Parcialmente invisibilizado por el cacerolazo del 18A, y por la discusión de la reforma judicial en el Congreso, el dólar "blue" sigue trepando, y las maniobras de los grupos económicos para forzar al gobierno a una devaluación, también.
En ese marco y como vemos acá en Infobae, aparecen casi a diario rumores (operaciones de prensa en buena medida) sobre la renuncia de Mercedes Marcó Del Pont a la presidencia del Banco Central.
Mucho se ha dicho y escrito sobre las corridas con el dólar, incluso en éste blog en varias oportunidades; y sobre quienes están detrás, alimentando el reducido mercado ilegal de divisas, y las "cuevas", fundamentalmente en la city porteña.
Pero poco se ha puesto la lupa en el rol de los bancos, que alimentan esas cuevas, orientan a sus clientes sobre las mil y una trapisondas posibles para burlar los controles, acceder a los dólares y poder fugarlos del país (en su mayoría), guardarlos en el colchón o revenderlos en el mercado ilegal y hacer la diferencia.
A los bancos no les ha ido nada mal con el kirchnerismo (recordar si no ésta nota sobre sus más que interesantes ganancias del año pasado), porque la recuperación de la estabilidad de las principales variables macroeconómicas luego del desastre del 2001 significó (por ejemplo) que la gente volviera a confiar en ellos para depositar sus ahorros, recuperaran liquidez y hoy estén sentados sobre una montaña de plata; además de verse favorecidos por la política del gobierno de alentar el consumo: buen parte de sus ganancias (como explicaba A.C. en la nota linkeada) provienen de los préstamos personales para consumo, y de la financiación del consumo con las tarjetas de crédito.
Sin embargo no se llevan bien con el kirchnerismo, porque pese a que no impulsó la modificación de la ley de entidades financieras, les ha pisado varios callos en todos estos años; empezando por la liquidación del oprobioso sistema de las AFJP, fuente de redituables negocios para las entidades financieras (principales gestoras del despojo inventado por Cavallo), durante años.
O por la decisión de mantenerse firme en la política de desendeudamiento y evitar -en la medida de lo posible- salir al mercado a tomar deuda; operaciones en las que los bancos intervienen como gestores y colocadores, cobrando por eso jugosas comisiones.
Y ya en los últimos tiempos, más incómodos aun se sienten con el kirchnerismo a partir de que puso en el tapete la discusión de la supuesta autonomía del Banco Central (un disparate conceptual del neoliberalismo), que lo convertía en un coto de caza propio de los que manejan el sistema financiero; y en la gestión del okupa Redrado les permitía financiar generosamente la fuga de capitales, en tiempos de abundancia de dólares.
Okupa eyectado por resistirse a cumplir la orden presidencial de pagar la deuda con reservas (para así forzar un nuevo endeudamiento, funcional a los intereses de los bancos), y reemplazado por Marcó Del Pont, que además expresa una visión económica heterodoxa que detestan; y por eso la combaten, tratando de mostrar que el BCRA sólo se lo puede gestionar desde una óptica neoliberal clásica; otro mito urbano heredado de los noventa y el Consenso de Washington.
Y la gestión de Marcó Del Pont en el Central (hoy esmerilada por la pelea para contener al dólar, y que el Estado, y no el mercado, siga manejando una variable clave de la economía como la política cambiaria), acumula varias decisiones (que en rigor fueron de Cristina, y Mercedes instrumentó) que afectan intereses concretos de los bancos, a saber:
* La modificación de la Carta Orgánica del BCRA, que aumenta sus facultades de regulación sobre los bancos y el sistema financiero; y a partir de allí:
* La obligación que se les impuso de informar al Central los componentes que inciden en el CFT (Costo Financiero Total) de los préstamos que otorgan a sus clientes, un modo indirecto de inducir a la baja a las tasas.
* La elevación en un 75 % de los requisitos y exigencias de capitalización, previo a la distribución de utilidades, lo que importó un fortalecimiento de su solvencia para responder ante sus clientes, pero por sobre todas las cosas, un techo objetivo a la distribución de dividendos, y a su giro al exterior, en el caso de los bancos extranjeros; urgidos por sus casas matrices a aportar plata, para capear la crisis en Europa y EEUU.
* La exigencia de que destinen al menos un 5 % de su cartera de depósitos a préstamos destinados a la inversión de los sectores productivos, cuando si se los deja elegir sólos a quien prestar, prefieren obviamente orientar el crédito al consumo personal, con tasas exorbitantes y ganancias líquidas a corto plazo para los mismos bancos.
* Y a partir de que el "Napia" Moreno lanzara la idea de la "Súpercard" (que puso en el tapete el negocio de los bancos con las tasas de interés por financiar compras con tarjetas de crédito), y a partir de la información que ahora están obligados los mismos bancos a darle al Central sobre el CFT (Costo Financiero Total), el BCRA (en uso de sus ampliadas facultades de regulación) pondría un tope a las tasas que cobran por préstamos personales.
Eso sin contar que (como se pedía acá) el BCRA ha intensificado los controles contra bancos y financieras por las operaciones ilegales con el dólar, como que es la autoridad de aplicación del régimen penal cambiario de la Ley 19.359.
