Cuando pensás en un juez, qué se te representa?
Antiguamente, o sea cuando era apenas púber, pensaba que los jueces eran hombres y mujeres probos y que tenían la misión más importante dentro de las instituciones, porque eran quienes nos protegían de las injusticias, los atropellos, las infamias, las desgracias...
Pero pronto supe de ellos y los sufrí en carne popia ya en el Proceso.
Y así descubrí que los jueces no son esa figura impoluta, incorruptible de trajes sino seres humanos tan miserables o no, como cualquier mortal que deambula por las calles. Eso sí, con cuota de poder, y a veces mucho poder, lo que los hace peligrosos.
Siempre los magistrados y funcionarios del Poder Judicial se instalaron con el dedo. No voy a hablar de la forma moderna que tiene el dedo, que se llama concurso. Pero siempre se han digitado y responden a ese dedo. Los grupos económicos, la Iglesia Católica, los partidos políticos, los gobiernos y hasta el propio poder creado han sido, son y serán los que han señalado quiénes deben o no ejercer determinado cargo en la justicia, transformándose en pertencientes a "la casa", que no es la de Gran Hermano, pero en la que también se cuecen habas.
En el orden nacional, el legado que nos viene, sobre todo desde la época de Menem, nos lleva a personajes como el de Bonadío, que sólo es un ejemplo de la calaña del sistema. Ahí lo tienen allanando Enarsa, YPF, el Ministerio de Planificación. Pronto pedirá que se destapen el mausoleo de Néstor, el monumento de Juan Azurduy y la Qunita de la hija que espera Florencia.
Hombre implicado en varias corruptelas y que ahora, luego de sus operetas políticas desde la magistratura, se victimiza diciendo que suicidarse "no es mi estilo", sosteniendo en el programa de Tognetti en Radio del Plata que se trata de una ironía.
Y así como existe un Bonadío y existió un Nisman, no son la excepción. De esos hay varios. Algunos no andarán a los tiros como ellos dos, pero están alineados con quienes responden y tu vida, tus bienes, tu libertad están en sus manos. Reíte de Tomy Griesa, acá tenemos varios y los tratan como justicieros.
Así es la cosa, jueces de servilleta o no, el sistema debe cambiarse. El gobierno lo intentó pero la resistencia tiene padrinos muy importantes que luego disfrutan de sus favores. No sé si algún día tendremos la anhelada justicia, lo veo a largo aliento.
Pero como en cualquier grupo, no todos son iguales. Y esa es la esperanza, que los distintos sean quienes tomen ese Poder y lo lleven por el camino debido. Espero verlo y así como ví cambiar el Poder Ejecutivo desde 2003, no pierdo la esperanza que los jueces y demás funcionarios sean como Dios manda y no como el diablo quiere.
3 comentarios:
Ha puesto en palabras una sensacion que tengo. Gracias.
Insisto.Pan de Trotyl.
Excelente artículo.
Solo agregregar que el Diablo no es tan perverso y estúpido como los personajes que aquí se relacionan con él. Diablo.
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