En ese reino del revés en el que por momentos se convierte la Argentina, en cuestión de días Macri primero, y Cornejo después, señalaron que el PJ estaba secuestrado por el kirchnerismo; y así se había convertido en el partido de los que no trabajan, y viven de desangrar la riqueza de los que sí lo hacen.
El cinismo sin medida del aniperonismo argento renueva así sus prejuicios gorilas, al tiempo que desconoce muy suelto de cuerpo su propio arco narrativo histórico: fueron ellos los que hasta fines de 1943 apenas habían esbozado un oscuro Departamento Nacional del Trabajo que Perón transformaría en Secretaría de Estado de Trabajo y Previsión para comenzar a ser Perón; y también fueron ellos los que, en el gobierno de Macri, eliminaron el Ministerio de Trabajo, algo que ni siquiera los gobiernos militares hicieron.
Tal es la importancia que le daban a los asuntos del trabajo, de hecho, si se hubieran preocupado por ellos en su momento, no tendrían que llevar ya 75 años preocupándose por el peronismo: desaparecidas las causas, desaparecerían los efectos.
Dados los dichos de Cornejo, asociar a los radicales con el trabajo es imposible, a menos que se piense en el empleo público; que han sabido mantener como meta (más que medio) de vida siendo gobierno u oposición, con democracia o con dictaduras.
Más aun, la UCR carga en sus alforjas con el dudoso récord de haberle dado estatus constitucional al ñoqui, impulsando en el Pacto de Olivos y la reforma constitucional del 94' la Auditoría General de la Nación, el Consejo de la Magistratura y el tercer senador por provincia, es decir, generosas bolsas de trabajo para los correligionarios, más que nada y antes que todo.
Que decir de Macri, el Capitán Reposera, el herederos meritócrata que, como la mayoría de los integrantes del "mejor equipo de los últimos 50 años", forjaron empresas y riquezas desde la cuna, aun antes de caminar o saber hablar. Decir que hasta el padre decía que era un inútil, como bien le recordó hace poco el Diego.
Claro que cuanto ésta gente habla de trabajo y trabajar, en realidad está pensando en que trabajen los demás, para forjar su riqueza: recordemos el fallido de Dujovne, el hombre del baldío, que sacaba las cuentas de la riqueza que producía el país durante un día y que se perdía con los paros , sin reparar en que de tal modo reconocía implícitamente que los que forjan la riqueza son los trabajadores, los 365 días del años.
Pero yendo a los hechos, y los datos duros: cada vez que gobernaron ellos, hablaron de "volver a la cultura del trabajo", y lo único que hicieron fue destruir empleo y precarizarlo, haciendo que haya menos trabajo, y no más. Y en su último gobierno, hicieron además que suban los planes sociales, un invento de otro ciclo nefasto (el menemato) para intentar reparar en parte los destrozos que sus políticas generaban en el mundo del trabajo.
Por contraste, durante el kirchnerismo, se crearon millones de puestos de trabajo, incluso con doble indemnización, y reponiendo leyes laborales derogadas por la dictadura y el menemismo. Han dado vuelta tanto las cosas, que nos mandan a "garrá la pala kuka", y ya en 1947 el "Tano" Marino en "Oda a Perón" (con letra de Hugo Del Carril) les decía que eso aplicaba a ellos: "...que jamás supo tu mano ni de pico ni de pala..."
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