LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

martes, 16 de mayo de 2023

A BRILLAR, MIS AMORES

 

"Ya lo dije el 6 de diciembre del 2022. No voy a ser mascota del poder por ninguna candidatura. He dado muestras, como nadie, de privilegiar el proyecto colectivo sobre la ubicación personal. No voy a entrar en el juego perverso que nos imponen con fachada democrática para que esos mismos jueces, encaramados hoy en la Corte, dicten un fallo inhabilitándome o directamente sacándome cualquier candidatura que pueda ostentar, para dejar al Peronismo en absoluta fragilidad y debilidad frente a la contienda electoral. Los hechos recientes me han dado la razón.".

"No se trató de una decisión apresurada ni producto del momento, sino de una decisión razonada y pensada. Los conozco, sé como piensan, como actúan y como van a actuar. Los he visto a lo largo de la historia y experimenté su juego en carne propia y de mi familia, con una persecución atada con precisión quirúrgica al calendario electoral.".

"Debemos ser inteligentes para salir de este laberinto y romper la trampa a la cual nos quieren llevar: que tengamos una candidatura prohibida por el Partido Judicial. Porque, frente a una derecha cuya única propuesta es arrebatar derechos, el peronismo sigue siendo el espacio político que garantiza la defensa de los intereses del pueblo y de la Nación.".

(La carta completa de Cristina, acá

(Post recontra ultra relacionado de necesaria relectura, acá

2 comentarios:

Claudia dijo...

¿Por qué es una sorpresa la carta de Cristina? Ninguna sorpresa, lo vino anunciando desde mucho antes. Pero desde diversos ámbitos se fomentó el pensamiento mágico... que demostró no ser sólo patrimonio de Cambiemitas.
La coyuntura exigía responsabilidad extensa, jugarse a enhebrar ideas y estrategia. Pero la realidad es que el Peronismo, a pleno, jugó a congelar el tiempo y a afianzar feudos y circunscripciones propias o deseadas y nadie se lanzó, en serio, a la captura del Ejecutivo Nacional. Cada uno en su quintita y al pueblo, gracias por los servicios prestados. Un pueblo que también decidió sumergirse en el Sueño de Odín esperando que otro u otra le pelee sus derechos no hace mucho reconquistados.
A ella la fueron vaciando de poder, a cuentagotas, pero con persistencia pírrica. La lapicera de Cristina se perdió en 2015, para nunca recuperarse. Luego, ella fue erigida en un rol parecido a un premio consuelo: Cristina, la gran electora. Y continuaron vaciándola de poder real, entre propios y ajenos. Siempre confiándose en su capacidad mítica de arrastre final, mientras la geopolítica gritaba que el próximo período venía de nalgas y que las siguientes elecciones en el subcontinente serían muy jodidas. Sin embargo, las causas judiciales cada vez más amañadas, el cerco más que material a su domicilio, las agresiones a sus oficinas, el intento de asesinato, la tibieza del Partido en responder a todo esto, no hacían más que vulnerabilizar su posición.
Si la tocan a Cristina, la que se va a armar. Minga, la recontra tocaron y no pasó naranja. No se trataba de armar marchitas testimoniales. Se trataba de ejercer presiones puntuales, de materialidad contundente. Ni una solicitada de respaldo garparon. Pocos y contados gremios como ATE lanzaron un plan de lucha por su referente.
Esta sociedad declamativa agoniza. No sólo los medios masivos al servicio de los grandes intereses construyeron y construyen escenografías ficcionales. El Peronismo también se especializó en utilerías diversas. "Cristina decide"...es un escenario de plató de cine. Cristina no decide si el resto de los cuadros se rajan de la escena agonal; si se van a dar conferencias de cualquier bosta mientras truenan desafíos materiales; si se concentran en sus minucias misérrimas, o se emborrachan en sus mesas de arena.
Estuvieron vendiendo un operativo clamor risible. Cristina se los dijo en cuanta lengua existiese.
Venimos de presenciar una aberración jurídica en varias provincias. Y todavía claman "Cristina Presidenta". Estamos a un pelito de que los jueces federales despierten de su letargo estacional para hacer lo que siempre hacen: complicar los requisitos electorales. Y falta todavía la opereta sobre las supuestas discrepancias del Censo Nacional en La Matanza (¿o se olvidaron de ese detallito, de esa desangelada operación de hace unos meses que es una bomba-racimo programada para despertar a tiempo?).
La economía es un desastre y no hay quien la dome. No hay tiempo para timoratos ni para exclusivismos. Si el Peronismo no quiere ser el próximo Radicalismo debe espabilarse y, quizás, evadamos una elección atomizada en tercios o cuartos que podría ser el trampolín para fenómenos indeseados y explosivos.
Nunca un momento fue más hegeliano, en verdad. Negarse a la obviedad de lanzar y completar procesos políticos no hará que su necesidad desaparezca.

Anónimo dijo...

Me cago en la Corte, pero también me cago en Alberto y su nefasto entorno PJ Capital que buscaron y festejan la proscripción.
Basta de boludeo. Hay que hacer tronar el escarmiento.
El Colo.