LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

sábado, 15 de febrero de 2020

UN CASO DIGNO DE ESTUDIO


Varias veces abordamos acá el caso de los préstamos UVA, uno de tantos disparates económicos que perpetrara el macrismo en los cuatro años en los que asolara estas pampas.

En su momento, cuando era oportuno y sin pretensión de originalidad (mucha gente habló y escribió al respecto) advertimos que se trataba de una trampa, armada para negocio de los bancos, en un país cuya historia económica está marcada a fuego por los altos niveles de inflación, y por ensayos similares que terminaron como éste: en desastre para los que se atrevieron a entrar, no obstante las advertencias. Con los números en la mano, mostrábamos acá que la apuesta era suicida, aun cuando los pronósticos de inflación del gobierno de Macri acertaran. 

También dijimos que no se nos escapaba el hecho de que mucha gente tomó esos préstamos porque los vio como la única posibilidad de acceder a la vivienda propia (un sueño imposible para millones de argentinos), y que era natural que, como cualquier grupo social damnificado en sus intereses, pidieran respuestas del Estado, y de la política.

Sin embargo, también señalamos que el país -y por ende el gobierno- tenían innumerables problemas mucho más graves y extendidos que el de los deudores UVA, sin ir más lejos y sin salirnos del problema de la vivienda, el de los millones de argentinos que alquilan, y destinan buena parte de su salario a pagar para tener un techo que los cobije a ellos, y a sus familias.

Problemas que demandaban y demandan una atención más urgente e inmediata, e incluso respecto de los cuales el gobierno que sucedió a Macri debe dar respuestas, porque fue parte de sus compromisos de campaña, como recomponer el poder adquisitivo de los haberes de los trabajadores (formales e informales), los jubilados y los beneficiarios de planes sociales.

Dicho todo esto, no seríamos honestos con nosotros mismos si no señaláramos que la actitud de muchos de los deudores de préstamos UVA (generalizar sería injusto), es un caso digno de estudio por la sicología social, u otra ciencia que pueda abordarlo, y nos ayude a comprender.

En las condiciones reales de acceso al crédito en nuestro país, no es difícil suponer quienes accedieron a este tipo de préstamos, por calificar para ellos conforme a los requisitos que establecían los bancos, grandes beneficiarios finales del sistema: familias de clase media, con ingresos medios/altos según el promedio de los trabajadores, en blanco y con cierto margen de ahorro disponible para pagar las cuotas, aun cuando estuvieran al mismo tiempo pagando un alquiler.

Y gente que a su vez confió en la palabra de Macri y en su programa económico, en cuanto a que iba a terminar con la inflación, o que en su gobierno no iba a ser un problema. Si eso es así (y todo indica que lo es), es muy posible que confió al extremo de haberlo votado, de donde la correlación "deudor de préstamos UVA/votante de Macri" debe ser alta, por no decir altísima.

¿A qué viene esto? A que tratándose la cuestión de un problema entre privados (como bien definió Alberto, aunque les moleste a muchos), con consecuencias o proyecciones sociales, la única posibilidad de "arrimar una solución" es que el Estado ponga plata de todos (incluso de los que pagan IVA cuando compran en el almacén, aunque vivan abajo de un puente), para compensar a los bancos porque sus deudores no les paguen la deuda, en los términos que convinieron.

Cualquier otra solución (como modificar por ley o "acto del príncipe" los contratos, sin compensarlos) sería judicializada, y ya sabemos la suerte que correría en éste país un reclamo judicial del poder económico (los bancos) contra el Estado. El que diga lo contrario miente, o no lee los diarios.

Así las cosas, no es dudoso lo que, en éste estado de cosas y con las prioridades más urgentes que atender que brotan por todos lados, debe hacer el gobierno. Otra cosa sería incluso injusta.    

Y en ese contexto, que los damnificados por su propia decisión (tomada por las razones que fuera, pero suya), al ingresar a un sistema cuya perversidad y poder de daño fue advertido y era visible, se enojen con el actual gobierno y se consideren decepcionados con él, y no con el anterior, es como mínimo -reiteramos- un caso digno de estudio.

3 comentarios:

mario dijo...

Dolorosamente cierto el artículo. Y muy bien escrito

Diego dijo...

Hace un tiempo estaba una de las damnificadas en C5N. Le faltaban pocas materias para recibirse de Contadora Pública. No se entiende cómo hizo rindió tantas materias y se metió en los UVA. O enseñan mal.

Sin embargo, para estos casos hay una solución sencilla y que venía dentro de las instrucciones de los econochantas que defendían los UVA: el valor de los inmuebles siempre sube, así que podrían vender las propiedades y quedarse con el vuelto.

Pero no, van a putear a Alberto y a Cristina y volverán a votar a Macri.

Anónimo dijo...

No me parece un caso digno de estudio. Se trata de una excusa más para putear al peronismo