(*)
El presidente Mauricio Macri tiene buenas intenciones. El problema es que no siempre se traducen en decisiones "felices". (o sea es un inútil, pero bienintencionado. No hay nada peor que un boludo con iniciativa) Prometió levantar el cepo a la compra y venta de dólares y lo hizo no bien pudo. La medida no provocó una corrida ni una crisis (definamos "crisis") y por eso el equipo económico la celebró como si fuese un gol del seleccionado argentino. (ya si tenés que aclarar que los goles que gritan son los de la selección nuestra, empezamos mal) Pero, al poco tiempo, la liberación del cepo implicó una devaluación, (exactamente en horas, Majul, el mismo día el dólar subió un 47 %) que, combinada con un fuerte aumento de los precios, (provocado justamente por la devaluación, provocada por el levantamiento del cepo) afectó el poder adquisitivo de los asalariados y los trabajadores en general, (¿vos estás en la primera o la segunda categoría, hay asalariados que no son trabajadores?) cuando todavía no se habían acordado las paritarias. (¿ese detalle entra dentro de las "buenas intenciones" de Mau, o es simplemente una hijoputez planificada?) Sin embargo, el Presidente no se detuvo y siguió cumpliendo con algunas de sus promesas de campaña. (o sea además de pelotudo, porfiado. Igual, bien lo de que el levantamiento del cepo "no provocó una crisis". ¿Fuiste vos el que le sugirió a Bossio lo de "sacarse el sombrero"?) Entonces bajó o directamente eliminó las retenciones a las exportaciones de la mayoría de los productos del campo, al mismo tiempo que se anunciaban considerables subas de las tarifas de luz para los consumidores de la ciudad de Buenos Aires y la provincia. (lo cual dejó claramente expuestas sus buenas intenciones...con algunos)
Nadie en su sano juicio podría dejar de reconocer que las elevadas retenciones a las exportaciones de granos eran confiscatorias y distorsivas. (¿podrías ampliar los conceptos, dado que condenás a la locura al que opina lo contrario, "distorsivas" de qué y "confiscatorias" por qué si las más altas eran las de la soja y lo siguen siendo? ¿Y para las otras retenciones que no eran de granos como la carne, la leche, las frutas, cuál sería la justificación, si se puede preguntar sin que nos coloquen el chaleco de fuerza, genio?) Como tampoco nadie que conozca los desbarajustes del sistema energético podría dejar de admitir que si no se corregían las tarifas el colapso de todo el circuito sería inevitable (claro, como lo vienen anunciando desde el 2003) y de muy difícil recuperación. (en cambio ahora tras el aumento anda de maravillas: siguen los cortes, pero programados, como cuando gobernaban los radicales. Ah, no, pará, cierto que ahora también gobiernan; o por lo menos eso creen) La lógica argumental ("argumental", o sea no para tomar las decisiones, sino para justificarlas) que usó el Gobierno para quitar las retenciones a las exportaciones de las grandes mineras fue la misma. (¿eran confiscatorias y distorsivas, a partir de cuando una retención es conficatoría, del 1 %?) Por un lado, dijeron sus funcionarios, no hay país en el mundo que lo haga. (falso. Lo que no hay país en el mundo que haga es devaluar su moneda un 57 % y sacar las retenciones, todo al mismo tiempo) Y, por el otro, va a servir para mejorar la economía e industrializar el país. (explicános como aumentando la renta diferencial de la producción primaria sin agregado de valor se industrializa un país genio. Si viviera Marcelo Diamand se vuelve a morir) El problema, de nuevo, es la oportunidad, y la falta de medidas compensatorias para "equilibrar las cargas". (pero no olvidemos que todo esto lo hace Macri con las mejores intenciones, Luis, eso es lo que al fin y al cabo cuenta) ¿Por qué tanta urgencia en eliminar las distorsiones en los sectores económicos que, en los papeles, tienen más espaldas para "aguantar" y no decidir, ahora mismo, un cambio de fondo, por ejemplo, en las alícuotas del impuesto a las ganancias? (¿porque los segundos simplemente lo votaron mientras que los primeros le pagaron la campaña y lo pueden hacer saltar por los aires con un golpe económico, tal vez?) ¿Por qué no detenerse antes a analizar las implicancias que tuvo el aumento del tope del mínimo no imponible en salarios que en 2014 o 2015 no habían sido alcanzados por ese impuesto y en las jubilaciones que hasta ahora tampoco tributaban? (porque no quieren hablar de la herencia kirchnerista, vos lo venís diciendo. O simplemente porque son muy pelotudos, a punto tal que te pagan a vos para que los defiendas en los medios escribiendo gansadas como ésta nota)
