LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

jueves, 13 de diciembre de 2012

MAJUL, EL PREFERIDO DE LOS LECTORES


(*)


Hay que desbaratar ya mismo la falsa idea de que la presidenta está del lado del Bien y que es una víctima de algo tan insaciable como “las corporaciones” representadas por el Grupo Clarín, los periodistas críticos y los jueces independientes. (¿es como si una idea fuera una banda de asaltantes, o un mecano?) Hay que salir a aclarar una vez más que Ella y los dirigentes de organismos de derechos humanos y los artistas que estuvieron el domingo en la Plaza de Mayo no son quienes están del lado heroico de la historia (bueno, convocá, ¿adónde y a que hora nos juntamos?)  y todos los demás son la derecha, los malos, los poderosos, los conservadores, los golpistas y los que tratan de impedir que desde la Casa Rosada se consume algo parecido a una revolución. (y los pelotudos, no te olvidés de los pelotudos, que es la columna que tenés que encabezar vos)

Quizá muchos de los que participaron del festejo no espontáneo y estaban en el escenario desde donde Cristina Fernández habló se encontraban allí por convicción, (espontaneidad, convicción, todas categorías fundamentales para el análisis político; ojo, abajo del escenario había como 400.000 personas eh, es un detalle, manejálo) pero estoy seguro de que muchos otros lo hicieron por interés, por conveniencia (dos argumentos perfectamente razonables: atender al propio interés y a la propia conveniencia, de hecho, el capitalismo está organizado sobre esas premisas, sin ir más lejos) o porque estaban sumidos en la intrascendencia (como Federico Luppi, Grandinetti o Leyrado, que no los llaman para hacer nada) y un buen día Él y Ella les dieron la posibilidad de ingresar en los libros de historia que ya mismo están escribiendo para la posteridad. (¿son de 500 páginas, como los tuyos, que no están destinados a la posteridad sino a ser vendidos ahora?) Se sabe que algunas organizaciones humanitarias y ciertos dirigentes (“se sabe”, “algunas”, “ciertos”, ay Majul, andá aunque sea a una Pitman donde den cursos de periodismo) fueron beneficiados o prostituidos con dinero del Estado. Los fallidos proyectos de Sergio Schoklender (depende, las casas se hicieron y el tipo se levantó un fangote, o sea que lo de “fallido” es un fallido tuyo) y el desmesurado apoyo a Milagro Sala en Jujuy, (¿por qué “desmesurado", cual es el cupo legal de apoyo a organizaciones sociales?) sin control ni auditoría, son sólo dos ejemplos de una política sistemática de cooptación de referentes sociales y de derechos humanos. (que involucró por ejemplo a Baltazar Garzón, Miguel Angel Estrella o Juan Gelman, que no recibieron nada, pero bueno) También es evidente que muchos de los artistas que bailaron y cantaron junto a Cristina Fernández se sienten agradecidos por decisiones oficiales que favorecieron el ejercicio de su actividad. (¿y si eso es evidente, que tiene de malo que estuvieran allí?, vos por ejemplo no estabas porque hace años te sacaron los millones de pauta que recibías, sino matabas a codazos a todos para subir al palco) Pero al mismo tiempo muchos de los que estuvieron allí tienen como su principal ingreso contratos y subsidios pagados con el dinero del Estado, lo que no hace tan genuina, militante ni heroica su participación en semejante manifestación. (ah, o sea que todo lo que vos escribiste mientras cobrabas pauta oficial hay que olvidarlo, o no creerlo)

