Aunque -claro está- tanto él como The Nation (que lo puso en tapa en título catástrofe) le dan una connotación negativa, apta para su lector promedio; que supone que todo adherente al kirchnerismo es un "choriplanero rentado", o que nadie puede acompañar al gobierno nacional, si no es a cambio de la correspondiente limosna o pitanza.
Por el contrario, y como bien sostiene acá Artemio, que se constate un fuerte aumento de la inversión social del Estado en los sectores más vulnerables es una excelente noticia que merece ser destacada; por contraste con aquéllos tiempos -que probablemente añoran Obarrio y buena parte de sus lectores- en los que esos sectores eran abandonados a la buena de Dios.
O se les sugería que esperaran que "la mano invisible del mercado" produjera mágicamente el crecimiento, y esa misma mano produjera -también mágicamente- el "derrame" que los sacara de la pobreza y la indigencia. Una fábula que bien sabemos es solo eso: un relato ficcional.
Y hablando de relato, el artículo se sustenta en una presunta investigación de una "Fundación Libertad y Progreso"; una monada de gente a la cual pueden conocer acá, insospechada de toda contaminación ideológica (?).
Aportan también al formateo de cierta clientela cautiva y termocefálica los inevitables "expertos en políticas sociales", que van desde el OSO de la Universidad Católica de Puerto Madero a Daniel Arroyo, siempre enfrascados en debates sustanciales como "universalidad pero focalizada" aplicado a las políticas sociales; y todo ese sanateo habitual.
Como fuere, para darle autoridad al "estudio" se analizan las cifras de los presupuestos nacionales desde el 2012 para acá, y se habla genéricamente de "planes sociales", sin aportar el más mínimo dato o precisión respecto a que se considera tal; más allá de una muy vaga referencia al Progresar.
Con la misma orfandad se vuelcan también las cifras de la inversión estatal, dando pie a señalar lo mucho que se gasta (¡horror!), en una cifra que estiman provisoria porque de acá a las elecciones el gobierno (¡horror de los horrores!) incrementaría aun más la inversión en esos rubros, con el propósito (¡horribilísimo!) de ganarlas.
Ni siquiera se toman el trabajo de aclararnos si están hablando de "Transferencias" del Estado a favor de personas o sectores vulnerables permanentes u ocasionales, sujetas o no al cumplimiento de determinados requisitos o condicionalidades para su percepción; que forman o no parte del complemento de los ingresos habituales de las personas u hogares: simplemente nos dicen (con exactitud de cifras que pretende darle seriedad a la cosa) que el Estado nacional reparte 18.244.436 "planes sociales" a través de programas gestionados por diferentes ministerios y la ANSES.
Así como hace un par de días nos decían que uno de cada cuatro argentimos es pobre, nos dicen ahora que casi uno de cada dos, cobra "un plan social"; sin explicarnos que entienden por tal cosa. No hace falta hurgar mucho en las propias cifras que tiran para darse cuenta que son bastante chantas.
Por ejemplo sostiene la benemérita fundación que del total de los "planes señalados", 13.885.227 están a cargo de la ANSES, y otros 3.646.392 a cargo del Ministerio de Desarrollo Social de Alicia Kirchner; lo que supone que entre los dos distribuirían el 96,09 % del total de los "planes" indicados en el informe.
En éste último caso, de la información del propio Presupuesto nacional 2015 disponible en la web surge que el Ministerio paga 1.476.152 pensiones no contributivas (a la invalidez, vejez, madres de 7 hijos o más, y las otorgadas por legisladores o leyes especiales); que insumen el 76,29 % de su presupuesto total, por lo que son -por lejos- el rubro más relevante de sus gastos. Sin embargo aun así, están bastante lejos de los 3.646.392 "planes" que sostiene el informe que administra.
En el caso de la ANSES luce claro que el sanateo (o el extravío conceptual, que es peor) de estos estadígrafos de los "planes sociales" es bastante importante.
Porque el que podría caracterizarse como el "plan social" más importante -si uno no creyese que se trata de un derecho-, la AUH, cuenta a la fecha con 3.377.654 beneficiarios, y la Asignación por Embarazo Para Protección Social (que pasa a convertirse en AUH con el nacimiento), otros 164.906, mientras que el Progresar cuenta con 618.882 beneficiarios.
Es decir que entre los tres apenas superan los 4 millones de beneficiarios en todo el país y se cuentan entre los más relevantes "planes sociales" que gestiona la ANSES; pero aun así dejan sin explicar más de 9 millones de otros "planes" que esta buena gente contabiliza.
Tratando de explicar lo inexplicable o encontrar un sentido al sinsentido, lo único que podemos conjeturas es que los amigazos de la fundación incluyen -para llegar a tan estrambóticas cifras- entre los "planes sociales" a los 6.027.358 jubilaciones y pensiones que paga la ANSES mes a mes en todo el territorio nacional; incluyendo las de las Cajas provinciales transferidas a la nación, las de las leyes de inclusión previsional y las pensiones de guerra de los ex combatientes de Malvinas. A las que habría que sumar otras 450.000 aproximadamente de la última moratoria previsional.
Pero como ni siquiera así llegamos a las cifras que frutea el informe -y siempre en tren de suponer- inferimos que -puestos a sumar peras con manzanas- han incluido en el cálculo las asignaciones familiares que perciben los trabajadores en actividad formalizados hasta cierto nivel de ingresos mensuales, y los propios pasivos, que se perciben mes a mes (es decir las asignaciones por hijo, hijo discapacitado y cónyuge); y suman otros 4.794.404 beneficios.
De ser ciertas nuestras conjeturas (el nivel de chantismo del informe habilita éstas y otras), repárese en que el mismo informe que constata el aumento del gasto estatal en estos rubros, apunta -con la opinión de los "expertos" que ha ido creciendo en paralelo la "discrecionalidad".
¿Qué discrecionalidad existe en el Progresar, la AUH, la asignación por embarazo, las asignaciones familiares, las jubilaciones o pensiones, sean o no contributivas?
En el caso del Ministerio de Educación -al cual se le adjudican 119.835 "planes sociales" sin precisar- el único modo de arribar a algo parecido a esa cifra es sumando todos los programas de becas estudiantiles; incluyendo las universitarias y de postgrado.
Júzguese entonces el caletre de estos personajes para opinar sobre "planes sociales", y su experticia en los asuntos de la pobreza.
1 comentario:
El clima... Crear el clima, el ideal para comenzar a congelar las asignaciones, la revisión(?) de los "planes", la vuelta de las afjp, como carlitos melco ya amenazó.
Crear clima, ese es el juego cruel para asegurar la baja conflictividad de los afectados directamente e indirectamente de este Ajuste que no se animan a decir con todas las letras que implementarían si fueran gobierno
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