijo "gané y cambié", que onda?)
Tampoco hay que exagerar. No pretendo que Carta Abierta asuma que la última década fue una gran patraña disfrazada de epopeya nacional. (y sí, reconozcamos que es complicado que digan eso, sobre todo porque nunca dijeron que estuviéramos ante una gran epopeya nacional) Son tiempos difíciles para desalentar los sueños de grandeza. (¿eso te lo dijo tu analista, por tu complejo de petiso?) En Brasil o en donde sea. Basta sólo con volver a ver la mayoría de las publicidades que las grandes marcas están exhibiendo para acompañar al equipo que dirige Alejandro Sabella. "Vamos, carajo", resume el espíritu del momento. (es verdad: hay como un ánimo de mandar todo al carajo) Aunque, ¿qué significa "vamos carajo"? ¿Que somos los mejores pero hace 28 años que no ganamos un Mundial porque no tenemos suerte? (no, simplemente eso: "vamos carajo", es aliento, todo lo demás lo agregaste vos) Y ni hablar del nuevo hit que se canta en todo Brasil y se repite en los programas de radio y televisión: "Brasil, decime qué se siente/tener en casa a tu papá/Te juro que aunque pasen los años/nunca vamos a olvidar/que el Diego te gambeteó, que Cani te vacunó/ que estás llorando desde Italia hasta hoy/A Messi lo vas a ver/la Copa nos va a traer/Maradona es más grande que Pelé". (¿la transcribiste para asegurarte que rimaba, o que la entendiste bien?)
Sé que se trata de una canción de cancha. (¿en serio?, mirá vos, hubiéramos pensado que era parte del repertorio del coro Kennedy) Y que es una tontería, en este contexto, reclamar algo de racionalidad. (reclamar racionalidad nunca es una tontería, en ningún contexto; lo que es una tontería es esta nota) Ojalá traigamos la Copa. (aclaración necesaria para que no te gasten si sucede) Y que sea, por qué no, contra Brasil, en el Macaraná y con tres goles de Messi. (para nosotros, si es contra Burkina Fasso, 1 a 0 y con un gol en contra, da igual, pero debe ser el chauvinismo) Pero los que amamos el fútbol y seguimos la información y las estadísticas, ¿podríamos decir, con honestidad intelectual, que los brasileños son nuestros hijos? (medido en términos estrictamente estadísticos sí: les ganamos más veces que ellos a nosotros) Insisto: hay demasiado ruido como para ponerse a pensar, pero nunca está de más hacer el intento. Ni siquiera ahora. (dále, cerrá la boca, apagá la radio y la tele, respirá hondo y empezá, a ver que te sale)