La estruendosa posición de Fito Páez sería más digerible (¿estás hablando de su posición, o de cómo canta?) si no cobrara el cachet que embolsa por cantar en otros actos como el del domingo. (¿como lo que le pagó Bonfatti por cantar en el monumento a la bandera?) Él desmintió que lo haya hecho durante el último, (y vos no te tomaste el trabajo de averiguar si era cierto o no, pero igual le pegás) pero en otros sí lo hizo, y él mismo lo admitió. (ah, o sea que como cobró antes, aunque toque gratis para el gobierno hasta el final de su vida, siempre será un k rentado digamos) La grandilocuencia de Víctor Hugo Morales sería más creíble si no recibiera por sus charlas dinero público de intendentes cristinistas o renunciara de manera explícita a cualquier ingreso por publicidad oficial, (es interesante que la credibilidad de un periodista como Víctor Hugo la midas vos, que lo invitaste a que presenta un libro tuyo, y te boludeó mal) algo que sería muy acorde con el discurso épico que tiene sobre sí mismo. (ahí son parecidos eh, periodistas al fin de cuentas: creen que el mundo cabe en su propio ombligo) Quizá ahora luzca más simpático, cool y aceptable tocar una canción mientras la actual jefa de Estado se mueve al compás de la música, pero cuando el tiempo pase y el sentido común se termine por imponer, (o sea, cuando Macri o Scioli sean presidentes) muchas "personalidades de la cultura" (volvieron las comillas, se extrañaban) serán ubicadas entre aquellos "que rondan los siniestros ministerios, haciendo la parodia del artista", (o sea que cuando se termine el kirchnerismo, harán listas negras de artistas k, para borrarlos de los medios) como escribió Páez cuando pensaba que la música o el arte debían estar contra el poder de turno o no serían nada. (y viste, es músico, y encima de rock, no se puede tomar demasiado en serio lo que dice, te debés sentir un boludo por haber comprado todos sus discos, ¿no?)
Pero eso no es todo (parecés un vendedor de colectivo)
Hay que repetir, todas las veces que sea necesario, que Néstor Kirchner no murió en combate contra las fuerzas del Mal Absoluto, sino en la cama de su casa de El Calafate y de un infarto, porque se le tapó el stent y el profesional de la Unidad Médica Presidencial que descansaba a unos metros de allí no tuvo tiempo de reanimarlo. (claro, y el stent lo llevaba puesto por las campañas de Rácing, la política no tuvo nada que ver con su salud, salame) Hay que poner en el haber, cuando se habla de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, la decisión de implementar la Asignación por Hijo (ApH) y la de aumentar los haberes jubilatorios, aunque mucho menos que la inflación. (no, nabo, eso hubiera sido si le hacían caso a Lozano, pero por suerte no, y el índice de movilidad hace más de cuatro años que viene dando siempre por arriba) Pero hay que decir de inmediato que el proyecto de ApH (es AUH, Majul, asignación universal por hijo, la otra existe desde hace 40 años) fue "arrebatado" a dirigentes de la oposición que lo venían exigiendo hace tiempo. Y que la decisión oficial de implementarlo por decreto y no a través de una ley esconde un cálculo político propio del clientelismo (¿cuál clientelismo nabo, si lo cobran en una cuenta en el banco con tarjeta magnética, sin tener que dejarle una parte a ningún puntero?, que rústico y primitivo sos Majul, no podés evitar ensartar lugares comunes como una ristra de chorizos) más amarrete, y no la grandeza de quienes quieren pasar a la historia del lado de los buenos. (el problema es que los que la cobran, piensan justamente lo contrario, y lo expresaron con su voto)
Hay que recordarles, a quienes se sienten parte del proyecto Robin Hood, que reconocer el 82% móvil por lo menos a una parte de los jubilados es posible si se toma la decisión política. (ah, mirá vos, cualquiera hubiera pensado que es cuestión de plata) Pero que para eso habría que dejar de financiar, por ejemplo, el Fútbol para Todos (y devolverle de paso el negocio a Clarín, para poder pagarle algo así como 16 $ más por mes a cada jubilado, ay Majul) y otros proyectos igual o más demagógicos que se encuentran activados porque generan un voto más fácil, más urgente (¿cómo es un voto “urgente”, el que llega antes del día de las elecciones?) y menos trabajoso (¿cuáles, Conectar Igualdad, la AUH, con la que dijiste antes que estabas de acuerdo?) del que se puede obtener con decisiones que le sirvan a la próxima generación. (claro, porque aprobar el 82 % móvil sin decir de donde salen los miles de millones al año que cuesta, como hizo la oposición en el Congreso, es pensar en las futuras generaciones...de abogados previsionalistas)
