LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

sábado, 27 de febrero de 2021

DIÁLOGO, CONSENSO Y COSO. SOBRE TODO COSO

 


No se trata de que uno descrea de la utilidad o importancia del diálogo, o suponga que es imposible arribar a algunos consensos básicos en el país. Se trata simplemente de tener una mirada realista, y tener en cuenta que para dialogar -como para bailar el tango- hacen falta dos, e incluso -a diferencia del tango- más que dos dispuestos a hacerlo, con sentido constructivo.

Del mismo modo que -por ejemplo- para discutir un modelo de desarrollo productivo integrado para el país es imprescindible (en palabras de Claudio Scaletta) que exista un sector empresarial "demandante de desarrollo" y no ávido por evadir impuestos, dolarizar ganancias o excedentes y fugarlos; para que el diálogo cierre en cosas concretas y no sea una mera pérdida de tiempo, se necesita que todos estén dispuestos a ceder algo en pos de los consensos.

Sobre todo los que más tienen para ceder, porque menos han cedido antes, o porque nunca han cedido; y entienden el diálogo como una simple excusa para plantear sus demandas, de las que no están dispuestos a bajarse, o la subsistencia de sus privilegios, que no están dispuestos a resignar.

Que es más o menos lo que pasa -ahora y siempre- con el núcleo duro de nuestro establishment económico, como se puede comprobar leyendo  esta nota de Ámbito sobre las demandas de las principales empresas alimentarias al gobierno cuando respondieron a su convocatoria para hablar sobre los aumentos de precios de los alimentos.

Los tipos piden "descongelar" los precios de los productos incluidos en "Precios Máximos" (o sea, poder aumentar lo que no aumentaron), y protestaron -cuando no- contra la doble indemnización y la prohibición de disponer pedidos o suspensiones, porque (sic) "pierden competitividad".

De donde uno podría concluir perfectamente y sin temor a equivocarse, que por "competividad" entienden "tasa de ganancia obtenida mediante la híperexplotación de la mano de obra y el abaratamiento del costo de despedir parte de ella". Traduciendo se entiende la gente.

Y también podría pensar que sentido tiene convocar a dialogar a gente como Funes de Rioja, para el cual al parecer los alimentos están baratos, o si están caros no es un problema de él, o con el que tenga algo que ver. 

Para que se entienda: convocados para aportar ideas para salir de la crisis, los tipos reclaman manos libres para seguir aumentando los precios de la comida, y para poder despedir o suspender gentes, sin mayores consecuencias legales o económicas.

O también se podría discutir que sentido tuvo convocar a los empresarios del "Norte Grande" por parte del presidente, para que los tipos le planteen a boca de jarro que quieren pagar el "aporte solidario" vulgarmente conocido como "impuesto a las grandes fortunas" (o sea, se trata de gente que está entre los 12.000 tipos más ricos del país) en 36 cuotas, sin intereses

Una "contribución" que -recordemos- se destina en buena medida a afrontar los gastos que demanda la pandemia, como comprar vacunas, de esas que se terminaron poniendo Aldrey Iglesias y su familia, ponéle. 

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2 comentarios:

profemarcos dijo...

"36 cuotas, sin intereses"
El gobierno se puso firme y les exigió que será en 47

En cuatro y el sieta

Anónimo dijo...

¿Y si traen en 36 cuotas la que fugaron durante el macrismo ?
El Colo