Que en Santa Fe la policía carece de conducción política no es ninguna novedad; y que algunos jefes policiales se sienten impunes y no alcanzados por las leyes, tampoco.
Todos los días hay algún botón de muestra como para comprobarlo; y si no veamos por ejemplo lo que pasó a partir del video mostrado por Graña en América de oficiales de la División Judicial de Rosario negociando con un narco prófugo; del que dábamos cuenta acá.
Al respecto, leemos en el diario del Loco Lindo: "antes de una conferencia de prensa que esa división de la Policía convocó en la Jefatura local, sus agentes realizaron ayer una preocupante “actuación” en sus oficinas con la intención de demostrar que un video exhibido por Monchi Cantero en su entrevista con América 24 era un “montaje falaz que cualquiera puede hacer”.
Para eso, con un teléfono celular de alta gama grabaron un video “demostrativo” en el cual alguien guarda dinero en una riñonera con la intención de pagarle a tres de los periodistas presentes en la reunión, a quienes en el video mencionan por sus apellidos, para que publiquen determinada información. Entre esos periodistas se encontraba el corresponsal del diario El Litoral en Rosario.
Después de eso, a uno de esos periodistas le pidieron que les alcanzara la riñonera con dinero que, de manera intencional, habían dejado sobre una silla, y esa acción también quedó registrada. Así, los hombres de Judiciales no sólo demostraron que “Monchi” pudo haber trucado el video exhibido, sino que ellos también pueden hacerlo con usos intimidatorios."
A ver si se entiende: con total impunidad, los canas les mostraron a los periodistas como se puede no sólo armar un video comprometedor, sino plantar evidencia en contra de alguien para vincularlo con un delito; sólo para desacreditar el video que mostró Graña.
Que eso es algo que la policía puede hacer (y más también) es cosa que se sabe desde hace mucho tiempo.
Tanto que por ejemplo lo hicieron en su momento con el video de apertura del post, con el que pretendían incriminar a Norma Castaño por vinculaciones con uno de los narcos más buscados de Santa Fe, para desacreditar su lucha contra el narcotráfico y la corrupción policial, y por la recuperación de los pibes que cayeron en la droga.
Recordemos que la participación en el montado de ese video en contra de Castaño derivó nada menos que en uno de los procesamientos firmes que tiene el ex jefe Tognoli; junto en éste caso con el ex comisario Baella.
Dimensionemos entonces los hechos: con el procesamiento y prisión preventiva firmes de Tognoli a la vista por -entre otras cosas- haber montado un video para perjudicar a alguien vinculándolo con el narcotráfico, la plana mayor de la División Judicial de la policía rosarina buscó amedrentar a un grupo de periodistas, con una demostración en vivo de que podían hacer ese tipo de cosas.
La amenaza no es sólo hacia los hombres de prensa en éste caso, sino apunta más alto; concretamente a los funcionarios del gobierno: reclaman veladamente impunidad, a cambio de vaya uno a saber que revelaciones; reales o inventadas, para el caso da lo mismo.
Una muestra esplendente de la impunidad de que gozan -y quieren seguir gozando-, y de cuanto hay de cierto en la famosa "reforma policial" que dice haber emprendido el socialismo.
Si fuera tan profunda como los funcionarios del gobierno provincial dicen (al punto que aducen que reciben amenazas por "ir a fondo") hoy mismo toda la cúpula de la División Judicial de Rosario debería estar desplazada, por la puesta en escena que montaron ante los periodistas.
De lo contrario, se comprobará que las amenazas (que recibieron los periodistas, pero tienen múltiples destinatarios) tuvieron efecto; y que en Santa Fe la policía se sigue manejando sola, y quiere seguir así por largo tiempo.
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