LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

jueves, 27 de octubre de 2011

UN AÑO SIN NÉSTOR II


Esta es la segunda entrega de las reflexiones que los compañeros y compañeras nos enviaron a propósito de cumplirse un aniversario de la muerte de Néstor Kirchner:

A.C.:  "Detrás de todas esas cosas

No hay forma, amigo Nestor. No alcanzaría escribiendo mil páginas o cincuenta libros, ni tampoco con una canción o una poesía. Nada de eso alcanzaría para agradecerte. A un tipo que nos devolvió la esperanza con una sonrisa de confianza en medio de la tormenta. A un flaco que llegó moviendo el bastón mientras se reía, para después movernos el alma y volver a despertar los sueños que parecía que habíamos olvidado. A alguien que nos demostró que no estábamos locos cuando pensábamos en un país más justo, y que nos devolvió la alegría y el orgullo de vivir en un lugar donde también cuentan los que estaban olvidados, los más débiles, los pibes, los viejos, los laburantes. No hay forma de agradecerte. Porque ya nada será igual después de vos, como nada fue igual después de Juan Domingo. Porque hay tipos que iluminan, que contagian vida , como vos, que la seguís contagiando después de irte. En cada escuela nueva, en cada pibe que educándose se vacuna contra la miseria, en cada viejo que ahora tiene sus manguitos, en cada mamá que puede cuidar su embarazo, en cada uno que tiene trabajo y por eso dignidad, detrás de todas esa cosas estás vos con tu sonrisa. Era posible. Mientras tantos dudaban, vos no dudaste, vos sabías que era posible. Y abriste puertas llenas de cerraduras y candados, las puertas de la justicia, de la inclusión, de la solidaridad, de la esperanza y del futuro. Por eso, no hay forma de agradecerte, amigo Nestor. Solo nos queda tener la actitud digna de cuidar que esas puertas no se vuelvan a cerrar,  por nuestros hijos, por nuestros viejos, por nosotros, y llevar tu sonrisa en el alma como combustible para seguir avanzando."

Juan Manuel Berlanga: "Néstor Kirchner en el living de casa

Néstor Kirchner era el tipo que más poder político manejaba en el país. Cristina era la presidenta. Pero nadie dudaba que de la rosca posta, se encargaba él.
Ya había pasado lo de la 125. Ya todo estaba patas para arriba. A los periodistas nos costaba cada vez más hacer equilibrio en esa boludez de la objetividad y la independencia con la que nos habíamos criado.
El Kirchnerismo parecía una experiencia histórica con fecha de vencimiento. ¿Una camporita de 8 años?, ponéle. “Y… es Duhalde o Macri”, me decía un amigo. “Macri no, por favor. Duhalde. Puta Madre”.
Ya había pasado el cachetazo electoral del 2009 también. Reutemann, Cobos. Redrado. Que las reservas no se tocan. Que sí. Que no. Que la ley de medios K. Que TN va a desaparecer. Un kilombo.
Y ahí, en ese momento, Néstor Kirchner, entra al living de mi casa. Se sienta y me habla clarito. No lo podía creer. Ese pingüino poderoso, en medio de la masacre política más sangrienta de la historia, se sacó la sangre de la cara, se palmeó el polvo del saco cruzado y se sentó a contarme cosas, detalles, infidencias.
Y me contó de reuniones, de aprietes, de acuerdos, de roscas, de negociaciones. “Magnetto me dijo que tenía que ir yo a la reelección. Que Cristina no, porque era mujer… porque no la iba a aceptar el stablishment… ¡Estos tipos quieren elegir hasta el candidato a presidente!”. Yo no podía creer lo que estaba pasando.
Seguía hablando del CEO de Clarín: “Me vino a pedir que le haga lobby para que Telecom les venda las acciones que están obligados a vender por la ley anti monopolio… y que si nosotros lo hacíamos teníamos el diario a favor. Y que en su diario los periodistas escribían lo que él decía”. Hizo una pausa y me miró casi como haciéndose el boludo. Recreando el momento de la charla: “¿Del más chico al más encumbrado?, le pregunté. Todos, me dijo”.
En cada discurso, en cada acto público, en cada aparición mediática, Néstor Kirchner se encargó, en sus últimos años de vida, de desnudar al poder. Aquella noche de su participación en 678, se metió en el living de casa y de tantas otras. Se sentó a contarnos en primera persona las negociaciones, los acuerdos y el verdadero rostro del poder. Y cuando la cosa se ponía cada vez más picante, se muere.
Hoy hace un año que viví una experiencia que no olvidaré jamás. Cinco horas después de enterarme de la noticia estaba en la plaza de Mayo. Con Roberto, Maxi y el Turco atravesamos la autopista vacía del día del censo y estacionamos a un par de cuadras. Nunca se borrarán los sentimientos, los rostros, las lágrimas, las sonrisas, los olores. La noche. El amanecer. Más gente. La mañana. Muchas más gente. La tarde. Una multitud. El silencio de la multitud. El denso sonido del silencio de la multitud. Llorando a coro con Cristina, por pantalla gigante. “Fuerza Cristina”.
Hace unos días, me invitaron a dar una charla en un colegio. Un alumno me dijo, sintiéndose dueño de la verdad absoluta: “En esa plaza estaban todos pagados”. Me dio ganas de romperle la cara de una piña. Pero el pibe hizo un gesto que me hizo acordar inmediatamente a ese rubiecito del documental de Abuelas. Ese que le dice a Estela Carlotto algo así como: “Eso de la desaparición de pibes no se sabe si es tan así”.  Y me concentré en su infinita paz. Si ella puede…
Hoy se cumple un año que se murió Kirchner. Ayer le dieron perpetua a otros 4 genocidas. “Si, nene, si. Estaban todos pagados”. Síganla chupando.
Perdón por ser tan enanito. Sepan entender que no es un día cualquiera."

