LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

martes, 21 de junio de 2011

PIELES SENSIBLES


El delfín de Binner y candidato a gobernador del Frente Progresista, Antonio Bonfatti, expresa su molestia por los insultos que habría recibido durante el acto del Día de la Bandera, los que al parecer alcanzaron a su señora madre.

Tiene razón Bonfatti: la pobre señora no tiene la culpa, ni se los merece.

Y seguimos coincidiendo con Bonfatti, sobre todo cuando dice: "Por el bien de todas las familias que estaban allí es mejor que haya hablado sólo la presidenta y que cada uno saque sus propias conclusiones", lo que no esperábamos es que justo él reconociera que, si hablaba Binner, a las madres se les dormían los chicos en brazos, y eso no está bien, no señor.

A menos que haya un mensaje subliminal de su parte, y les esté diciendo a sus votantes que temía que las hordas peronistas -acicateadas por un discurso incendiario de Cristina- volvieran a arrasar con todo, como cuando quemaban iglesias y hacían asados con el parquet de las casas.

Algo que por supuesto no sucedió, mal que les pese a Bonfatti y al propio Binner, que también se quejó de la "partidización" del acto.

La verdad que pretender que no haya presencia activa de millitantes políticos en un acto encabezado por la presidenta de la República, a horas del cierre de la presentación de candidaturas y cuando todo el país (incluyendo a los opositores, y entre ellos, a los socialistas) espera expectante el anuncio de que competirá por la reelección, es como mínimo pavote.

¿O acaso el mismo Bonfatti, candidato a gobernador en elecciones que son dentro de un mes, o el propio Binner, recientemente proclamado candidato presidencial, no esperaban obtener rédito político de su presencia en el acto?

No solo el comportamiento del público (como no podía ser de otra manera) fue ejemplar: la propia Cristina en su discurso mencionó al mismísimo Sarmiento, prócer caro a los afectos del socialismo liberal que encarnan Binner y Bonfatti, si los hay; y a Hipólito Yrigoyen, el más importante referente histórico del radicalismo, y hasta a la propia Alicia Moreau de Justo, más un gesto de cordialidad hacia sus anfitriones que una puesta en paridad con las otras figuras de nuestra historia que mencionó en su discurso.

Si la movilización popular rodeó de afecto la presencia de Cristina, ¿qué pretendían, que se la impidiese?

Si a Binner, Lifschiz y Bonfatti le faltaron militantes porque no se movilizaron "organizadamente" y "espontáneamente" no fueron porque el día estaba feo, o le temían a los mazorqueros kirchneristas, es un problema de ellos, no de Cristina.

En la misma línea -y tal como la propia Cristina lo advirtió en su discurso- Clarín le cuestiona la defensa de su gobierno.  

¿Qué pretendían que hiciera, decir algo así como "mi gestión es una cagada", y anunciara su renuncia? 

Pero hablando de actos en el Monumento al Bandera, partidización de fiestas patrias y demases: hace poco más de tres años, exactamente el 25 de mayo del 2008, la Mesa de Enlace organizaba un multitudinario acto en el mismo lugar, en medio del lock out patronal que desabastecía al país. 

Como se ve en la foto que ilustra el post, abundaban las banderas argentinas, porque eso sí: el campo es la patria, como todos sabemos.

Cabría preguntarse que es peor: la movilización política de militantes en un acto cívico para apoyar un proyecto y a una candidata, reivindicando además una tradición histórica donde caben otras gestas históricas y tradiciones políticas del pueblo argentino; o la absorción de la nacionalidad misma en la defensa de los intereses puramente económicos de una clase o sector, que entiende que está predestinado a conducir el país e imponerle una determinada forma de ser. 

Y la consecuente negación de la argentinidad a todo aquel que no piensa como ellos, o se oponga a sus intereses. Ni Binner ni Bonfatti se preocuparon entonces por la partidización de una fiesta patria, en sus propias narices, en el Monumento a la Bandera.

Pieles sensibles las de esta gente, lo cual es curioso: nunca hubiéramos imaginado eso de un par de gorilas.

2 comentarios:

berurier dijo...

si estos tipos son socilaistas ratzinger es montonero

Gol en Contra dijo...

ves, estos post no me parecen lo más logrado de tu blog
me parecen mejor los otros...
(siempre amistosamente)