Hay que decirle a la Presidenta y sus aplaudidores de siempre que no se puede acusar con tanta liviandad de golpistas a quienes no piensan como el Gobierno o están en contra de que se hagan las cosas de prepo, como en la interminable e insoportable guerra que emprendieron contra el Grupo Clarín. (ahí coincidimos: es insoportable que dure tanto, hace tres años debería haber terminado, como manda la ley de medios) Lo que nos dejó el Golpe (¿por qué mayúsculas, estás hablando de la película?, aunque acordáte que a Magneto y Ernestina el golpe les dejó Papel Prensa) fue demasiado doloroso como para agitar semejante fantasma y poner a todos en una misma bolsa. (es verdad, avísale a la oposición, que se metieron todos juntos ellos sólos el lunes en el comité radical) Para empezar, se debería tener mejor memoria y recordar, una vez más, que ni Néstor ni Cristina fueron mártires ni víctimas de la dictadura. (no, si hubieran sido mártires no estaban en el 83’, vos tampoco fuiste una cosa ni la otra, y te estás arrogando la interpretación de lo que hay que hacer o no con el dolor de la dictadura) Que ni Él ni Ella padecieron las aberraciones de la mayoría de sus compañeros durante la etapa más sangrienta de la historia reciente. Que mientras otros abogados defendían a presos políticos y presentaban hábeas corpus para intentar salvar la vida de muchos militantes, ellos cobraban hipotecas en Río Gallegos, lo que no era un delito, pero estaba muy lejos del antecedente heroico que pretenden presentar, por ejemplo, en Néstor Kirchner, la película. (¿y no te parece que gente como Hebe de Bonfani o Estela Carlotto han evaluado eso, y tomaron la postura que tomaron ante el kirchnerismo, con mucha más autoridad moral que vos, sorete?)
Y para terminar, (mirá que más abajo escribiste otro párrafo) y respetar los hechos de la historia reciente, hay que recordar, por enésima vez, (que fugaz sos para tus lectores Majul, dáte cuenta, tenés que repetir siempre lo mismo para que se acuerden) que esta cruzada prepotente contra Clarín y el periodismo crítico, con aires de justicia romántica y pura, tiene como antecedente directo la aprobación de la fusión entre Cablevisión y Multicanal, que fue firmada por el presidente Kirchner cuando terminaba su mandato, en diciembre de 2007. (no, fue firmada por la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, y hace tres años que el gobierno trata de anularla en la justicia pero Clarín se opone, y a los jueces hay que dejarlos tranquilos para que protejan sus negocios, según vos; además de que no entiende un argumento tan tarado: estaba mal que el negocio apañara los negocios de Clarín, y ahora está mal que los desarme, ¿la pelotudez es fuente de seguridad jurídica?) Esto, por supuesto, no significa que el Estado no tenga derecho a pedir la adecuación de un multimedios privado cuyo tamaño podría romper el equilibrio del mapa de una parte de la información. Pero en este caso también habría que llamar a las cosas por su nombre. Cuando la ley de medios se aprobó, todavía nadie tenía claro cuál era el nuevo mapa nacional de la información. (no nabo, justamente porque se tenía perfectamente claro eso, se impulsó la ley de medios) Ahora se sabe que ya no es más Clarín sino el Estado el multimedios más poderoso, más desequilibrante y más agresivo. (ah, como cuando en el conflicto del campo decían que la oligarquía terrateniente había desaparecido, avísale a Magneto que su imperio es muy chiquito, así se ahorra lo que está gastando en abogados y pasajes a Miami para jueces) Lo saben los líderes de la oposición que son insultados cuando les empieza a ir bien en las encuestas. (¿cuáles, las que decían que el año pasado ganaba Macri?) Lo saben los empresarios que callan para que no ataquen a sus compañías. (y porque además con el kirchnerismo la levantaron con pala) Lo saben los medios críticos que dejaron de recibir publicidad oficial. (o sea, vos, y tus programas, pero andá a reclamarle a la Corte, como hizo Fontevecchia, y seguro conseguís pauta) Lo saben los artistas, deportistas y periodistas que no dicen lo que piensan porque temen una inmediata visita de los inspectores de la AFIP (temen, porque deben, negrean y evaden, si no ¿cuál es el problema?) con cobertura periodística oficial o paraoficial garantizada.
Sería mejor, en todo caso, que el Gobierno dejara actuar a los jueces en paz. Sin tanta presión, sin tanta prepotencia. (eso, así sacan sentencias como la de Tucumán en el caso Marita Verón) Sin ponerse en el lugar del mártir que busca justicia frente al supuesto gigante voraz e insaciable que pone en riesgo a la democracia. (“supuesto gigante” pero con 302 licencias) Este cuentito no resiste el menor análisis. Jamás un gobierno tuvo más poder político y económico que éste. (y jamás un grupo empresario periodístico tuvo tanto poder político y económico como Clarín, ¿Videla tuvo menos poder que Cristina?, ay Majul, sos un insulto a la inteligencia) Quizá tendría que empezar a gestionar y ocuparse de los temas urgentes en vez de distraer la atención con un nuevo capítulo de la novela de "Los buenos versus los malos". (yo no sé como Cristina no te nombra en el gabinete, si lo que le está haciendo falta materia gris)
(*) Las negritas son nuestras, el original acá.

4 comentarios:

Barullo dijo...

Sin dudas que las sopapeadas (virtuales, ¿eh?, ojo al piojo) a Majul son de lo más preferido por los lectores.

Majul: no nos dejes sin esta alegria.

Adriana dijo...

Es un fenómeno Luisito, no le bastó con hacerle psicoanálisis a distancia a la presidenta, ahora también se lo hace a las masas, y te distingue cuántos fueron por convicción, cuántos porque no tenían luz en la casa, cuántos por dinero. Y todo así, a ojo de buen cubero, sin salir de la casa. Lo dicho, un groso, si hubiera nacido un siglo antes Freud se ponía un parripollo.

anonimo veneziano dijo...

Impecable... pero cambiaría "salame" por "sorete"

anonimo veneziano dijo...

Me apuré a comentar antes de terminar de leer, no había llegado al "sorete" que está avanzando en la nota, igualmente: doble sorete es poco