LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

domingo, 19 de mayo de 2013

REPORTE DEL CLIMA


Leemos en Diario Bae: "La actividad económica creció en abril un 3,2% comparado con igual mes de 2012, al tiempo que el PBI acumuló en el primer cuatrimestre del año una suba de 1,2% interanual, según estimaciones del Centro de Estudios Económicos de Orlando Ferreres. Ahora, con el aumento del 24% acordardo por media docena de gremios, se espera que el consumo también repunte, luego de un mes de desaceleración.
“El pico del año se va a concentrar en estos meses porque es donde se liquida la soja”, dijo a BAE Negocios el economista de Econométrica, Ramiro Castiñeira, que consideró que “el aumento del orden del 24% es para sostener el salario real.
Por su parte, el gerente de análisis económicos de Abeceb.com, Mariano Lamothe, expresó que el incremento del consumo se puede encontrar alrededor del 1%. “Este año puede haber un crecimiento con un consumo no tan presente”, dijo Lamothe. Sin embargo, el analista agregó que las comparaciones de consumo se dan “sobre niveles elevados” de otros años.
A principio de año, Abeceb.com consideró que se espera que, en términos nominales (lo que incluye a la inflación), la demanda de los argentinos movilizaría alrededor de “un billón ochenta y cuatro mil quinientos cuarenta y nueve millones de pesos” ($1.084.549.000.000).

“El consumo podría crecer entre 1 o 2% del PBI, o sea posicionarse entre un 69% o 70% del PBI para el 2013 con este acuerdo para 2.000.000 de trabajadores, proyectó el economista del CEMOP, Ernesto Mattos. “Si no crece, por lo menos va a mantener los niveles de consumo”, complementó, al tiempo que consideró que “el acuerdo de precios y de combustible van a permitir estabilizar los precios”."


Leemos en Ambito Financiero: "En el caso del SMVM el nuevo cálculo supone una mejora similar al promedio de las paritarias que se están negociando durante mayo y junio. Esto implica que de los 2.975 pesos mensuales que debe cobrar un trabajador dentro del país, en blanco, y que cumpla sus 8 horas diarias, debería pasar a los 3.500 pesos. El incremento podría aplicarse en dos etapas, una en el segundo semestre y otra en febrero. 

Esa nueva cifra quedaría obviamente lejos de lo que perciben de mínimo operarios de gremios como los bancarios, mineros, petroleros y camioneros; que navegan por encima de los 10.000 pesos mensuales de promedio; pero resulta importante como piso para trabajadores de la construcción, textiles, empleadas domésticas y de maestranza; pero especialmente apunta a poner incómodo al representante de los agropecuarios de Gerónimo "Momo" VenegasSegún los datos del Gobierno, la UATRE del dirigente que acompaña a Hugo Moyano tiene los niveles de precariedad laboral más altos de todos los sindicatos que cuentan con convenios colectivos de trabajo, además de pagar salarios siempre al límite del SMVM. Como se supone que Venegas será uno de los referentes políticos electorales de Moyano y el peronismo alternativo, pegarle al gremialista con los datos de los trabajadores "en negro" de su sector y los salarios bajos de sus afiliados será una movimiento casi obligatorio. En el caso de las jubilaciones, el Gobierno está obligado a aumentarlas por la ley de movilidad que el mismo Ejecutivo sancionó sobre la base de un complejo cálculo que ideó el ahora vicepresidente Amado Boudou en sus días de número uno de la ANSES. Por esta norma el Ejecutivo debe anunciar dos aumentos anuales, uno aplicable desde marzo y otro en octubre; pero cuyo anuncio es libertad de la Presidente. Nuevamente, al ser 2013 un año electoral, la presentación del nuevo monto de las jubilaciones mínimas es una oportunidad única. 

