LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

viernes, 9 de febrero de 2018

SE CAYERON TODAS LAS CARETAS


Se develó la incógnita que planteamos acá cuando Lifschitz mandó a la Legislatura el pacto fiscal firmado por Macri con los gobernadores, y se develó del  modo en el que lo preveíamos: con el apoyo de los senadores del PJ de la Banelco se aprobó como por un tubo, por unanimidad y sin debate, en trámite express, "en obsequio a la gobernabilidad", tal la fórmula empleada por el pichettismo santafesino.

Y en Diputados el tránsito fue un poco más espinoso, y escandaloso: tuvieron que votar tres veces, "reconsiderando" la votación, hasta que consiguieron aprobar el proyecto con los respaldos del socialismo, la UCR y el PRO; todos alineados para cumplir el deseo de Macri.

Se aprueba así en Santa Fe el pacto fiscal que fue el disparador de la reforma previsional que les metió la mano en los bolsillos a los jubilados, aunque Lifschitz luego negara lo que firmó: ver al respecto más información acá.

Los gremios estatales y el Movimiento Obrero Santafesino en su conjunto se opusieron al pacto, y con razón: es la puerta abierta para los cambios en el sistema previsional provincial con el pretexto de la "armonización" (y la nación los sigue apretando, bajo la amenaza de no financiar el déficit de la Caja de Jubilaciones)

Bonfatti les había prometido a los gremios que el pacto no pasaría en la Legislatura, claro que eso era cuando estaba jugando a ser el policía malo del socialismo en la relación con el gobierno nacional, y juntando apoyos del sindicalismo y el peronismo para su candidatura a gobernador en el 2019.

Ayer como presidente de la Cámara de Diputados, fue el encargado de garantizarle a Lifschitz que la sesión se hiciera, y que el pacto terminara aprobado; es decir, les mintió en la cara a los gremios, que se movilizaron a la Legislatura para impedir la aprobación del proyecto.

Los socialistas que nos cuentan las costillas a nosotros y se creen con derecho a elegir quien los puede apoyar y quien no para que sigan otros cuatro años depredando la provincia, y a eso lo llaman "armar un frente amplio para enfrentar a la derecha", ayer acordaron con esa misma derecha para obtener sus votos; y aprobar una ley que reclamaba Macri.

¿Pasará lo mismo en breve con la adhesión a la nueva ley de ART? Si nos atenemos a los antecedentes inmediatos (incluyendo el cogobierno del socialismo y el PRO en la Municipalidad de Rosario, en todos los asuntos que importan al mundo de los negocios), tendríamos que decir que sí.

Los senadores del PJ que empujan para un acuerdo con el socialismo para -también- "enfrentar a la derecha" apoyaron junto con esa misma derecha y el socialismo, el pacto que traslada el ajuste a la provincia; resignando recursos propios por ingresos Brutos, imponiendo tope al gasto público corriente (y por ende, un "cepo" indirecto a la paritaria con los gremios estatales), y obligando a un brutal aumento del Inmobiliario Urbano para compensar la merma en Ingresos Brutos; porque no se van a animar a tocar los irrisorios valores del Inmobiliario Rural.

Como ven, en una sola tarde y con un solo tema se cayeron varias caretas; y quedaron un montón de cosas de las que ya no hay que discutir más; como eso del Congreso "como escribanía del Ejecutivo" que nos tiraban durante los gobiernos kirchneristas: ayer la Legislatura fue la escribanía de Lifschitz (en realidad de Macri), y decidió en horas la suerte de un proyecto crucial para los santafesinos, casi sin debate. 

Socialistas "rebeldes", radicales "progres", todos demostraron una vez más que lo único que hacen es hablar al pedo, pero a la hora de los bifes (de los "tejidos grasos" como decía Ubaldini) termina alineados con esa derecha a la que dicen enfrentar, de puro pico nomás.

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