En el planeta Mauricio Presidente (¡presidente cósmico, de qué planeta viniste!) hay unas cuantas premisas que dominan la lógica de la toma de decisiones. (premisas, lógica: cuidado Luis, estás entrando en terreno desconocido para vos) Una es la certeza de que el ajuste clásico nunca se aplicará, y menos de una sola vez, porque sería suicida. (¿o sea que lo que hicieron hasta acá que sería, un homicidio, estamos como el dictamen del fiscal Sáenz en el caso Nisman?) O, para decirlo de otro modo, sería como rifar en cinco minutos el enorme capital político que el Presidente posee. (exacto, por eso optaron por hacerlo en tres meses) Otra premisa es que no hay que alimentar la sospecha de que el Presidente gobernará para los más ricos. (está más gorda que Carrió la sospecha a esta altura, Majul. Tanto que hace rato ya que se hizo certeza indubitable) La tercera fue puesta sobre la mesa durante el mismísimo "punto de partida" de la gestión. Consistió en la decisión consciente de no atiborrar a los argentinos con los datos de la herencia recibida. (ah, por eso fue el "apagón estadístico": para no atiborrarnos de datos)
Lo cierto es que, aunque el nuevo gobierno no haya aplicado un ajuste ortodoxo, (pero no Luis: devaluación, baja de impuestos a los ricos, paritarias con techo, despidos en el Estado y tarifazos de luz y gas es lo que siempre recomienda Stiglitz) la toma de decisiones de política económica está dejando la sensación, en buena parte de la sociedad, de que el Presidente parece más apurado por arreglar los problemas de los poderosos que en atender las urgencias de los más vulnerables. (¿vos decís Luis, estás seguro, no te estarás apresurando? Mirá si la gente va a pensar algo así como "Que querés con éste garca, gobierna para los garcas como él", por favor) Aunque esto último sea muy difícil de asegurar, (¿qué te estaría haciendo falta para estar seguro Luis, que derogue el aguinaldo Macri, o restablezca la encomienda?) con los números de la macroeconomía en la mano, el problema de fondo, más allá de los desajustes, es que Macri no termina de decir a los argentinos, con lujo de detalles, qué tipo de herencia recibió y cuáles son las bombas de tiempo que tiene que desactivar y en qué áreas específicas. (ha visto, y uno que hubiera pensado que problemas de fondo eran la inflación y el aumento de la pobreza provocados por la devaluación que aplicó Macri, "con las mejores intenciones") Sólo lo explicitan los secretarios, los ministros o el propio Presidente cuando intentan salir de una minicrisis como la que se les planteó en medio de la salida de Graciela Bevacqua del Indec. (o sea, solo tres o cuatro veces por día, cuando tienen que salir a tratar de remontar alguna cagada que se mandaron el día anterior) O cuando se empiezan a recibir las quejas por la suba de la tarifa de la luz y la inminencia del anuncio del aumento de la tarifa del gas. (o sea, no apelan nunca a contar la herencia que recibieron del kirchnerismo, salvo cuando van a tomar una medida impopular, es decir, siempre)
Las otras graves consecuencias de no hablar de manera clara y concreta sobre la herencia es la desconfianza que genera no hacerlo. (¿más desconfianza que haberse cagado en lo que prometía en la campaña como Ganancias decís vos Luis?) Porque más allá de la decisión de "comunicación estratégica", Macri, como presidente, tiene la obligación de decirle a la sociedad con qué tipo de desaguisado se está encontrando, (mas que nada tiene la obligación de gobernar, para eso lo votaron) por más que genere "mala onda", "pesimismo" o dudas antes de consumir. (ah, todo eso lo genera cuando habla de la herencia, no cuando toma las decisiones que toma gobernando. Dosificá el remo Majul, se te va a gastar) Dicen que lo va a empezar a plantear durante la apertura de sesiones ordinarias. Sin embargo, si se toma como antecedente su buena costumbre de ofrecer discursos breves, sencillos y concisos, (pero ahora va a cambiar, porque le pidió Mirtha que hablara más largo. Parece que ya pasó la bronca con las cadenas nacionales y los discursos largos. Igual, notamos que en la caracterización no pusiste "inteligibles") parece bastante difícil que logre sintetizar el desastroso legado que le dejó Cristina Fernández en cuestiones de macroeconomía, pobreza, educación, salud e infraestructura. (periodismo independiente el tuyo. Independiente de los datos digamos. Tira más un adjetivo que cien cifras concretas)
