Resulta sorprendente y llamativo el silencio de radio que impera en el peronismo santafesino.
Entiéndase bien: es obvio que hay reuniones varias, roscas en progreso, dirigentes que se ponen frente a un micrófono y hacen declaraciones de ocasión.
Pero cuando decimos silencio, estamos refiriendo a hablar de lo que importa, discutir política en serio, definir un perfil concreto de acción política, con objetivos que convoquen a la militancia.
El viernes pasado no sólo se cumplió un aniversario del primer triunfo electoral de Perón: pasaron también siete meses desde la derrota -contundente- en las elecciones provinciales, sin que ningún sector interno del PJ haya hecho (al menos públicamente) la más mínima autocrítica seria y a fondo, buscando encontrar las razones de la derrota, como primer paso para comenzar a recorrer otro camino, con resultados diferentes.
Lo que sí hicieron muchos dirigentes del PJ -de todos los sectores- fue atribuirse el doble éxito de Cristina en Santa Fe (en las primarias de agosto y en las generales de octubre), cosa que todos sabemos que es falsa, y que, si en algo contribuyeron, fue justamente en no aparecer.
Después vino el nuevo gobierno del Frente Progresista y el lamentable sainete de la disputa por la presidencia de la Cámara de Diputados; saldado el cual los que quedaron de uno y otro lado (y luego de haber salido a ventilar los trapitos sucios por los medios) parecen estar en estado de hibernación política, mientras la Legislatura está en sesiones extraordinarias pero al parecer no tiene nada interesante que discutir.
En tanto el gobierno de Bonfatti se encamina a cumplir sus tres primeros meses de gestión en medio de conflictos, problemas y la herencia dejada por Binner (de la que Bonfatti es claramente co-responsable): abultado déficit de las cuentas públicas, crisis de los servicios prestados por las empresas estatales, aumentos de tarifas considerables que no se traducen en inversiones, aumento de Ingresos Brutos por decreto, amagos de reforma tributaria y de pedidos de autorización para endeudarse.
Además de eso crisis, de la seguridad pública (sobre todo en Rosario), conflictos en puerta con los gremios estatales por la discusión en paritarias y una constante estrategia de victimización que termina descargando todas las culpas en el gobierno nacional (hasta de la falta de inversiones en la EPE o ASSA), ante el silencio cómplice de la dirigencia del PJ provincial, con honrosas (y escasas) excepciones.
Dirigencia que estaría enfrascada no se sabe bien en que, porque estaríamos a la puerta de elecciones internas de las aun no se conoce el cronograma, y cruzan el aire todo tipo de versiones y operaciones sobre roscas, rosquitas y roscones, "acuerdos de unidad", supuestos operadores de la Rosada que lanzan globos de ensayo o bendicen candidatos, y fantasmas del pasado como Obeid, que reaparecen de la nada, que son de golpe kirchneristas y se presentan como los salvadores del peronismo provincial.
Y en otra constante de los últimos años (con las honrosísimas excepciones del caso, que terminan más bien confirmando la regla) una absoluta falta de predisposición para asumirse como oficialistas en el orden nacional (saliendo a bancar públicamente al gobierno de Cristina que está siendo jaqueado desde múliples lugares), y como opositores en el gobierno provincial; silenciando las críticas que se merece la mediocre gestión del Frente Pogresista, para peor -y según todo lo indica- en pago de favores personales recibidos.
Mientras tanto muchos críticos y durísimos cuestionadores del día después de la derrota hoy no sólo están en silencio, sino parecen sentirse cómodos con este esquema de electroencefalograma plano de ideas políticas; lo que hace pensar cuanta seriedad había en esos planteos incendiarios y rupturistas, sobre todo cuando en muchos casos coincide el silencio actual con el previo pase por la ventanilla de los cobros.
A esta altura de las cosas parece inútil ya esperar que se abran cauces de participación a la militancia para poder plantear hacia adentro todas estas cosas y discutirlas, y es muy probable que el camino hacia las internas partidarias termine con otro "acuerdo de unidad" para la foto, como el del congreso de febrero del año pasado antes de las elecciones,
Otra forma de seguir barriendo bajo la alfombra las discusiones pendientes sobre que se quiere para el peronismo santafesino, y de seguir generando todas las condiciones para repetir más derrotas electorales en las próximas elecciones.
La pregunta a hacerse al respecto es por qué razones, y hasta cuando las cosas seguirán igual; y -sobre todo- si hay muchos verdaderamente interesados en que alguna vez cambien.
Porque a lo mejor hay gente que tiene una idea del PJ parecida a lo que hacen los radicales, discutiendo por los lugares en la Auditoría General de la Nación, y no se enteraron que el peronismo nació a la vida política argentina para disputar el poder.
Y no tienen ganas de ganar, ni en el 2013 ni en el 2015, o están cómodos donde están y como están.
1 comentario:
LOS MARISCALES DE LA DERROTA ESTÁN SENTADOS EN SILLONES GIRATORIOS CONFORTABLES ANTE ESCRITORIOS DE CEDRO LUSTRADOS Y OTROS SE ABULONARON A LOS QUE TENIAN Y LOS AJUSTAN TODOS LOS DIAS, POR LAS DUDAS
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