Hace un tiempo en Nestornautas contábamos el caso del convenio firmado por el gobierno provincial con la municipalidad de Rosario, por el cual el Estado provincial subsidia a los hospitales municipales, bajo el pretexto de la atención de los "casos de alta complejidad".
Subsidio que supera los 126 millones de pesos al año; y de acuerdo con los datos que pueden obtener en este post en el que hay más detalles del asunto.
Y ahora resulta que la historia tuvo un segundo capítulo, con este decreto dictado por Binner hace unos días.
En realidad sería el primer capítulo, porque los convenios a los que se refiere el decreto datan del año 2008, es decir antes del decreto de Binner que dio origen al subsidio millonario a los hospitales municipales.
En este caso se le paga al Hospital de Niños "Víctor Vilela" por las derivaciones de casos de enfermedades de las vías respiratorias y cardiológicas, una cápita mensual que sería de alrededor de $ 70.000 (lo que no es una gran suma), pero además se le abonan los honorarios profesionales de los anestesistas, que facturan por sus servicios como si fueran profesionales externos contratados por el hospital.
Y la cuenta no es menor: $ 5.434.800 al mes, o lo que es lo mismo, $ 65.217.600 al año; con lo cual el subsidio provincial al financiamiento del gasto de la Municipalidad de Rosario en Salud ascendería a casi 192 millones de pesos anuales.
Para poner las cosas en perspectiva, el Hospital Cullen de Santa Fe (el más grande de toda la provincia) tiene asignado este año un presupuesto de $ 145.071.000, es decir unos 47 millones menos que lo que la provincia gasta en subsidiar a los hospitales rosarinos.
Pero el decreto de Binner encierra otra perla: por el artículo 5 se menciona un anexo (al que pueden acceder) por el que se "convalidan" pagos de facturas -básicamente honorarios de anestesistas- por un total de $ 5.181.353,45, que se hicieron sin convenio ni norma legal que los autorice, en aquél año 2008 y en algunos meses del 2009.
Es decir lo que se ha convertido en una marca de fábrica del socialismo (tan celosos ellos de las normas del protocolo) cuando administra la cosa pública: el absoluto desapego por el más elemental respeto de las normas legales que establecen como se gasta el dinero público.
Otro caso más (y van) de "ponéme la anestesia ahora, y después arreglamos los papeles, para que parezca todo legal.".
¿Será ésto lo que entiendeel socialismo por "construir un modelo único de salud": que toda la guita para financiarlo salga de un solo lado?
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