LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

sábado, 22 de octubre de 2011

TAREA PARA EL FIN DE SEMANA


Por A.C.

La Presidenta estuvo en el acto del cierre en el Teatro Coliseo. A su lado, estaban esos hombres y mujeres que hicieron los spot de campaña. Personas reales, historias verdaderas, personificando los pequeños o grandes (depende quien lo mire) triunfos sobre un pasado triste que empezó a borrarse en el 2003. Y estuvo muy bien que la acompañaran esas historias de carne y hueso, porque éste ha sido y es, un Gobierno de historias reales, de realizaciones, de logros, y no de maquetas, ni de protagonismo mediático vacío, de irracionalidad, de publicidades absurdas, de desactualización, de incapacidad, como la desilachada oposición, desde Binner a Carrió.

La oposición hoy da vergüenza, y hasta quienes piensan votar a los opositores perciben la impotencia de esa procesión de inútiles. Pero claro, cuando los procesos políticos generan cambios sociales, inclusión y distribución de la riqueza, el conservadurismo, el miedo a los cambios, presenta distintas caras, distintas opciones, que prometen poner un dique a esos avances.

Son la opción de quienes piensan que posibilitar la movilidad social es un error porque genera caos, que las oportunidades en una comunidad deben tener sus límites, porque de lo contrario, creen que sus propias posibilidades se ven amenazadas, y piensan que mientras se mantenga una estratificación social rígida, la sociedad es más previsible y ordenada, es decir gobernable.

Muchos de los que piensan así, más allá de los dueños de la tierra y del capital, son personas de clase media urbana, vinculados como empleados, o por su negocio personal, o por herencia ideológica, a los grupos o actores económicos fuertes, con quienes se identifican social y culturalmente, a quienes admiran, y esa colonización mental no les permite ver que para pertenecer realmente al sector que los deslumbra, deberían tener recursos y posibilides que no tienen.  

Y frente a un Gobierno Nacional que con una política acertada revoluciona la economía del país, genera crecimiento sostenido a tasas altísimas y una distribución de la riqueza récord, favoreciéndolos también a ellos en la medida que les mejora su actividad o sus ingresos, ellos siguen mirando seducidos a sus referentes sociales, y copian sus posiciones ideológicas.

Estos colonizados, son los que salieron en el 2008  a apoyar al “campo”, a blasfemar contra un Gobierno que legitimamente gravaba una renta extraordinaria, como ocurre en cualquier país serio del mundo. Un productor que tiene 200 hectáreas , en una sola cosecha de soja, tiene más ganancia que el ingreso anual de éstos colonizados. Ni hablar de los grandes propietarios rurales. Pero ellos fueron a apoyarlos.  Aunque de tierra solo tienen un par de planteras en el balcón o en el patio, se tomaron un colectivo y llegaron para apoyar a la Sociedad Rural, a Buzzi, a De Angelis, a Cargill a Monsanto. Seguramente si suprimían las retenciones, les iban a tocar el timbre para darle un reconocimiento moral y económico por el apoyo. La estupidez humana no tiene límites y la colonización mental produce estos milagros.

Todavía quizás los colonizados sigan sin ver, el progreso y las obras que el fondo soja posibilitó en las grandes ciudades y en cientos y cientos de localidades y pequeños pueblos del país. En una de esas siguen sin ver que la política del Gobierno Nacional se direccionó a la inversión en escuelas, hospitales, rutas, luz eléctrica, cloacas,  a infraestructura que mejora la calidad de vida de la gente.

Ellos son los que miran el dedo acusador de sus colonizadores contra éste Gobierno, y no ven lo que ese dedo está señalando, no ven a un Gobierno que los favorece. Como dijo la Presidenta en el discurso de cierre de campaña: “Los tontos son aquellos que cuando alguien señala con el dedo la luna, miran el dedo... Bueno, miremos la luna, eso es lo importante". 

Siempre hay tiempo para darse cuenta que generar las condiciones para el ascenso cultural y económico de las clases populares, no resta, sino que suma posibilidades. Porque un país más justo, con buenos salarios, con inclusión, con inversión en educación y en tecnología, con salud, como es el país que se está construyendo desde el año 2003, será necesariamente un país mejor, con menos marginalidad, con menos desempleo, con menos violencia, con menos ignorancia. Y aunque los referentes sociales e ideológicos de los colonizados digan lo contrario, los recursos alcanzan para distribuir más equilibradamente y premiar el esfuerzo del que trabaja y produce. Solo hay que mirar los números del crecimiento de la economía y la incidencia de los salarios en el PBI, es decir cuanto se distribuye entre quienes trabajan sobre la riqueza que produce éste país, y ver su notable evolución en los últimos 8 años. Claro, esa riqueza que se distribuye entre la población, podría haber ido a parar a manos de cuatro o cinco grandes grupos económicos, por eso gritan, por eso inventaban todos los días un candidato nuevo, pero ninguno les dió resultado, más allá del bombardeo mediático y la mentira sistematizada de los grandes medios nacionales y sus socios o satélites mediáticos provinciales.

Esos candidatos de papel estuvieron y están lejos de la gente porque son empleados obsecuentes de los grupos de poder económico, partidarios de la riqueza concentrada. En cambio, nuestra Presidenta, en el discurso de cierre confirmó el camino iniciado en el año 2003: "Siempre voy a estar del lado del combate a la desigualdad, en la defensa de los sectores mas vulnerables y la integración social, porque esta no es una lucha de imparciales, yo no soy neutral". 

Y ustedes me preguntarán para que escribo esto, si los colonizados ideológicos no lo van a leer porque no entran a éste blog. Es probable. Pero ahí está nuestra tarea para éste fin de semana. Todos nosotros conocemos varias y varios colonizados, y hay que tratar de hacerles ver éstas cosas para que el domingo voten a la Presidenta. No es fácil, me dirán, y ya sé que no es fácil, pero hay que morir en el intento. Hay que tratar de sumar los votos de los colonizados, de los dubitativos, de los desinteresados en la política, de los que pertenecen a otros sectores y están silenciosamente decepcionados por la obsecuencia y la pobreza de propuestas de los candidatos opositores.

Aunque tiremos cincuenta tiros y peguemos uno solo, eso ya es suficiente. La Presidenta hace cuatro años que está haciendo su parte, y nosotros tenemos que hacer nuestra tarea éste fin de semana, para que sean muchos más los votos a la vida, a la inclusión y a la esperanza.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A su nota no hay que sacarle ni agregarle una coma, don AC (Elabas)