LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

domingo, 11 de julio de 2021

"NADA GRANDE SE PUEDE HACER SIN ALEGRÍA"

 


"Como se les nota el deseo de que a la selección le vaya mal en Brasil, para poder cargarle al gobierno el fracaso; como si a Sabella lo hubiera elegido Cristina, la lista de los convocados la hubiese armado Capitanich, y el esquema táctico del equipo se lo soplaran al oído al técnico los de la Cámpora. Lo que no les impedirá subirse al carro de los festejos si la selección se trae la copa; silbando bajito para pasar desapercibidos."

"Pero hete aquí que ahora -en el medio de la euforia colectiva del mundial- son ellos los que atizan las brasas de las conflictos para que no se apaguen, en medio de la pax social  que generan 90 minutos de fútbol, con un país entero (o casi entero) coincidiendo en un mismo deseo: ¿cuántas cosas son capaces de lograr la casi unanimidad que despierta entre nosotros el aliento a la selección en un mundial de fútbol?"

"Y sin embargo en el medio del despliegue de gorros, banderas y vinchas están ellos, con sus interminables caras de bragueta, dispuestos a decirnos que no sólo todo está como el culo, sino que irá peor; y que no debemos dejarnos alienar por la pelota, porque sería una inmoralidad faltar a nuestro deber ciudadano de estar las 24 horas del día pendientes del Boudougate; o la enésima denuncia de corrupción.". (Sacado de acá) 

"Los que han leído a Jauretche (en especial el "Manual de Zonceras Argentinas") probablemente estén familiarizados con lo que él llamaba "zonceras de autodenigración": sofismas construidos desde la cipayería y el colonialismo mental, que tienen por propósito bajar la autoestima nacional, proponiendo invariablemente términos de comparación de la Argentina y los argentinos con otros países, que siempre nos son desfavorables. Hace poco Capusotto actualizó la idea en clave humorística con su personaje de Luis Solari, "el hombre que no viajó pero le contaron"; ése tipo que siempre te enrostra que en otros lados hacen las cosas mejor que acá, porque "éste es un país de mierda", precisamente la expresión que Jauretche citaba como arquetípica de ese modo de pensar."

"Por estos días mundialistas estamos viendo bastante de eso en las críticas a la selección de Sabella, y en los elogios desmedidos a sus ocasionales o probables rivales, que en algunos casos rozan el ridículo. Una actitud de caraculismo que contrasta con la euforia colectiva que despiertan los triunfos de la selección, sin distinción de clases sociales ni preferencias políticas; y una actitud ciertamente torpe en términos comunicacionales, porque es como si (en la eventualidad de que la selección ganara el mundial) le "regalaran" el triunfo al kirchnerismo; o se vieran forzados a panquequearla groseramente, volviéndose sabellistas de la primera hora."

"Valga entonces la metáfora del fútbol en estos tiempos de buitres, en los que desde algunos sectores de nuestro propio país se cuestiona una idea tan sencilla (y a la vez tan profunda) como la defensa de lo nacional, de lo nuestro, para estar atentos y que no nos quieran ver tristes; porque -como decía Jauretche- los pueblos tristes no vencen ni convencen, ni en los campos de batalla, ni en los laboratorios, ni en las disputas económicas." (tomado de acá)  

"Se bandearon mal para el lado del caradeortismo, criticando en forma despiadada a Sabella y al equipo, o virando después hacia el ensalzamiento exagerado de cuanto rival se les pusiera enfrente; para acto seguido bajarles el precio cuando la selección lo dejaba en el camino. Como para ésta no les servía Lanata (que de fútbol entiende menos que Bruno Gelber) apelaron a los Bonadeo, los Souto, los Ariel Rodríguez y todos esos que podrían perfectamente jugar de nueve en la selección (a juzgar por sus comentarios sobre lo que harían ellos dentro de una cancha); pero por algún raro azar del destino eligieron trabajar en los medios y no deslumbrarnos con su magia." 

"Estaban en eso cuando se les cruzó el mundial, y no dudaron: se pusieron en la vereda de enfrente de la ilusión colectiva (aun de quienes no son ni por asomo oficialistas), por decisión propia; y el rodar de la pelota los dejó en ridículo. Por eso están abriendo bruscamente el paraguas para protegerse del aguacero que les puede venir si Argentina sale campeón del mundo; que imaginan tan duro como el que ellos soñaban para el gobierno si nos volvíamos en primera vuelta. Y están ensayando una descomunal panquequeada que, si no los pone en el medio de la eventual fiesta, al menos no los deje afuera. Pero ya es tarde, se pasaron tanto de rosca que se les nota. Y mucho." (dicho acá) 

Los textos precedentes -como habrán advertido- no son de ahora, pero podrían serlo perfectamente: cambien Mundial del 2014 por Copa América del 2021, y Sabella por Scaloni, y la conclusión de entonces aplica a hoy. Porque son tan los mismos soretes de siempre, que terminan siendo previsibles: los heraldos de la derrota nacional en cualquier plano, los apóstoles de la autodenigración, los profetas del desánimo nacional.

Los que nos quieren tristes, pobres, derrotados y acomplejados; tanto que parece que lo necesitaran, para ser felices ellos; y porque nos quieren quebrar el ánimo, para imponernos cosas que de otro modo no aceptaríamos. Aunque en éstas horas se disfracen de nosotros, tratando de mezclarse entre las multitudes que festejan, para pasar desapercibidos y medrar con la amnesia social, como siempre han hecho. Y no estamos hablando de fútbol, ni de periodistas deportivos, o al menos no sólo de ellos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El campeonato va a ayudar con los votos. Todo suma.
Las mucamas de Magnetto desde que empezó la Copa, dormían con la camiseta de Neymar.
El Colo.