¿EL PRÓXIMO MAGNETTO?

La centralidad mediática y política de la disputa del gobierno con el Grupo Clarín invisibiliza otros movimientos que se registran dentro del empresariado argento (o más o menos); que además toma creciente distancia del hólding encabezado por Magnetto, como da cuenta esta nota de Perfil.

Cosa perfectamente comprensible, porque cada grupo empresarial tiene sus propios problemas, y más para perder que para ganar si se embanderaran en una disputa abierta contra el gobierno; más en un contexto en el que la economía intenta despegar de la crisis.

Lo apuntado por Perfil se corrobora aun entre los socios de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), cuyos miembros principales son -principalmente- Techint y el propio Grupo Clarín; aunque no abunden allí las simpatías por el kirchnerismo: se trata estrictamente de asuntos de negocios.

De hecho la semana pasada la ministra Débora Giorgi y Guillermo Moreno se reunieron con un grupo de empresarios y sindicalistas de la CGT Caló para intentar sentar las bases de un acuerdo social de precios y salarios para el 2013, y por la representación empresaria asistieron (entre otros) dos destacados miembros de AEA: Luis Pagani de Arcor, y Luis Betnaza de Techint; aquél de los fallidos pronósticos electorales sobre el fin del kirchnerismo, ya el año pasado.

Este último hólding en especial está atravesando un tramo conflictivo de su relación con el gobierno, que en cierto modo fue anticipado por ésta columna publicada en el portal de la AEA hace poco más de tres meses (abriendo el paraguas, que le dicen):  

Claro que el tal Jaime Campos (que nos alecciona con el liderazgo de Techint en la fabricación de tubos de acero sin costura) es apenas un amanuense administrativo, de los que verdaderamente manejan la cámara que nuclea a algunos de los más poderosos empresarios de la Argentina, con un rol estelar de Héctor Magnetto, y Paolo Rocca, el CEO del grupo Techint; como podemos ver acá:

Decíamos más arriba que Techint atravesaba un tramo conflictivo en su relación con el gobierno; con el que parecía haber sellado una paz provisoria luego del entuerto por la designación de los directores de la ANSES en Ternium-Siderar; y la distribución de las utilidades e inversiones de la acerera; pero que voló por los aires cuando el propio Rocca cuestionó la competitividad de la economía argentina, y Axel Kicillof lo cruzó duramente señalándole que el Grupo vive y prospera -en buena medida- por subsidios y protecciones del Estado desde hace muchos años y muchos gobiernos, y haciendo abuso de su posición dominante en el mercado, monopólica en algunos casos.

Hoy mismo leemos acá en La Nación y acá en Clarín como Rocca vuelve a la palestra con el remanido tema de la competitividad y los costos laborales; léase reclama aumentar la tasa de explotación de la mano de obra, y de ganancia del capital, en directa proporción.  

Que las relaciones del Grupo Techint con el gobierno atraviesan un momento conflictivo, lo señalan claramemente varios hechos de los últimos días, a saber:

* Transportadora de Gas del Norte (TGN), empresa del Grupo Techint, demandó a YPF por 142 millones de dólares, por el presunto incumplimiento de un contrato celebrado durante la gestión de Repsol; pero el reclamo estaba hibernado desde hace mucho tiempo.

* El gobierno a través de ENARSA acaba de anular la licitación para la provisión de los caños y ejecución de obras civiles del gasoducto del NEA (una iniciativa original del propio hólding), porque verificó a través de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia un abuso de posición dominante de una empresa de Techint (única proveedora en el país de los tubos de acero sin costura), llevando para arriba los precios.

* Tecpetrol (empresa del grupo Techint) está pujando con YPF para adquirir los activos de los que se desprenderá en el país Petrobras.

* Al igual que le sucede a Clarín y La Nación con Papel Prensa, Techint se verá afectado por la reforma al mercado de capitales y al régimen de las sociedades que cotizan en bolsa, que el gobierno acaba de aprobar en el Congreso; en especial el famoso artículo 20 que autoriza a la Comisión Nacional de Valores (CNV) a intervenir en aquéllas empresas en que no se garanticen debidamente los derechos de los accionistas minoritarios (como lo es el Estado en Ternium-Siderar, con casi el 26 % del capital social, a través del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES).

El hólding que conduce Paolo Rocca tiene buenas razones para temer al respecto, porque resistió en su momento como se dijo la integración de miembros en el directorio en representación de la ANSES, y porque, por su escala y expansión internacional de negocios, no sería para nada extraño que ocultara información vital a los accionistas minoritarios sobre los planes de inversión o distribución de utilidades de sus empresas; como se corroboró que hicieron los españoles de Repsol en el caso de YPF.

El de Techint es un caso para seguir atentamente en los próximos meses, para ver en que medida Paolo Rocca ha decidido tomar la posta que paulatinamente (en la medida que avance el desguace del Grupo Clarín con la ley de medios) irá dejando Magnetto; como el "primus inter pares" del empresariado vernáculo que deseará pujar con el gobierno nacional, en un mismo plano de interlocución e importancia; en un intento por ponerle límites al poder político desde el poder corporativo.