El cuadro de apertura (hacer click para agrandar) muestra la evolución del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) que administra la ANSES; desde que se confórmó en el 2008 cuando se disolvieron las AFJP, hasta el mes pasado.
Medido en plata, los activos (compuestos por plazos, fijos, títulos públicos, acciones y participaciones en empresas y en fondos comunes de inversión) pasaron de 98.062 millones de pesos, a 329.472, casi un 236 % de aumento en cinco años.
En el cuadro pueden ver además el ascenso interanual, que en el caso del período 2012-2013 fue del 34,6 %, superando cualquier estimación de inflación oficial o privada.
Dentro de la cartera de activos que componen el FGS, crecieron las inversiones en proyectos productivos o de infraestructura (por ejemplo el financiamiento del programa PROCREAR) hasta llegar a un 13,6 % del total; cuando en los tiempos de las AFJP era de menos de un 1 %.
Un ejemplo concreto de administración eficiente en manos del Estado, resguardando los aportes de los trabajadores (la mal llamada "plata de los jubilados"), e inyectando recursos a la economía real para sostener el crecimiento.
Una fuente genuina de financiación que siguió creciendo en el medio de la crisis financiera internacional más grande que se registre desde 1929, y una decisión estratégica que tomo el gobierno nacional, para hacer menos vulnerable al país ante los flujos de capitales golondrinas.
Pensemos -en el contexto actual, de movimientos especulativos con el dólar- lo que pasaría si siguiera vigente el sistema de capitalización, y estos activos estuviesen en manos de las AFJP; ligadas en su mayoría a los bancos de capital extranjero.
Y recordemos también que cuando se discutió su disolución y la reestatización total del sistema previsional, aun entre los que votaron a favor hubieron quienes (como el socialismo y "progres" varios, ver acá) votaron en contra el artículo 8 de la Ley 26.425; que fue el que dispuso que los activos del FGS debían destinarse a inversiones vinculadas a la economía real, que generaran empleo y actividad; lo que redunda a su vez en salarios y mayores aportes a la seguridad social.
Lo que a su vez -en el marco de la "formulita" de la ley de movilidad previsional que la mayoría de la oposición también votó en contra- permite otorgar mayores aumentos semestrales a jubilados y pensionados.
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