Por A. C.
Después
de los reiterados intentos desde el año 2011, con la finalidad de conseguir una
fuerte devaluación del peso, maniobras en la que participaron los sectores
exportadores junto al sector financiero, ahora el sector exportador, tras el fracaso de sus intentos devaluadores,
modifica su estrategia.
Como vemos en esta nota la Cámara de Exportadores (CERA), aparentando
abandonar sus intenciones devaluatorias, le pide ahora al Gobierno
Nacional, que emita deuda para que las
empresas exportadoras compren estos títulos.
Aunque sigan
esperando la devaluación, y su consecuencia inmediata, la transferencia de una gran masa de recursos al sector financiero y
exportador en perjuicio del sector asalariado, porque esos sectores
exportadores tienen ingresos en dólares, y con una devaluación del peso, sus
costos internos se disminuyen y por lo
tanto, aumentan aún más sus ganancias.
Como el Gobierno viene resistiendo los intentos devaluadores para
preservar el poder adquisitivo del salario y
proteger la producción y el empleo en el marco de una economía mundial
en crisis, la Cámara de Exportadores pide ahora al Gobierno que se endeude , que emita deuda para que las empresas exportadoras compren esos títulos.
No le basta al sector
exportador haber acumulado en los últimos años márgenes de rentabilidad
astronómicos y haber sacado al exterior de la mayor parte de esa ganancia. Y
entonces, a un Gobierno que ha tenido
una política sistemática de desendeudamiento, con resultados extraordinarios
para la economía argentina, resultados a esta altura ya indiscutibles, los
señores exportadores le piden que se endeude
Que emita títulos de deuda, sobre los que responde el Estado, es decir
todos nosotros, para que ellos canalizen sus inversiones e incrementen sus
ganancias.
Simpáticos y amigables, los componentes de la Cámara nos dicen que
“Esto serviría para que haya
menos presiones sobre el dólar, no se incrementen los costos operativos y
mejore la política comercial”. Primero, la Cámara
debería preguntarse a ella misma, si sus componentes no tienen alguna
responsabilidad sobre la presión al dólar. Después, comparar los costos
operativos (es decir los costos internos), con los precios a que ellos venden
al exterior, y ver si no estarán obteniendo márgenes de rentabilidad imposibles
de conseguir en los países centrales. Y con relación a la política comercial,
harían bien en comparar los volúmenes de exportación actuales, en relación a
los volúmenes que se exportaban cuando se implementaban las políticas
económicas que ellos reclaman.
Pero en una de esas, no han tenido tiempo
de hacer estas actividades comparativas, como tampoco se les ha ocurrido la
posibilidad de invertir algún excedente en proyectos productivos, que generen
fuentes de trabajo y demanda. Y eso sucede porque detrás de estas estrategias,
están siempre las mismas mentes brillantes: en la Cámara, uno de los oradores
del encuentro fue el economista y consultor Miguel Angel Broda, economista de
una visión de corto, mediano y largo plazo insuperable
Broda pronosticó un dólar a $10 para fin
de 2003, y en ese mismo año, un crecimiento del PBI de entre 2 y 4 % y una
inflación de 22%. No acertó. Y ya en el año 2009 –en medio de una crisis
internacional sin precedentes- Broda recomendaba que el Gobierno debía “devaluar más rápido” para volver a ser
competitivos. Es decir que en medio del incendio, proponía exportar divisas e
importar la volatilidad del mercado financiero mundial en crisis. Inteligente
propuesta, pero felizmente no implementada por el Gobierno Nacional.
Claro que cuando se produce una emisión de
títulos, como reclama la Cámara de Exportadores, es necesaria la designación de
un agente financiero que debe poner en circulación los títulos públicos, y que
cobra importante comisiones.
Y es probable que luego de tantos
aciertos, la consultora de Broda no tenga hoy demasiada actividad, y que por
eso esté esperando ansiosamente un cambio de rumbo en la polìtica económica de
desendeudamiento que se implementó desde el año 2003, y esperando que su
consultora sea designada como agente financiero de la emisión de títulos
reclamada.
La relación de la deuda pública argentina respecto de
su PIB cuando estalló la crisis de 2001, era del 128%, y en 2002 alcanzó el 166 por ciento. En el final del 2011, la deuda
pública neta argentina con el sector privado, representaba solo un 19% del PBI.
Y Broda nos quiere convencer que el rumbo económico del Gobierno es equivocado,
y que hay que emitir deuda para que la tomen los sectores más concentrados de
la economía, es decir, piden endeudar al Estado para garantizar ganancias
privadas. Y por supuesto, sugiriendo ellos la tasa de rentabilidad de los títulos.
3 comentarios:
No tienen cara. Y me doy cuenta hasta yo que soy analfabeta en materia económica de lo que están pidiendo: que nos endeudemos todos para que ellos ganen más. Y después los chorros son los pibes que limpian parabrisas en los semáfonos por una moneda.
Es verdad, la politica del gobierno está equivocada.
Si el Gobierno no se endeuda, la consultora de Broda no tiene trabajo, y eso es una injusticia.
País generoso, el nuestro.
Todos estos mercenarios-mentirosos-delincuentes deberían estar presos y sus patrimonios haber sido confiscados para compensar, en parte, a todos los arruinados por sus consejos y el rumbo económico que estimularon y apoyaron.
Pero no contentos con ello, siguen desvergonzadamente babeándose ante las cámaras de siempre para tratar de volver a contaminar de cualquier manera.
No tienen perdón.
Faltan 109 días para el 7 de diciembre.
Saludos
Tilo, 71 años
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