AHORA BOLDT TAMBIÉN FABRICA RADARES

¿A Boldt más o menos la tienen, no? esa empresa que está desde hace más de 30 años en Santa Fe, con todos los gobiernos, haciendo la lectura electrónica de las apuestas de la Lotería; y cuyo último contrato vigente (ver acá) representa un negocio de más de 250 millones de pesos al año, según el Presupuesto 2015.  

La misma que también imprime las obleas de la verificación técnica obligatoria de los autos en Santa Fe desde hace más de tres años (ver acá), y la misma que se repartió en el 2011 con AGL (la sociedad entre Clarín y El Litoral) la impresión de las boletas únicas para las elecciones provinciales (ver acá). La misma también que gestiona los casinos de Santa Fe y Melincué, dos de los tres que hay en la provincia. 

Y ahora como podemos ver en el decreto cuyas imágenes ilustran el post, también se dedica a la fabricación, instalación y mantenimiento de radares; o dispositivos para detectar infracciones de tránsito. 

Lo que está haciendo el decreto de Bonfatti es resolver una Gestión Directa, que se hizo invocando la ley de emergencia en seguridad, para evadir la licitación pública que hubiera correspondido al monto del contrato; y adjudicándosela en sus distintos renglones a Boldt S.A. y a CECAITRA Asociación Civil.

Que curiosamente no es una empresa, sino una "Asociación Civil Sin Fines de Lucro", creada en 1998 y "destinada a promover y divulgar la utilización de controles inteligentes de tránsito, así como mejorar la imagen del servicio, tendiendo a lograr un sustantivo mejoramiento de la seguridad en el tránsito vehicular e impulsando la creación de normas técnicas y de seguridad en la utilización de dicha nueva tecnología, fomentado su adopción y la aprobación, por parte de los organismos como autoridades de aplicación, y lograr la unificación de la legislación a nivel Nacional". (ver acá)

Una truchada creada por las propias empresas del ramo (la siglas significa "Cámara de empresas de control y administración de infracciones de tránsito de la República de Argentina"), porque ese año (1998) el gobierno de la provincia de Buenos Aires prohibió mediante la Ley 12.087 la utilización de cinemómetros (radares) fotográficos y de otros tipos que miden la velocidad vehicular; y se quedaban afuera del negocio.

Desde entonces se dedican a hacer lobby ante las autoridades públicas a favor de éste tipo de sistemas, para luego venderlos; como en éste caso.

Un caso en el que -junto con Boldt- se van a quedar por gestión directa (sin licitación) con un contrato que dura 36 meses, más la opción de prorrogarlo por otros hasta 24 meses más; lo cual implica que la decisión que tomó Bonfatti compromete lo que resta de su mandato, y toda la gestión de quien lo suceda.

para calcular el monto del contrato, hay que multiplicar lo ofertado por las empresas por las Unidades Fojas (UF), que es el equivalente a un litro de nafta de las de más alto octanaje (las prémium), conforme el establecido por el Automóvil Club Argentino en la ciudad de Santa Fe.

Lo que llevaría el negocio (en el caso de CECAITRA) a $ 72.434.880 por el período original de vigencia del contrato, y a otros $ 48.289.920 por las eventuales prórrogas, sin contar los $ 34,72 (tomando un valor de la nafta a $ 14, que es el vigente hoy) que cobrará por cada infracción detectada y validada.

En el caso de Boldt, estamos hablando de un negocio de $ 23.184.000 por el plazo original del contrato, con más $ 15.456.000 por las eventuales prórrogas.

Es decir que sumando ambas empresas, estamos hablando de que el gobierno de Bonfatti otorgó sin licitación pública un negocio que le costará a la provincia no menos de $ 159.364.800 (casi 160 millones de pesos), sin contar los futuros aumentos del precio de la nafta tomada como referencia, ni lo que perciba CECAITRA por cada una de las infracciones que registre. 

Acá te cuentan que compraron los radares, lo que no te cuentan es a quién, como y cuánto gastaron.

Para eso tenés que leer un blog.