LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

lunes, 6 de septiembre de 2021

TRAS LA ESMERALDA PERDIDA

 

Pasó con el hermano de Macri, del que se publicó un libro que prometía explosivas revelaciones sobre el clan familiar, que quedó en la nada, o pasó casi desapercibido. Y el presunto "arrepentido" se arrepintió de arrepentirse, y llegó a negar sus propias declaraciones. 

Pasó también con Dolores Etchevehere, a la que algunos como Grabois imaginaron como mucho más que la descarriada del clan familiar, que podía empezar la reforma agraria en Entre Ríos, desalambrando los campos de la familia.

Y pasa ahora con Esmeralda Mitre, que enfrentada con su familia, la emprende contra Macri y Vidal, se confiesa votante de Santoro en la CABA  y casi casi peronista. En todos los casos el trasfondo es el mismo: un/a heredero/a perjudicado en el reparto de los bienes de la herencia, que decide vengarse a su manera de los que lo jodieron: patrimonio y linaje, el verdadero núcleo de la meritocracia oligárquica.

En todos los casos, también, sorprende el entusiasmo de algunos de éste lado con la figura del/la traidor/a a su clase y a su clan, que les puede (en teoría) hacer daño, o infligirles heridas más eficaces, "porque los conoce de adentro". Un entusiasmo más propio de estos tiempos de política pensada en clave de folletín novelesco, que de una aguda reflexión política.

Y en consecuencia, también, un entusiasmo sin demasiado anclaje con la realidad, comenzando por los quilates del personaje en cuestión: del mismo modo que Dolores Etchevehere no era la Pasionaria argentina, Esmeralda Mitre sigue siendo la misma tilinga que se casó con Lopérfido y -al igual que él- ayer nomás negaba la magnitud de los crímenes de la dictadura. 

De hecho, al reclamar por lo suyo en la herencia de los Mitre, está (lo sepa o no) incluyendo los bienes que estos recibieron como contraprestación de los genocidas por su colaboracionismo explícito, como Papel Prensa. En éste caso el negacionismo tiene no sólo fundamentos ideológicos, sino intereses materiales concretos y tangibles.

Y es muy posible (casi diríamos que previsible) que si Esmeralda Mitre obtiene lo que pretende, no sepamos más de ella en su rol de "rebelde". Si mantiene su promesa pública de votar por Santoro bienvenido sea, pero sin perder de vista -ni ella ni nadie- que su voto vale uno, como el de cualquiera. 

Esmeralda Mitre denuncia que Macri quiso comprar o compró "La Nación", y que María Eugenia Vidal no puede explicar como compró el piso donde vive en Recoleta. Dos cosas archisabidas en el mundo de la política y los medios, pero que no les traerán -a ninguno de los dos- consecuencias judiciales porque cuentan con un aparato cuidadosamente montado para eso; que no va a resquebrajar por lo que diga una heredera despechada.

 En éstos casos es conveniente -y más ajustado a la realidad- moderar ciertos entusiasmos, fruto de subestimar la dureza de la consistencia del núcleo social del cual provienen los Mitre o los Etchevehere, dureza que viene de los intereses que representan, y de los lazos de clases que han construido en toda una vida de usufructuar los beneficios de pertenecer.

Bien haríamos nosotros, en cambio, en prestar más atención a la base social propia, atendiendo sus reclamos, necesidades e intereses; y tomar nota de que, por cada Esmeralda Mitre que amaga con traicionar a su clase, hay cientos de desclasados reales que terminan votando en contra de sus propios intereses, creyendo que de ese modo pueden pertenecer.

3 comentarios:

canalla dijo...

Brillante y lúcida nota. De la primera a la última palabra. Acudamos a Mi Mensaje con que Evita retrataba clara e impiadosamente a esto/as personajillo/as.

profemarcos dijo...

Esmeralda va a votar al candidato políticamente "no Binarie"...

Anónimo dijo...

A ésta acaparadora de colágeno, los Mitre la van a arreglar con monedas para la fortuna que está en juego. ¿De que va a vivir si no es de la herencia?.
Con lo que cobre, que le pague una profesora a Loperfido para que termine la primaria.
El Colo.