"PATRIA SÍ. Aportes para el debate del campo popular ante el gobierno de Milei. Estamos atravesando un momento crítico. A seis meses de su asunción, el presidente Milei -que se había presentado como un experto en crecimiento económico con y sin dinero- aumentó la pobreza, la indigencia y la desocupación de nuestro pueblo. No obstante, su gobierno conserva cierto apoyo social, y nos plantea el desafío sobre cómo encarar esta etapa.".
"Las diferencias con la última experiencia de oposición son numerosas. En 2016, salíamos de doce años virtuosos en el gobierno, de los que nos sentimos hondamente orgullosos. Cristina se fue el 9 de diciembre con una plaza colmada por una mayoría intensa, que había recuperado derechos y autoestima. Hoy, después del experimento fallido del Frente de Todos, somos una oposición cuestionada en su identidad, con una base social desencantada y con menores niveles de prestigio. La derrota contra Milei, cuantitativa y cualitativamente, fue más brusca que contra Macri. Además, Macri gobernó haciendo lo contrario de lo que había dicho en campaña. Milei, en cambio, está haciendo el ajuste que dijo que iba a hacer, independientemente de lo que cada sector social haya interpretado en campaña sobre los alcances de ese ajuste.".
"Sin embargo, también cabe decir que, mientras Macri dividió inicialmente a nuestra fuerza política, y las estrategias de oposición se repartieron entre el peronismo “acuerdista” y el kirchnerismo “resistente”. Milei mantiene una posición de intransigencia con todo el peronismo por igual. Ese rasgo, que apuntala el discurso “anticasta” con que triunfó en las elecciones, viene permitiendo la cohesión de la oposición legislativa y de calle para confrontar al gobierno. Milei sacó 56% hace menos de seis meses y todavía no consiguió aprobar ninguna de sus leyes fundamentales. También fracasó el Pacto de Mayo, que terminó convertido en un show para sus seguidores. Los dos paros de la CGT lo forzaron a sustraer la reforma laboral de su agenda inicial. Una enorme movilización universitaria lo encontró sin narrativa y obligado a negociar el presupuesto. Además, experimentó una contundente concentración de mujeres el 8 de marzo y un masivo reclamo social de “memoria, verdad y justicia” el 24 de marzo. Finalmente, luego de un primer ajuste absolutamente salvaje, tuvo que retroceder el segundo tramo del aumento tarifario ante la certeza de que iba a despertar una reacción categórica.".
"Otra diferencia fundamental con el contexto opositor a Macri lo ofrece la reelección de Axel, que permitió retener a la Provincia de Buenos Aires como bastión del kirchnerismo en el marco de una estrategia integral de nuestra fuerza política sobre ese territorio. Este cuadro de situación nos invita a rechazar tanto las posturas sobrepasadas de “optimismo”, según las que Milei inevitablemente “se cae” por el desastre social y económico que viene produciendo, así como también las excesivamente pesimistas, que a través de análisis y encuestas de opinión construyen un Milei todopoderoso, que gana incluso en la derrota, ante una oposición desorientada. Una evaluación realista nos conduce a empezar por razonamientos más sencillos. Quien detenta el poder del Estado nacional, normalmente, tiene dos activos: la gestión (especialmente económica) y el discurso político. La oposición nacional, en cambio, tiene uno: el discurso político. Milei apuesta la gestión económica a la baja de la inflación y el discurso político, a la escenificación de la confrontación permanente. En nuestro caso, los reflejos legislativos y las movilizaciones callejeras todavía no encontraron el predicamento nítidamente opositor que canalice una postura política. Y ahí es donde aparece la principal tarea que puede plantearse un espacio como éste: el aporte a la construcción de un discurso que logre, en primer lugar, exponer un marco de interpretación de la coyuntura y, en segundo lugar, plantear una serie de debates que consideramos sustanciales para el diseño de un planteo alternativo, que enfrente al gobierno nacional.".
"Razones del triunfo de Milei. 1. Si se desagrega la evolución de salarios formales e informales, salario mínimo vital y móvil, jubilaciones y pensiones en la última década, se observa un derrumbe durante el gobierno de Cambiemos, que no sólo no se revirtió sino que mantuvo su caída durante el gobierno del Frente de Todos. Las categorías de ingresos se desplomaron en promedio un 40% en términos reales respecto a los niveles en que las dejó el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, siendo el récord de caída el del salario informal, el salario mínimo vital y móvil y el haber previsional, que descendieron en promedio un 40%, menos de la mitad de su poder adquisitivo respecto al 2015. No extraña entonces que cuando se observa la participación de los trabajadores en la distribución funcional del ingreso, lo que encontremos sea un franco desmoronamiento, desde un 51,8% en 2016 al 45,3% en 2023."