Sandra Viñas: "La palabra, la acción, el pensamiento recobraron la energía perdida cuando irrumpiste en la vida cotidiana de cada uno de nosotros.
Provocativo, desafiante y lleno de coraje nos empujaste para retomar el camino que alguna vez habíamos iniciado.
La vida se te fue intentado hacerle entender a esta sociedad que la situación de pobreza,   indigencia e ignorancia  no son una elección, sino una condena que sólo la política era capaz de revertir.
Pocas veces la muerte cobra una sonoridad sin igual y redefine en forma mística al hombre que fuiste.
Gracias Néstor"

María Belén Degrossi: "Vengo de una casa en la que, en tono jocoso pero no por eso menos serio, se grita “Viva Perón” cuando se destapa una sidra. En donde mi abuela solía (y suele) llenar mis tardes de historias sobre los años lejanos de aquél primer peronismo en el que Eva misma (con sus sombreritos y sus vestidos ceñidos) pasaba con el tren, regalándole juguetes a todos los que estuvieran al alcance. Y donde a veces, en las siestas más largas del verano, nos ponían algún VHS de “Sinfonía de un Sentimiento” y nos sentábamos a mirarlo. Esa fue la imagen del peronismo (y de  la política en general)  bajo la cual crecí: algo que provenía más de las vísceras mismas que del cerebro. Algo que no podía explicarse, que más bien se contaba con la esperanza de generar en el otro el mismo grado de simpatía, de entendimiento, y de amor. Yo no encontraba diferencias entre Evita misma y las princesas de Disney, y me emocioné tanto cuando me llevaron a la Ciudad de los Niños como si me hubieran llevado a Disney mismo.  Y durante mucho tiempo creí que con eso iba a tener que bastarme, que en años venideros mis hijos y mis nietos iban a tener que escuchar las historias sobre Eva o sobre Perón que alguien más me había contado, porque no había nada en mi propia historia que yo quisiera recordar con orgullo o con amor. ¿Qué podía contarles a mis hijos de Menem, de De La Rúa, de la seguidilla de presidentes en una semana o de Kostecki y Santillán? No había nada en todo eso que yo me imaginara contándole a mis nietos en una tarde, ni me veía pasándole a mis hijos “La Dignidad de los Nadies”. Creí por un tiempo que debía resignarme. Y entonces… llegó Néstor. Llegó este tipo desde el sur del sur, desde ese lugar casi ignoto que la mitad de los argentinos ignoraba, que dudaban un par de veces antes de marcar en el mapa, porque no aportaba nada, porque no valía la pena. Néstor entró por la ventana a una Casa Rosada que se caía a pedazos. Entró firmando con su lapicera Bic y caminando con sus mocasines pasados de moda. ¿Cuán triste era que su discurso inaugural fuera una carta de presentación, una pequeña reseña de quién era? Porque, aparentemente, el 75% del país no lo conocía, no se interesaba por él. Y, de pronto, este flaco era presidente. Presidente de un país en llamas. Este tipo que odiaba el protocolo y que se interesaba más por saludar a la gente que por salir bien ante las cámaras. Este tipo que no iba a dejar sus convicciones en la puerta de la Casa Rosada, tal y como Eva no se había dejado arrebatar el alma que había traído de las calles. Yo no entendía de política (y a veces todavía no entiendo), no entendía de economía y ni siquiera entendía del todo sobre la crisis… pero este flaco me inspiraba confianza. Se parecía a ese tío bueno al que todos los sobrinos corren a contarle las macanas que se mandan, porque no va a alcahuetearte con tu vieja.
