ESO ¿CÓMO CHE?

En esta nota de La Nación de ayer nos prometían desde el título que nos iban a contar como resolverían los diferentes candidatos opositores el problema de la inflacitón a partir de las propuestas de sus respectivos equipos económicos; que de paso nos cuentan como se conforman.

La nota deja algunas perlitas interesantes para destacar, a saber:

Por el lado de Macri y el PRO; "Por pedido expreso de Mauricio Macri, los economistas incluidos en el proyecto presidencial del jefe de gobierno porteño comenzaron a reunirse de manera más frecuente en las últimas horas.". O sea que hasta entonces no se juntaban nunca.

Sigue: "Néstor Grindetti, ministro de Economía de la Ciudad, también es hombre de consulta permanente del líder de Pro, aunque desde la "trinchera de la gestión".". Trinchera donde lo viven cagando a balazos, según vimos acá.

Hay más: "Sincerar las cifras de inflación y generar un plan antiinflacionario urgente es otro de los puntos en los que los economistas coinciden, al igual que en la oposición a la devaluación instrumentada por el Gobierno en las últimas semanas.

En este punto, algunas divergencias fueron motivo de discusiones y análisis. Luego de las declaraciones de Sturzenegger, quien días atrás afirmó que el Gobierno "se haría un favor liberando el tipo de cambio" y que la devaluación favorecía objetivamente a algunos sectores, la consigna fue clara: "No se vuelve a hablar bien de la devaluación", según confiaron desde la sede gubernamental de Bolívar 1..". O sea que ahora todos coinciden en oponerse a la devaluación, porque Macri les pidió que coincidieran: notable cohesión ideológica.

Y finalmente dicen "ni el mejor economista va a tener éxito en un contexto de falta de confianza como el que actualmente vivimos", para luego afirmar lo contrario: "la crisis actual es "poco menos que inexplicable" y "generada por el Gobierno con sucesivos errores de política económica.". O sea, la crisis és inexplicable por sí misma y sólo es fruto de la impericia del gobierno, pero ahora nadie estaría en condiciones de arreglarla.

Por el lado del massismo, lo interesante son las propuestas: "un tratamiento diferencial en el impuesto a las ganancias para las utilidades reinvertidas por las pymes y la eliminación de las retenciones para las economías regionales, las exportaciones de las pymes y, de manera inmediata, para el trigo.

Para el mismo fin, postulan una reducción de retenciones a los cereales y la eliminación de los ROE al trigo, maíz y la carne; así como preservar los mecanismos de devolución anticipada del IVA en las inversiones y promover financiamiento blando a los sectores claves para la canasta familiar.

Respecto de los ingresos, el massismo propone un mecanismo de ajuste automático para el Impuesto a las Ganancias y la Asignación Universal por Hijo, así como la creación del haber 14 para los jubilados.". Es decir al mismo tiempo, quitarle recursos al Estado y agregarle gastos: el pensamiento mágico en acción.

No podían falta radicales y socialistas: "González Fraga es de los que creen que el partido (la UCR, a la  cual se afilió, aclaramos) debe contar con un grupo "formal" de economistas del que emanen análisis de coyuntura y propuestas "concretas".Tras aclarar que opinaba "a título personal y no en nombre del partido", planteó que el Gobierno debería acompañar la devaluación con un desdoblamiento transitorio del mercado cambiario para operaciones financieras y de turismo. "Además, debería avanzar en una política antiinflacionaria gradualista, regida por metas.". O sea que aconsejó que los radicales tengan un equipo económico (no es malo el consejo), pero él habla exclusivamente por él, y no involucra la opinión del partido, como promete el título.

Más o menos lo mismo que Prat Gay: "Desde la fundación de políticas públicas que lanzó la semana pasada como plafón para pelear por la Jefatura de Gobierno porteño en 2015, brega por "políticas de estado a largo plazo" y por "cambiar los tiempos en que se debaten los temas.".

Para la opinión del otro cráneo del sector (Martín Lousteau) La Nación se remite a "una columna publicada en este diario.""; obviamente a título personal; mientras que Binner lo aporta  a Sciara, (de cuya pericia tenemos sobradas muestras acá en Santa Fe) para decir que hay que "avanzar "con un programa global para atacar el proceso inflacionario", al que ancló con la "reconstrucción de la credibilidad y de las instituciones". Más concreto, advirtió: "Si no se hacen cambios en el Indec, no hay credibilidad posible, y aumenta la incertidumbre entre los actores".". El tema es que los índices de inflación del IPEC (que depende de él) vienen dado igual a los nacionales, desde hace por lo menos dos años.

Recapitulando, repasamos las "propuestas" de todos y leemos: "Sincerar las cifras de inflación, generar un plan antiinflacionario, reinserción de la Argentina en el mundo", "necesidad de tener un Banco Central independiente del poder político; alentar las inversiones y la competitividad, un programa económico ordenado, coordinado y consistente que genere confianza y condiciones sólidas para las inversiones", recuperar la transparencia y calidad de las estadísticas, a partir de una reformulación del Indec, que le otorgue autonomía, bregar por "políticas de estado a largo plazo","reconstruir la confianza", el foco debe ponerse en una "verdadera política antiinflacionaria", "avanzar "con un programa global para atacar el proceso inflacionario"", "un plan económico coherente y abarcativo" (que) debería incluir una "concertación" entre actores políticos, sociales y económicos".   

Casi sin matices, con escasas diferencias, todo dicen lo mismo: nada.

El "cómo" que prometía el título de la nota todavía lo seguimos esperando.