Gente muy preocupada por defender el derecho a la vida la de la Sociedad Rural, pero claro, en una lucha tan cansadora, a veces hay que tomarse un res`piro; como entre el 76' y el 83', sin ir más lejos.
Gente preocupada por las libertades públicas, el adoctrinamiento en las escuelas (que en su decir, afecta la propiedad privada), las agresiones al periodismo independiente y las expropiaciones de empresas extranjeras, el federalismo y el cumplimiento de las sentencias de la Corte Suprema.
Gente movilizada nada más que por ideales, por principios y valores que vienen de lo más profundo de la argentinidad, que es el campo, que es la patria.
Y a la patria -obviamente- no se le puede pretender cobrar impuestos, porque sería casi como atentar contra ella, contra lo más íntimo del ser nacional, que la Sociedad Rural expresa como (casi) nadie, salvo quizás algún que otro arzobispo.
Y la patria (o sea el campo), toca el Clarín (de los domingos, el que trae todos los suplementos) o El Litoral, que es más o menos lo mismo (al fin de cuentas, los dos se imprimen en AGL), y nos dice que es el momento de despertar (¿dónde están los tanques cuando uno los necesita, eh?), y exigir que se cumpla lo que dice la Constitución.
Sobre todo en esa parte en que dice muy claramente que al campo jamás -pero jamás- se le podrán cobrar impuestos, porque eso sería traición a la patria.
Porque al fin de cuentas, de eso se trata todo esto, como podemos ver acá:
¿Cómo un grupo de diputados extraviados van a pretender que el campo -que es la patria- ponga el 30 % de los 170 millones de pesos adicionales (o sea, 51 millones de pesos, en un presupuesto provincial de 33.789 millones) que significaría para el Estado provincial aumentar un 120 % los avalúos del Inmobiliario Rural?
¡No señor, habráse visto!, meterse con esta noble gente mientras ellos luchan por nuestros niños, envenenados por la Cámpora en las escuelas, por nuestros periodistas, censurados a diario, por los televidentes, que se pierden su telenovela favorita por culpa de la cadena nacional, por nuestros pequeños y medianos empresarios petroleros españoles, dedicados al noble oficio de extraer el oro negro de3 las entrañas de la tierra, y llevarse su legítima ganancia a la ex madre patria.
Hablando en serio (un poquito) este pensamiento reaccionario, medieval y antidiluviano, y estos intereses económicos concentrados y parasitarios es lo que están defendiendo en la Legislatura provincial buena parte de la dirigencia política santafesina, incluyendo a algunos legisladores del PJ que -para colmo- en algunos casos hasta se dicen kirchneristas; como bien lo señala acá el diputado Toniolli del Movimiento Evita.
Con la excusa del gasto desenfrenado e inútil del socialismo en el gobierno provincial (que es cierto) siguen apostando a construir un peronismo que reposa sus chances electorales en el voto del antiperonismo, tratando de captar la adhesión de los enemigos históricos del movimiento creado por Perón hace casi 70 años.
Lo demás (como los extravíos de la Sociedad Rural de Rosario) es puro cuento.
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