El problema, a diferencia del SMVM, es que los fondos para estos incrementos deben provenir de las cuentas de la ANSES, que si bien se manejan con solidez, también son buscadas por el Ministerio de Economía y el Banco Central en días de problemas fiscales como los actuales. De todas maneras no habría inconvenientes para que los jubilados cobren una mínima no inferior a los 2.300 pesos mensuales, frente a los 2.165 actuales; lo que determinaría que finalmente en el año el alza supere el 26%, por encima del promedio de las paritarias actuales. También sería un nivel superior a la inflación real. "

Y para terminar, leemos a Zaiat en Página 12 de ayer sobre la dinámica de las negociaciones salariales cerradas esta semana en las principales paritarias, y la evolución de los acuerdos de precios: "El recorrido de aumentos de precios más apaciguados se reflejó en el consumo en hogares, que pese los pronósticos negativos de los hombres de negocios dedicados a la comercialización de información económica, se ubicó un uno por ciento por encima de los volúmenes comprados en comparación con el primer trimestre de 2012. Este análisis no fue elaborado por un organismo oficial, sino que se desprende de la lectura del estudio Consumer Insights que realiza Kantar Worldpanel Argentina, en el cual se presentan las principales tendencias e indicadores del primer trimestre del año 2013. “Entre las principales claves del período cabe mencionar el control sobre los precios que logró, en el corto plazo, desacelerar casi a la mitad los incrementos, acción que impacta positivamente en las expectativas del consumidor”, explica Juan Manuel Primbas, country manager de Kantar Worldpanel.
La exhibición de esas cifras de un extremo al otro, del aumento promedio de precios de 19,8 al 10,5 por ciento, todos alejados del imaginario 25-30 por ciento que se difunde habitualmente, permite una evaluación más precisa del alcance de los acuerdos salariales en términos de poder adquisitivo de los trabajadores. Las paritarias cerradas con una media de 24 por ciento, definiendo además en algunas negociaciones sumas fijas no remunerativas, implican una mejora del ingreso real de los trabajadores. La puja distributiva expresada de ese modo (precios-salarios) tiene un árbitro –el Estado– para regular la velocidad de crecimiento de los ingresos de asalariados y empresarios con el fin de evitar la aceleración de la inflación, objetivo logrado en este año electoral.
El aspecto notable del conflicto distributivo durante este ciclo político es que los trabajadores no han sido los perdedores de esa puja, porque los salarios no retrocedieron en términos reales. Un informe del Ministerio de Trabajo a partir de las propias actas firmadas por representantes gremiales, empresariales y del Estado muestra que el promedio simple de la variación anual de los salarios de convenio de las principales paritarias fue
- 26,4 por ciento en 2008,
- 21,0 por ciento en 2009,
- 26,0 por ciento en 2010, 
- 32,0 por ciento en 2011, y
- 24,0 por ciento en 2012.

Esas subas, como la prevista para este año (también en promedio del 24 por ciento), se ubicaron varios puntos por encima de cualquier índice de precios difundido. La particularidad de este dinámico proceso de negociación paritaria es que la mejora se concretó al mismo tiempo que aumentaron en términos generales las utilidades de las empresas. Esta aparente contradicción se salda cuando se analiza la fuerte alza que registró la productividad laboral, que implica la apropiación del capital de una parte proporcionalmente mayor del incremento de la riqueza global de la economía.".

En el microclima generado en las últimas semanas por los cacerolazos, el Papa argento, la discusión de la reforma judicial, las denuncias de corrupción estelarizadas en el show de Lanata, el blanqueo y el dólar blue y -últimamente- la novela "intervención a Clarín", se pasan por alto estas cuestiones más trascendentes; y sin dudas más cercanas a la preocupación del hombre común de la calle.

Que busca tener más plata en el bolsillo, que le alcance para vivir mejor, que la inflación no se dispare, poder consumir y darse uno que otro gustito.

Reajuste de salarios, de jubilaciones, del SMVM (¿eventualmente de la AUH antes de las elecciones?), prórroga de los acuerdos de precios para desacelerar el ritmo inflacionario: todas medidas que, por acostumbradas en los últimos años, no dejan de impactar en la situación cotidiana de la gente y -como no- en el humor social, con perspectiva electoral.

A lo que hay que sumarle los avances que ya registra el plan Procrear, y que impactarán positivamente en los indicadores de la construcción, contribuyendo a levantar el nivel de actividad. 

Hacia el segundo semestre del año (a medida que se acerquen las PASO) estas cosas marcarán el clima en el que iremos a las urnas, y si bien es previsible que las otras cuestiones (las más ruidosas) vayan en aumento conforme se llegue a ése punto, habrá que ver cuáles son las que más pesan, a la hora de decidir. 

Los antecedentes están a la vista: en el 2011 se votó bajo el efecto del escándalo Schoklender, manijeado insistentemente varios meses antes de las elecciones.

Claro que nada indica que la historia se repita inexorablemente, pero son datos que no se deben dejar pasar por alto.     

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