Es triste que, hasta el día de su muerte, yo no había pensado en todo esto. Hasta que no vi las cientos de coronas apiladas y recordé las escenas del velorio de Eva que tantas veces había visto en la televisión, hasta que no comprendí que los rostros eran los mismos… no me detuve a reflexionarlo. Alguien más hablará de medidas de gobierno y de esas cosas, pero de Néstor yo siempre voy a hablar en otros términos. Él es el padre de mi generación, el hermano de la de nuestros padres. Él es uno de nosotros, de los tantos que creímos que nuestra forma de ver (y de hacer) las cosas nunca iba a volver al poder. Él nos pedía que nos comprometiéramos, que trabajáramos juntos, cuando otros nos impulsaban a mirar para otro lado, a hacer la nuestra. Néstor nos devolvió la esperanza, las ganas, el orgullo de ser argentinos. No por ser buenos en algún deporte o tener más o menos bandas que ganen premios. No, simplemente por vivir acá y crecer acá. Nos devolvió la alegría, el compromiso, el amor por la patria. No nos regaló nada: no enseñó a construirlo por nosotros mismos, que la riqueza de un pueblo se mide no por sus bancos o sus industrias, si no por la calidad de su gente. Eso… eso demora un poco más en entrar en crisis. Eso no se olvida nunca. Eso es algo que de seguro voy a contarles a mis hijos. De los chicos entrando a Tecnópolis y de la gente desconocida bailando al ritmo del Chaqueño en medio de la 9 de Julio como si fuéramos todos vecinos. Tengo la certeza de que él trabajaba con ansias, todos los días sin excepción, esperando porque alguno de los tantos que se amontonaban en las plazas o volvían al trabajo fuera el próximo Néstor. Y si nos está viendo… que sepa que somos más que uno. Más que dos. Somos muchos. Que lo hacen por la patria y que lo hacen por él, para devolverle algo de todo lo que él nos dio, nos devolvió, nos ayudó a construir.
Duele que Néstor se haya ido, porque duele cuando se quiere. Y él era uno de nosotros, el más grande, el protector. En palabras más peronistas, Néstor era el primer trabajador."


Víctor Astesiano: "Noche del martes 26 de octubre de 2010. Siete compañeros que militábamos juntos en la universidad en los 80, nos juntamos en un departamento. Resolvimos volver a la actividad política después de años de andar cada uno por su lado. El ataque virulento al gobierno nos decidió salir al ruedo para que, un año más tarde, Néstor o Cristina estén al frente de la Casa Rosada y continúen la tarea emprendida en 2003. Una de la mañana del 27 de octubre de 2010, nos damos un abrazo. Nuestros espíritus alegres se reflejaban en los rostros sonrientes. Ya al día siguiente empezaríamos a recorrer el espinel de los compañeros que, seguramente, se irían sumando. A la mañana estoy en casa leyendo diarios frente al monitor. Es feriado por el censo. Suena el teléfono a eso de las 10,30 hs. Desde Buenos Aires María Inés, llorando, me da la noticia. Intento calmarla diciéndole: no te hagás problema, va a estar todo bien. Una lágrima, que nadie ve, se desliza lentamente por mi cara. 20 hs., plaza 25 de mayo. Los que nos juntamos el día anterior y los que pensábamos convocar, nos encontramos espontáneamente allí. No nos decimos nada, sólo tenemos un pensamiento: Néstor, era necesario que te fueras?"

2 comentarios:

Desocupado mental en la era del blog dijo...

Disculpas por el off topic: aquí tienen un posteo de Tomás Abraham, que les puede resultar interesante para debatir:
http://tomabra.wordpress.com/2011/10/27/difamaciones/

Como indirectamente se los ha nombrado en el posteo anterior, les dejo el link.

La Corriente Kirchnerista de Santa Fe dijo...

Desocupado: gracias por el comentario, vamos a hacer un posteo al respecto.