"Sin Cristina, nada" no es una expresión de obcecación, capricho infantil o negación de la realidad. Por el contrario, es la descripción más objetiva, precisa y ajustada a la realidad de la situación actual del peronismo/kirchnerismo.
— La Corriente K (@lacorrientek) June 15, 2023
Y bueno gente, se está rompiendo por arriba lo que en el 2021 se rompió por abajo. O vamos a fingir que no se nos fueron cuatro millones y medio de votos?
— La Corriente K (@lacorrientek) June 15, 2023
Alberto y Scioli amenazando con judicializar el reglamento electoral para las PASO, impresentables. Dicho esto, si nos atenemos a lo que dice el comunicado del PJ bonaerense, el candidato no puede ser Massa. Seamos serios.
— La Corriente K (@lacorrientek) June 15, 2023
Si todavía no le pidieron la renuncia a la presidencia del PJ al paseador de Dylan no podemos ni empezar a hablar. No somos serios.
— La Corriente K (@lacorrientek) June 15, 2023
¿Es unai mpresión nuestra, o el Pichichi ya ha sido alcanzado por el rayo albertizador?
— La Corriente K (@lacorrientek) June 14, 2023
• Comunicado del Partido Justicialista de la PBA. pic.twitter.com/UfbmTKWv7s
— PJ Provincia de Buenos Aires (@BonaerensePJ) June 14, 2023
Al comunicado del PJ bonaerense lo iban a titular "Las bolas por el piso", pero les dijeron que no daba.
— La Corriente K (@lacorrientek) June 15, 2023
Le iban a poner Frente de Todos Menos Alberto, pero les avisaron a tiempo.
— La Corriente K (@lacorrientek) June 14, 2023
Pensar que Alverso hace todo este quilombo para meter en las listas a Remerita Cafiero, Culito Guzmán, Matías Runflas o algún otro pelotudo similar.
— La Corriente K (@lacorrientek) June 15, 2023
2 comentarios:
Un Presidente ocupado solamente en conseguir lugar en las listas para los eternos perdedores del PJ Capital. Es un estadista.
El Colo.
Tengo muy fresca la memoria del sufragio 2015. Las refriegas internas en PBA que habilitaron la operación "Morsa". Y recuerdo bien cuando muchos defensores actuales de la pureza se fascinaron con el Floro, contra toda lógica aristotélica. Por entonces, los próceres de Carta Abierta se declaraban "desgarrados" y el panel entero de 6,7,8 le ponía cara de perro en la entrevista a un, por entonces, todavía reconocible Scioli, a la sazón, nuestro candidato. Sí, a nuestro candidato se lo trataba como a un alumno en mesa de examen de marzo. Y rememoro, también, cómo la gente común salió a pegar carteles desesperados en las casas, para torcer ese balotaje sorpresivo que, de sorpresa, en realidad, tenía poco. Supe recomendarle a un pope peronista que encantaba con su flauta a juventudes que quemara su ilustre biblioteca, si lo que recomendaba finalmente era el voto en blanco. Que Scioli no enamoraba, lo acepto. Que su discurso era demasiado tibio, concedido. Pero...¿y por casa? ¿Todos los errores eran atribuibles a Scioli?
Atrincherarse en purezas que el tiempo descubre flojas de pelpas no puede seguir siendo la tónica. Lo que sucede hoy no es novedad, porque una mala noticia se edifica con antecedentes de mucha patinada previa.
Critiqué el "Cristina o nada" porque me parecía pensamiento mágico: la persecución legal sobre ella era exitosamente inhibitoria. Entonces, había que armar de otra manera.
Ahora bien, en nuestras huestes hay una predilección insana por la "decisión sorpresa". Y así, mantenemos en la incertidumbre al pueblo y a tantísimos cuadros que hasta último minuto no sabrán si accederán a tal o cual candidatura, si serán promovidos o congelados en eterna gatera. Estructuras territoriales o de poder simbólico enteras quedan en suspenso a la espera del dedo magnético del Indio Comanche.
¿Qué puede salir mal, verdad?
Hoy nos desgarramos por la labilidad de Scioli, devenido la criatura del film " La Cosa que vino del otro mundo". Pero olvidamos que innumerables destratos para con él y sus equipos (allá lejos cuando todavía eran controlables si los manteníamos dentro y no les exigíamos control de pureza) los orillaron a ser lo que hoy son. No, no es el rayo albertizador el causante de esta mutación que enfrentamos ahora: son nuestras propias pretensiones de incomprobable pureza las que habilitaron que un personaje, hasta no hace mucho controlable, se lanzara a los brazos del Alverso y su troupe de payasos IT.
Y también es culpable de esta circunstancia kafkiana la delirante (y tenida por ingeniosa) premisa de que, en realidad, no hemos gobernado desde 2019.
Vamos a intentar contarle esto último al pueblo. Por ahí nos creen.
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