O que la reforma a los mercados de capitales (si se consolida en el tiempo) pondrá a disposición del grueso del público con capacidad de ahorro, nuevas herramientas e instrumentos de inversión, que van a competir con los que hoy les ofrecen los bancos.
Si alguien quiere buscar las razones por las que por estos días se dispara contra la figura y la gestión de Mercedes Marcó Del Pont, tiene que empezar por algo de todo eso.
6 comentarios:
Por criticar la gestión de Mónica Fein (Intendente Socialista de Rosario), despiden a Ariel Bulsicco de Canal 5: Le preguntaron ¿Y política y socialmente hablando, cómo ves la ciudad? y esta fue la respuesta que molestó: No la veo del todo bien. La gestión de Mónica Fein es la peor desde que volvimos a la democracia. Hemos tenido intendentes de variados signos políticos y en general han sido buenas intendencias. Esta me parece que es la más flojita, sobre todo a la hora de ocuparse de los problemas barriales y las necesidades de la gente. Y así como anteriormente decía que el periodista tiene que ser la voz de la gente que no puede estar en un micrófono, me parece que la intendenta es la representante de todos los rosarinos, y no es buena para reclamar en otros estamentos. Ya sea por su mismo signo político con el gobierno de la provincia, o porque no se querrá enfrentar con el gobierno central, pero no es fiel representante. En estas épocas hay un gran vacío que se profundiza con el tema de los barrios, donde hay mucha ausencia del Estado: http://funesjusticialista.blogspot.com.ar/2013/04/por-criticar-monica-fein-despiden-ariel.html
Fijáte el post anterior Gabriel
Toda disparada Kumpa, se queda sin andadura cuando se responde que los bonos argentinos vuelan sostenido en estos días, y se puede suponer que es por dos cosas, la primera es que se compran dolares a futuro por los pagos, pero esa no sirve cuando se compran cupones PBI, y la otra es que hay posibilidades de fallo no desfavorable en New York, y entonces la corrida adquiere la forma de una operación desesperada.
Nunca menos y abrazos
En su insaciable voracidad, para la consolidación del poder propio, El Furia cometió tres grandes errores.
El primero fue divorciarse del Grupo Clarín. El aliado natural. Y declararle, para colmo, la guerra.
El segundo error consistió, precisamente, en perderla (aunque La Doctora insista, y hasta el cierre del Informe aún no haya capitulado).
El tercer error, el peor de todos, fue el más inapelable. Consistió en el irresponsable acto de morirse.
Osiris Alonso D’Amomio
Director-Consultora Oximoron
Sólo cuando dejó de ser el presidente, El Furia le declaró la Guerra-Divorcio al Grupo Clarín.
Mientras fue presidente, El Furia lo mantuvo controlado a Héctor Magnetto, El Beto, CEO del Grupo. Similarmente voraz.
Néstor lo llevó de la mano -a Magnetto-, como si fueran Hansel y Gretel, hasta los finales de 2007. A través de la zanahoria de la megafusión Cablevisión-Multicanal.
Tiempos de vigencia de Alberto Fernández, el Poeta Impopular, ex Premier. Hoy pasea su banda triste por los canales de cable. Con mayor displicencia -cabe consignarse- que Eduardo Arnold, el leal ex vicegobernador que se quedó -como Alberto- afuera.
Entre Kirchner y Magnetto, el Gobierno y Clarín, transcurrió la relación orgiástica.
Entre el poder político y el poder de la comunicación.
El romance facilitó que El Furia impusiera sin inconvenientes la hegemonía. Merced, sobre todo, al silencio informativo.
Fue el máximo aporte de Clarín, entre 2003 y 2008, a la gloria del kirchnerismo.
La desinformación que entonces practicaba el emporio comunicacional que orienta, aún hoy, Magnetto. En las buenas y en las malas. En el amor o en la guerra. Con los mismos escuderos, y la misma redacción.
Ahora El Beto sigue al comando de su ejército, con la cara pintada. Con la tropa experimentada para las peripecias de la cordialidad y el amor.
Pero cada vez más dependiente, para la fortaleza de la ofensiva, de un cuerpo extraño. Para la frontalidad.
Jorge Lanata y su poder de fuego.
Aunque Lanata y Magnetto arrastraban alguna vinculación laboral. En Página 12, cuando el diario le pertenecía a Magnetto. Y estaba lejos de convertirse en La Secretaría de Estado de hoy.
Desde Página 12 -y con la dirección de Lanata-, El Beto supo presionar eficazmente al menemismo debilitado, que nunca supo ubicarse cuando era impugnado por la izquierda.
El Furia, en cambio, fue, al respecto, mucho más inteligente que Menem.
Puso a la izquierda adentro, los adornó con sueldos y los conmovió con presos. Para medrar, recaudatoriamente, en paz
Anónimo de las 07:28:
Tus comentarios son insoportables. Pensar que hay gente que paga para que cabezas de termo como éste, hagan comentarios imbéciles en los blogs Ka.
Así les va.
Próxima elección del FAP: 5% de los votos (con suerte).
Dan pena.
El Colo.
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