LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

viernes, 5 de julio de 2013

LA CAMPAÑA SILENCIOSA


El título puede parecer antojadizo, porque si algo no tendría la campaña de cara a las PASO, es silencio: todos hablan por todos lados, y de política (sobre todo poco antes y poco después del cierre de las listas) se habla todo el tiempo.

Ni que decir en los medios, que son los que marcan la agenda de lo que se habla.

Se discute todo el tiempo sobre las tendencias que marcan las encuestas, quien armó la mejor rosca, que si Massa sí o no, que si va como oficialista o como opositor, que si elección legislativa o plebiscito de la gestión de Cristina.

Pero de lo que no se habla mucho (más bien nada), es de que haría cada uno de los que se lanzaron a la cancha, si les tocara gobernar.

Es más. el nuevo niño mimado de los medios y las encuestas, la nueva esperanza blanca para sacarse de encima al kirchnerismo después de 10 años -que para algunos son interminables-, Massa, está donde está por no hablar.

Por no adelantar la más mínima pista de lo que piensa, llevando la deliberada ambigüedad al extremo de decir que conservaría lo bueno del kirchnerismo, y mejoraría lo malo; sin decir que considera en cada alforja: la nada misma.

No mucho más preciso es el resto, que en todos los temas que cruzan la realidad cotidiana, se limitan a oponerse, sin mostrar las cartas de su  propio juego.

Critican la inflación, pero no nos dicen como la combatirían, más allá de la zoncera de hablar de los números del Indec y de "la necesidad de reconocer el problema": ¿que harían, ajustarían disminuyendo el gasto público y en ese caso en qué, irían contra los formadores de precios, abrirían totalmente las importaciones, congelarían la discusión en paritarias?  

Señalan la crisis energética y el peso de las importaciones de combustible en la balanza de pagos, ¿cómo encararían el problema, enfriando la actividad para que se consuma menos combustible y energía, liberando por completo los precios del petróle y el gas en boca de pozo, como si eso aumentara mágicamente la producción, prohibiendo las exportaciones de hidrocarburos hasta alcanzar el autoabastecimiento?

Cuestionan el "cepo cambiario", los controles a la fuga de capitales o a la remisión de utilidades, ¿qué proponen como alternativa, devaluar, liberalizar por completo el mercado cambiario y dejar que la gente compre todos los dólares que quiera, o por el contrario imponer un control de cambios total y absoluto, sin ninguna excepción?

Alertan sobre los juicios de los fondos bruitres y agitan una y otra vez el fantasma del defáult, pero no sabemos -porque no nos lo cuentan- como encararían el problema de la deuda: ¿volviendo a defaultearla, contrayendo nueva deuda para pagarla en los mercados internacionales, negociando con los buitres, pagando sin apelar a las reservas del BCRA?, ¿de dónde sacarían la plata en ese caso?

Denuncian el mal estado de los trenes, o la política de subsidios a los concesionarios de servicios públicos, pero no nos dejan saber si -llegado el caso de ser gobierno- mantendrían esos mismos servicios en manos del Estado o los volverían a conceder a privados, si mantendrían los subsidios, los modificarían haciendo "sintonía fina" (y en ese caso, a quiénes se los quitarían), o promoverían un aumento generalizado de tarifas, con la excusa de alentar las inversiones.

Dicen que la política agropecuaria del gobierno es un desastre, que "no entiende al campo" y que faltará de todo, pero nos dejan en  ayunas respecto a sus recetas para que sobre, y sea barato: ¿eliminarían las retenciones, o las aumentarían y que sean móviles, liberalizarían por completo el comercio exterior de productos agropecuarios o lo nacionalizarían? 

Se opusieron en todos las formas a la reforma judicial y celebraron como un gol de media cancha el fallo de la Corte, pero no sabemos si es porque consideran que la justicia en el país es fabulosa, o la consideran una porquería (a veces desorientan, porque dicen las dos cosas), pero ellos tienen otros medios de mejorarla, de los que no nos informan.