"¿Qué nos indica la evolución de la estructura distributiva de estos años? La respuesta es sencilla y contundente: desoyendo los reiterados señalamientos de rectificación del rumbo que advirtió oportunamente Cristina Fernández y la necesidad del rechazo al acuerdo con el FMI que impulsó Máximo Kirchner, el gobierno del Frente de Todos, despojado de su componente kirchnerista, mantuvo la misma estructura de distribución del ingreso que el gobierno neoliberal de Juntos por el Cambio. Es importante remarcar, adicionalmente, que la mala gestión económica se combinó con una fuerte desmovilización de nuestra base social, no solamente por la pandemia sino también por la falta de convocatoria presidencial a la participación política.".
"En esta perspectiva, el ascenso de Milei es resultado de la estafa electoral de 2015, cuando Macri prometió “corregir lo que está mal y mantener lo que está bien” y sin embargo empeoró todos los indicadores de la calidad de vida social, así como también de la decepción producida por el Frente de Todos al incumplir la plataforma electoral, que implicaba renegociar la deuda con el FMI y mejorar las condiciones económicas heredadas de Macri. 2. Es cierto que lo anterior explica más por qué “no ganamos nosotros” y menos por qué ganó Milei en particular. Para interpretar esto último se necesita aumentar la escala de perspectiva y, mal que les pese a los que pretenden atribuir al kirchnerismo la causa de todos los problemas, asumir que, en el marco de la crisis hegemónica mundial del neoliberalismo y las democracias consensuales, los partidos de extrema derecha son una respuesta creciente a la insatisfacción democrática de las mayorías. Si los gobiernos populares o progresistas no involucran avances en materia de igualdad material o social, como dice Álvaro García Linera, la búsqueda de otras opciones individualistas y autoritarias está servida. Los partidos libertarios, antidemocráticos, antiigualitarios representan “la desembocadura de las aberrantes injusticias que se acumulan en el tiempo”.".
"Pero esta desembocadura no es inevitable. Desde 2015 hasta hoy, se llevaron a cabo treinta y una elecciones presidenciales. En dieciséis de ellas triunfaron candidatos neoliberales, mientras que en quince lo hicieron candidatos “progresistas”. Esta apreciación sugiere que la región no está experimentando un giro ideológico definido en ninguna dirección en particular. Más bien, se podría afirmar que estamos asistiendo a una disputa hegemónica en América Latina ante las dificultades de los nacionalismos populares de comienzos del siglo XXI para consolidarse, luego la agudización de las contradicciones internas potenciadas por las tensiones propias del contexto internacional y la contraofensiva de los sectores dominantes en distintos niveles. Para interpretar esta situación global, así también nuestros desafíos, contamos también con el fundamental documento del Papa Francisco, Fratelli Tutti, cuyo contenido nos convoca a estar atentos a algunas tendencias del mundo actual que desfavorecen el desarrollo de la fraternidad universal y que promueven una libertad económica meramente declamativa en tanto las condiciones reales impiden su acceso mayoritario. Según Francisco, la crisis financiera de 2007-2008 se resolvió a través de estrategias que “se orientaron a más individualismo, a más desintegración, a más libertad para los verdaderos poderosos que siempre encuentran la manera de salir indemnes”.".
"3. Debe señalarse en consecuencia que la emergencia de estas tendencias reaccionarias e individualistas no solamente se explican por lo que hicimos mal entre 2019 y 2023, sino también por lo que hicimos bien entre 2003 y 2015. El gobierno de Milei no se sustenta solo en los sectores que dejamos de representar. Además, opera sobre la base del antiperonismo extendido históricamente en distintos segmentos de la población. En ese punto, su objetivo es la eliminación definitiva del kirchnerismo como expresión actual del peronismo. En consecuencia, el ascenso de Milei debe asociarse sin vacilación a los discursos de odio y la violencia como herramientas de construcción política durante los últimos años. La recurrencia a estos discursos -validados y amplificados por sectores políticos, redes sociales y medios de comunicación- fue corriendo los límites del pacto democrático, hasta que al atentado a Cristina Kirchner lo hizo estallar por los aires. El silenciamiento judicial, la falta de acompañamiento político y la relativización mediática del episodio legitimaron el intento de magnicidio, de supresión física del adversario. Le dieron soporte material a los discursos de odio y a la aparición de figuras que, como Milei, proponían abiertamente administrar ese odio desde el aparato de Estado. No debe olvidarse que estos agravios tienen un largo historial en nuestro país. El “periodismo de guerra” no se tomó descanso desde que asumió Cristina en 2007, y especialmente a partir de 2009, para disciplinar el carácter democratizador de sus gobiernos y la reconfiguración que estaba proponiendo de la Argentina con el resto del mundo."
"El atentado contra la vida de Cristina implica el pasaje, por parte de Milei, de “panelista disruptivo” a candidato a presidente legitimado por los sectores de poder y por segmentos de una sociedad rota e iracunda. Así como en lo económico el gobierno libertario es heredero del proyecto de ajuste de Macri pero “más profundo y más rápido”, también en lo político es continuador de la vocación por destruir al kirchnerismo como peronismo realmente existente.".
(El documento completo, acá)
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