Días antes de asumir, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, me dijo: "Cuando empecemos a gobernar, los medios no van a dar abasto. (ahí la pegó: chupándoles medias no dan abasto) Porque vamos a tomar medidas desde el primer minuto. Y van a ser tantas y de tanta trascendencia que, incluso, podrían ser difíciles de asimilar". (en esto último tiene razón: son difíciles de asimilar. La mayoría ni con vaselina pasan, habría que probar con pomada anti-hemorroidal) Es posible que algo de eso esté sucediendo. (¿qué cosa Majul, que estén tomando medidas, que sean intragables?) Pero las consecuencias de esa hiperactividad no siempre parecen ser positivas. (por eso Mau se toma un dos por uno: dos días de descanso por uno que trabaja. Fijáte lo que le pasó con la costilla, trabajando con Antonia en importantísimos planes de gobierno) Que sea mucho no significa que llegue a configurar "un proyecto" acabado. (o sea que nos están fifando, pero no llegaron al orgasmo: es un caso de "coitus interruptus") Tanto Peña como el equipo que ayudó a Macri a llegar a la presidencia explicaron que la clave que los hizo fuertes es no olvidar ni abandonar la mística y en especial la identidad de la organización. "Quiénes somos. Por qué hacemos lo que hacemos. Qué queremos. Y hacia dónde vamos." (Quiénes son: una manga de chetos jugando a la política. Por qué hacen lo que hacen: porque estaban aburridos de rascarse los huevos. Qué quieren: cagarnos a todos, para que se la lleven en pala los de siempre. Hacia donde van: no tienen la más puta idea. Si sos insoportable por la propia, comprando las pelotudeces de Rozitchner sos insufrible) Esa idea, (¿cuál, Majul? ya la llamamos "idea" a cualquier cosa) que les sirvió para explicar, entre otras cosas, por qué no se aliaron con Sergio Massa (porque eso se lo guardaban para cuando fueran gobierno) o por qué nunca estuvieron obsesionados con los medios, (claro, por eso el primer DNU fue para borrar la ley de medios a pedido de Clarín, y de ahí en adelante darle todo lo que pidiera) no parece estar tan clara en los primeros días de gestión ¿Hacia dónde va el gobierno de Macri? ¿Qué es lo que quiere? ¿Cuáles son sus prioridades? (¿en serio preguntás, no te diste cuenta, necesitás un dibujito? se sospecha que sos pelotudo Majul, no pongas por escrito argumentos para que sea certeza irrefutable) La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, una de las "políticas" del gabinete, (imagináte como serán los que no tienen cintura política) dice que el flamante protocolo para los cortes de rutas y calles intenta presentar un nuevo paradigma. (nuevo, lo que se dice nuevo, no parece. Más bien modelo 1976) Juan José Aranguren explica con pasión docente por qué el uso racional de la energía no renovable es indispensable para empezar a cambiar la cultura de despilfarro que nos acompañó durante la última década. (otro caso que comprueba la mala calidad de la educación, y en este caso no puede atribuirse a que el docente esté mal pago) El propio Macri dice que esta administración va a defender todos los derechos humanos. (¿los de Milagro Sala y los empleados públicos despedidos también?) Los que constituyen delitos de lesa humanidad (¿son derechos o son delitos Majul? dejá de trompear a la sintaxis, te va a denunciar por violencia de género) y también los que viola el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. (¿y quién lo nombró defensor allá?) Si uno lo escucha a Alfonso Prat-Gay o incluso a Francisco Cabrera, se percibe el entusiasmo que sienten al explicar el país que sueñan. (sobre todo Prat Gay, transmite un entusiasmo bárbaro, levanta a la tribuna) Incluso se los puede percibir como desarrollistas con cierta sensibilidad social. (hasta ahora del desarrollismo lo único que se vio es la réplica del Plan Conintes) Sin embargo, se la pasan apagando incendios todos los días, (el síndrome Iron Mountain. Ah, no, pará...) producidos por la existencia de campos minados que todavía no se animan a mostrar. (¿cuáles Luis, algún ejemplo podría dar? porque hasta acá los únicos incendios que tratan de apagar son los que provocaron ellos mismos) Callarse la boca como si acá no hubiera pasado nada no sólo ha producido un desgaste político monumental (ah, el desgaste es por eso, no por la inflación, los despidos, el tarifazo, los cambios en Ganancias, claro. Genio del mundo mundial) a un gobierno que todavía no se terminó de acomodar. (pero es mejor que decir pelotudeces como hizo Prat Gay cuando dijo que los precios estaban alineados con el dólar a 16 y no iban a aumentar con una devaluación, y cuando aumentaron, que los iban a retrotraer a noviembre) También ha truncado la posibilidad de comprender cuál es el verdadero proyecto de país que pretende la nueva administración nacional. (¿o sea que si cuentan cual es la "pesada herencia recibida" recién ahí entenderemos para donde quieren ir, hasta cuando vas a seguir ordeñando la teta del kirchnerismo Majul, no te alcanzó con los años que te forraste escribiendo libros pedorros para que los cacerolos lean en la playa?)
(*) Las negritas son nuestras, el original acá.