Ahí está el huevo y no lo pise, diría Inodoro Pereyra: el objeto de la nota no es reconocer el esfuerzo de la docente, sino convalidar con la historia de la maestra (y con su testimonio personal) el presentismo docente (porque es eso, aunque apelen a eufemismos) reinstaurado por decreto por Pullaro, para quebrar las huelgas de los maestros cuando reclaman mejores salarios y condiciones de trabajo.
Reforzando de paso con el loable ejemplo de la maestra, todos los prejuicios y estereotipos de buena parte de la sociedad (en especial de su base electoral) contra los paros, los sindicatos y los reclamos de los trabajadores: los que no trabajan es porque son vagos, e inventan excusas para no hacerlo.
No porque tengan buenas razones, como por ejemplo estar enfermos, tener que cuidar a un familiar (dos situaciones que a cualquiera le pueden suceder, y le hubieran hecho perder el premio a la maestra del ejemplo si se le ocurrían) o hacer paro porque ganan poco y el sueldo no les alcanza para vivir, o trabajan en malas condiciones.
Tenés que ser muy sorete para reimplantar el presentismo con la excusa de que los docentes faltan mucho, y más sorete aun para no animarte a llamarlo por su nombre, apelando a eufemismos.
Pero por sobre todas las cosas tenés que ser muy sorete para apelar al ejemplo de una trabajadora, para justificar una forma de cagar a los demás trabajadores.
1 comentario:
Porcentaje de docentes que votaron a Pullaro: ¿ 45% ?, ¿ 50% ? , ¿ 55% ?, ¿más?
¿Cual es la diferencia con los lúmpenes que votaron a Milei y hoy no encuentran comida en un comedor social?
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