La imagen de apertura corresponde a esta nota de Clarín, que da cuenta del fallo de la Corte Suprema de Justicia obligando al gobierno a pautar publicidad oficial en Canal 13.
El fallo (a cuyo texto pueden acceder en la nota) no aporta nada nuevo en términos de doctrina judicial; y no hace sino remitirse a lo que la propia Corte había dicho en los casos del diario Río Negro y la editorial Perfil; y más recientemente en el caso de la procutora La Cornisa de Majul; analizado acá.
De allí que su salida ahora no obedece a la complejidad del tema, sino al sinuoso juego político de Lorenzetti para equilibrar siempre una de cal y una de arena, en las causas que involucran al gobierno; probablemente acelerado en éste caso por la inminencia de la resolución de la AFSCA aprobando el plan de adecuación voluntaria a la ley de medios presentado por el Grupo; por el cual se desguazaría en seis pedazos.
Justamente hablando de la ley de medios, cuando se conoció el fallo de la Corte declarando su constitucionalidad, decíamos acá que los supremos (por indudable sugerencia de Lorenzetti) habían incluido algunos parrafitos para la tribuna opositora, que quedaba estupefacta por el gol en contra que significaba validar la aplicación de la ley al multimedios. Uno de ellos, referido al reparto de la torta publicitaria oficial.
Un problema (el de asignarle publicidad a los medios hegemónicos) del que los supremos seguramente nunca tendrán que ocuparse en el caso de Macri, Bonfatti o De La Sota; que entienden y aceptan las reglas de juego.
Y una discusión bastante teñida de hipocresía: hace muy poco esos mismos medios (con Clarín y La Nación a la cabeza) abrumaban con notas criticando el (supuestamente) abultado gasto del gobierno nacional en publicidad oficial.
Lo que el fallo deja claro es que si el gobierno gastara el doble en publicidad oficial, y ese 100 % adicional se repartiese en su totalidad entre ellos, desaparecería la crítica.
Y un debate también incompleto, porque si se pone a la publicidad oficial en el contexto del "condicionamiento a la libertad de expresión" (se da o se quita para determinar la línea editorial de un medio, directa o indirectamente), ¿cómo no hacer lo mismo con la torta publicitaria privada, que es infinitamente mayor?
Mientras por estos días se sigue hablando del "cepo publicitario" a los medios para que no reciban avisos de las grandes cadenas de supermercados y electrodomésticos, es imposible abrir la edición digital de esos mismos medios sin toparse con esas publicidades; y basta cotejar las de papel para darse cuenta que tal "cepo" (que llevó incluso a la oposición a crear otro "índice" delirante de los que acostumbra), no existe.
O mientras circula por las redes sociales un informe que da cuenta de que el 14 % del precio final de un producto en la góndola de un supermercado corresponde al gasto en publicidad (en el ejemplo conocido de la yerba Nobleza Gaucha que Carrefour compra a 25 $ el kilo y vende a $ 47, eso serían unos $ 6,54), los medios que gozan de amplísima pauta publicitaria de las grandes cadenas de supermercados y electrodomésticos, silenciaron estruendosamente el "apagón de consumo" del viernes pasado.
Como sea y puestos a tener que cumplir el fallo (que consagra un subsidio estatal explícito y legitimado judicialmente a una empresa privada), y en la línea que aconsejáramos en el caso de Majul, nos permitimos sugerir que se difundan spots (contratados pagando la tarifa que ponga el Canal) con el informe "Papel Prensa: la verdad" que ven en el video de abajo; explicando como Clarín (en sociedad con La nación y La Razón) se apropió de la empresa en la dictadura; causa por la cual sus principales directivos están investigados en las causas de lesa humanidad.
¿O lo de la libertad de expresión no corre para el gobierno?
3 comentarios:
Finalmente se vio la verdadera esencia de los actores del modelo. Durante gran parte de la gestión, quisieron disimular su esencia a fuer de clientelismo, demagogia y populismo, alimentado con una gran caja producto de la soja record y el alto consumo. Pero como bien se sabe, la fiesta en algún momento se termina, y allí es donde se ve la verdadera cara de los organizadores. Y como muchos intuíamos, esa verdadera cara no tiene nada que ver con la que quisieron vender durante años. Es así como ahora podemos apreciar con toda crudeza a una Cristina Kirchner negociando con los fondos buitres, el Ciadi, el Club de París, la Casa Blanca y el FMI, con el objeto de poder entrar en una nueva etapa de endeudamiento externo a tasas para nada beneficiosas (con lo cual la bandera del desendeudamiento empieza a deshilacharse). Para lograr ese cometido, el gobierno empezó a hacer los deberes a cara descubierta y sin ningún tipo de tapujo, a pesar de la flagrante contradicción con las premisas del mentado modelo, lo cual incluye: la devaluación del peso y el salario, implementación de tarifazos en servicios públicos (tranporte, energía, etc.), sinceramiento de precios (combustibles, etc.) e incrementos astronómicos de las tasas locales (con lo cual se alienta la renta especulativa financiera y se destruye el acceso al crédito, base de la producción), medidas todas estas clásicamente recesivas y de propósito monetarista.
Cuando este gobierno pase, será recordado como un segundo menemato disfrazado de populista, ya que todas los beneficios sociales concedidos por este gobierno, quedarán absolutamente neutralizados por esta fase ortodoxa y neoliberal por la que estamos atravesando y con la que culminará el kirchnerismo.
Saludos, Jorge Manfredi.
Jajaja. Que muertos de frio que son corriente kirchnerista. Son el blog kirchnerista con menos visitas de la blogsfera, pero se dan el lujo de censurar comentarios.
La verdad que no sé para que comento en este blog de morondanga que no lee nadie. No existen.
Me voy al aguante populista.
Cordialmente, Jorge Manfredi.
Saludos che, no te vamos a extrañar
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