NO ALUMBRES QUE OSCURECE

 

Los otros días en ésta entrada analizábamos el proyecto remitido por el intendente Poletti al Concejo Municipal para tercerizar en una empresa privada por cinco años (con opción a dos más) el mantenimiento y reposición del alumbrado público de la ciudad. El tema trajo revuelo y el intendente se ofreció a dar las explicaciones del caso a los concejales de la oposición, que plantearon dudas: en realidad, las explicaciones se las debe a todos los santafesinos, pero por algo se empieza.

Contábamos entonces que el antecedente inmediato de la licitación fue una "experiencia piloto" que desde hace unos meses la gestión de Poletti viene llevando adelante en algunos barrios, a cargo de la empresa Mantelectric SA, que ganó el concurso de precios convocado por el Decreto DMM 32 del 8 de mayo de éste año, del Departamento Ejecutivo municipal.

Un concurso de precios que se hizo (sorteando la licitación que hubiera correspondido por el monto del contrato) invocando la Ordenanza 12.935 de Emergencia en Seguridad, que autoriza al DEM "...a realizar las acciones que estime corresponder a los efectos de la adquisición de bienes, contratación de servicios, y/o realización de obras que resulten necesarias para ampliar las capacidades del municipio en materia de intervención primaria en seguridad y control urbano, prescindiendo del correspondiente llamado a licitación pública o procedimiento de selección de contratistas, facultándolo a concertar las contrataciones directas o procedimientos que garanticen la debida concurrencia de oferentes, tratamiento igualitario de los mismos, cotejo de ofertas y condiciones análogas".

O sea que, tal como se dijo acá para las emergencias en la provincia, "Cabría preguntarse entonces para que se buscó declarar tantas "emergencias", y si uno se atiene a antecedentes similares, más los propios actos del gobierno, debería concluir en que lo que se busca esencialmente es una excusa para hacer contrataciones sin molestias burocráticas, como tener que llamar a licitación, y excluyendo las normas generales a las que el Estado debe sujetarse para eso.". 

Los barrios a intervenir en el marco de la prueba piloto eran: Barrio San Jerónimo, San Ignacio Loyola Sur, Ceferino Namuncurá, Centenario, Norte Unido, Cabaña Leiva, 21 de octubre, Brigadier López, Liceo Zona Norte, Santa Marta, Bernardino Rivadavia, Las Flores, Nueva Santa Fe, Altos Noguera, Candioti Sur, Candioti Norte, El Pozo, San Agustín, Juventud del Norte y Yapeyú Oeste.

El presupuesto oficial del concurso de precios fue de $ 301.897.438,53, con un plazo de 90 días (no aclararon si hábiles o corridos) a partir del acta de iniciación de las obras. Las oferentes fueron tres, y éstas sus cotizaciones: 1) MANTELECTRIC S.A., $248.886.920,00 2) ILUBAIRES S.A., $288.118.870,00 y 3) LESKO S.A.C.I.F.I.A, $304.544.600,09. El 24 de mayo -es decir apenas 16 días corridos después de convocado el concurso, los trabajos de la "prueba piloto" le fueron adjudicados a MANTELECTRIC S.A., mediante la Resolución 331 firmada por Poletti. 

Como dijimos antes, nada se dijo al respecto en el mensaje que el intendente envió al Concejo para habilitar la licitación, no se sabe cuando se iniciaron formalmente los trabajos -y por ende cuando deberían terminar- ni mucho menos se hizo una evaluación sobre si la "experiencia piloto" fue positiva o no, no obstante lo cual se pide extenderla a toda la ciudad (menos los distritos ubicados al este de la laguna Setúbal), por un período de entre cinco y hasta siete años.

Dicen que la adjudicataria del concurso de precios -y muy posiblemente de la licitación- es aportante de campaña de Poletti, dato que no es posible corroborar con la información disponible en internet en la página del Tribunal Electoral de la provincia. Cabría preguntarse -de ser cierto que Mantelectric SA (empresa porteña sin antecedentes en la ciudad) aportó a la campaña de Polettí para intendente de Santa Fe: ¿acaso sabía que estaba haciendo una inversión con retorno asegurado?  

Lo que sí se puede corroborar es que las tres empresas que cotizaron en el concurso de precios no son locales sino porteñas, y habituales adjudicatarias de contratos en la CABA, en las gestiones del PRO. Para que se entienda: no le pidieron cotización a ninguna empresa santafesina, y en el pliego de la licitación  se exige que los oferentes "Presenten sus antecedentes en contratos de prestaciones equivalentes o análogas, en tanto el conjunto permita acreditar la idoneidad del oferente para la ejecución del objeto que se licita. Se priorizarán aquellos oferentes que posean antecedentes vinculados a trabajos de refuncionalización superiores a 20.000 luminarias.", aclarándose que "En el caso que dos o más empresas concurran integradas en UT, a los fines de la contratación que se licita, cada una de las empresas que lo integran, deberá cumplimentar los recaudos que se fijan para las sociedades." (las negritas son nuestras): difícil que alguna Pyme local pueda presentar oferta, ¿no?

¿Tendrán algo que decir al respecto en la Unión Industrial de Santa Fe o en la seccional local de la Cámara Argentina de la Construcción?. Al parecer no, porque hasta acá no se los ha oído, por lo menos en manifestaciones públicas. 

Y finalmente está la cuestión -no menor- del costo del negocio: de acuerdo con el presupuesto oficial anexo al pliego licitatorio sería -de arranque- de $ 378.118.109,33 mensuales, o $ 22.687.086.559,52 durante toda la  vigencia del contrato, sin contar prórrogas ni actualizaciones de precios. Lo que significa que, si se anualiza el importe inicial mensual estimado por la propia Municipalidad para el contrato, representa nada menos que el 58,14 % de lo que espera recaudar en concepto de Tasa General de Inmuebles, tributo con el que por supuesto tiene que afrontar otros gastos, como el pago a las empresas que recogen la basura en la ciudad.

Que nadie se sorprenda después -si el negocio sigue adelante- que al plantear el presupuesto municipal y la ordenanza tributaria para el año próximo, Poletti plantea un sustancial aumento de la TGI para poder -entre otras cosas- pagarle a sus aportantes de campaña.