Sanatean diciendo que buscan una mayoría legislativa (cosa harto improbable) para tumbar las otras cinco leyes, sin reparar en que Cristina vetaría las leyes derogatorias, o en que de lograr voltearlas, la justicia seguiría igual, o sea peor.

Nada dicen respecto a medidas del kirchnerismo que consagraron derechos, y que de un modo u otro critican, que si por el modo en que se financian, que si porque fueron hechas con una finalidad espúrea, o por otras cuestiones: así pasa con Conectar Igualdad, la AUH, la movilidad jubilatoria o el Fútbol Para Todos: ¿las mantendrían, las mejorarían, las dejarían sin efecto?

Manifiestan estar muy preocupados por los jubilados y hablan de los juicios y del 82 %  móvil, pero no nos permiten saber como pagarían unos y financiarían los otros, con que recursos, sacados de que otro gasto del Estado, o financiado por quien, pagando que impuesto.

Critican la ley de medios, pero tampoco se animan a decir abiertamente si la cumplirían, la refomarían o directamente la borrarían del mapa; o que harían con el predio de la Rural, por decir algo.

O como reemplazarían el impuesto a las Ganancias de la cuarta categoría, si lo eliminaran como proponen. 

No se trata de que todo lo que el gobierno hace esté todo perfecto, no cometa errores o no enfrente dificultades e incertidumbres.

Se trata de que (ellos mismos, los opositores, incluso lo admiten) con el kirchnerismo se sabe más o menos a que atenerse después de 10 años: les guste o no hay un rumbo, una idea, un eje central claro del que trata de no moverse.

Con ellos no se sabe, se puede especular, se puede intuir, por ahí a alguno (como a Macri) se le escapa un sincericidio, pero por regla general, no muestran las cartas: prefieren hablar de generalidades incomprobables todo el tiempo, o hacerle la claque a la agenda editorial de los medios.

Cosa rara, en un país que (ellos mismos nos lo dicen todo el tiempo) todo se cae a pedazos, empezando por el gobierno y la imagen de Cristina: si fuera cierto, no debería ser tan costoso en términos electorales salir a decir -con todas las letras, y con lujo de detalles- que ellos proponen hacer exactamente todo lo contrario de lo que se viene haciendo desde el 2003; y explicar como afrontar los costos resultantes.

Y si fuera posible mejorar todo lo que el gobierno hace mal, o hacer lo que nunca hizo para que las cosas sean mejores, sin generar conflictos, sin afectar intereses y sin que nadie reaccione en contra, es sorprendente que ninguna figura de la oposición revele el secreto; porque sería casi como haber encontrado la piedra filosofal.  
   
Porque de lo contrario la fuerte sospecha es que, debajo de la apariencia de la diversidad de la oferta electoral de la oposición, hay un sobreentendido común: ganarle al kirchnerismo y desalojarlo del poder, a como dé lugar, para regresar al generalizado consenso del "país normal", del que habla Binner.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso es lo que me gustaría saber, que irán a hacer los candidatos...

por ejemplo, Obeid va a volver a apoyar las privatizaciones menemistas?

Anónimo dijo...

Julio Iglesias: "dizen tantas cozas, ia no zaben que dezir".
En cuanto a Sergio Massa poco favor le hace don Eduardo Duhalde que lo califica como "una esperanza".
Los otros se desintegran el 27 de octubre a las 22 horas.
Aguante CFK y en Santa Fe el Beto Galarza.
Juan, militante peronista K, 60 años

Barullo dijo...

Gran post. Ahora falta saber qué periodista independiente le pone el cascabel al gato.

Anónimo dijo...

Muy buen post!
Qué irá a comentar el candidado del fpv en su twitter???

Vamos que se nos vienen encima las primarias!!

UN TWITTER PARA OBEID!!!

Anónimo dijo...

Un twitter interesante:

@MIABUELOBINNERESTÁGAGÁ