LA FRASE

"ESTADOS UNIDOS ES UN PAÍS LIBRE, ALLÁ UN TIPO DE PIEL NARANJA PUEDE SER PRESIDENTE DOS VECES, NO COMO ACÁ, QUE YO NI PUDE SER GOBERNADOR." (MIGUEL DEL SEL)

lunes, 4 de mayo de 2015

PARA COMPARAR


Se conoció días pasado el documento del FMI en el que analiza las perspectivas económicas de América Latina, y dentro de la región, las de la Argentina.

Desde ya que esta buena gente -como si no los precediera su frondosa reputación de fracasos- no se contenta con la descripción, sino que se cree en el deber de proponer soluciones.

Que son más o menos las mismas que vienen proponiendo desde su creación en 1944, y en el caso de la Argentina, desde que en 1956 el gobierno de la dictadura aramburo-rojista decidiera ingresar al país como miembro: contención del gasto público, ajuste de las tarifas de los servicios públicos, desregulación y apertura de la economía, eliminación de las restricciones cambiarias y los controles al comercio exterior, devaluación, baja o eliminación de retenciones; es decir, lo ya sabido.

Estos "consejos" -no pedidos- tuvieron escasa repercusión en el país, salvo las consabidas réplicas desde el kirchnerismo. Por el lado de la dirigencia opositora y aun de los sectores del poder económico hubo un estruendoso silencio.

Es cierto que desde que Néstor Kirchner decidió en 2005 cancelar la deuda de la Argentina con el Fondo, sus opiniones perdieron importancia y gravitación en el diseño de la política económica nacional; porque al no deberles nada, ya no estábamos condicionados a oír -y peor aun, seguir- sus "recomendaciones".

Del mismo modo y al no ser ya nuestro acreedor, el propio Fondo se vio privado de "ayudarnos", condicionando esa ayuda al cumplimiento de las famosas "condicionalidades": reformas legislativas, privatizaciones, flexibilidad laboral.

Aun así, hay quienes plantean volver al FMI y a la revisión anual de nuestra economía que marca el artículo 4 de su Carta (como Mario Bléjer, cercano a Scioli); como si pudieran aportarnos productivo, desde la óptica de su visión económica.

Sin embargo, el silencio opositor no debería ser interpretado como discordancia con el núcleo duro de las "sugerencias" del Fondo: de hecho y como muy bien lo señalaba Alfredo Zaiat ayer en Página 12, muchos de esos "consejos" tienen absoluta similitud con las propuestas que han dejado trascender candidatos como Macri, Sanz o Massa; o con las exigencias de buena parte de las entidades empresariales: la Mesa de Enlace, la AEA, la UIA o el Foro de Convergencia Empresarial.

De allí que lo interesante -como bien lo apunta Zaiat- no es solo prestar o no atención a lo que pueda decir el Fondo, sino comparar quiénes pretenden introducir camufladas esas mismas propuestas en nuestro debate político; en éste año electoral.

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