LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

viernes, 7 de noviembre de 2014

ALTAMIRA, CONTRA EL USO DEL MAMELUCO


Nadie decide por fuera del Frente de Izquierda (*)

Como es ampliamente conocido, el Frente de Izquierda se constituyó y se desarrolló sobre la base de un acuerdo programático y sobre un método de representación política. (y una ayudita de la ley de reforma política a la que se opusieron, porque si no se unían perdían la personería electoral por no llegar al 1,5 % de los votos) En las elecciones del año pasado, fue la única fuerza política que se presentó munida de un Manifiesto Político. Opuso al carrerismo electoral que caracteriza a los partidos o etiquetas tradicionales, (es verdad: si hay algo que no podés hacer en la izquierda es carrera. Llegás a un punto en el que invariablemente te chocás con Altamira, que te tapona todo posible ascenso); una alternativa política homogénea. El Frente de Izquierda es un frente único de un sector de los trabajadores (¿vos decís que hay trabajadores que no están ahí? ¿no le tendrían que cambiar el nombre al partido entonces? Algo así como "Partido de un Pedacito de los Obreros" ponéle) en el terreno político y electoral. Lo distingue la unidad de fuerzas contra los representantes de las patronales y el capital. Como expresión de esta homogeneidad política, estableció la rotación de los cargos electos y la gestión colectiva de las bancadas parlamentarias. Esta metodología, con independencia de su aplicación no siempre consecuente, (o sea que entonces no había taaaaanta "homogeneidad política", digamos) apuntó a solidificar ese frente único en la acción cotidiana.

La proclamación reciente de ‘precandidatos’ que se arroga la representación del Frente de Izquierda constituye una usurpación política, (¡okupas, llamen a Berni para que los desaloje!) por la simple razón de que se trata de una decisión unilateral, que solamente compromete a quien la ha asumido, dado que el método establecido del Frente de Izquierda es el acuerdo común sobre las candidaturas. (la rosca, digamos. Pero eso sí: "sin el "carrerismo electoral de las etiquetas radicionales") Esa proclamación no ha sido avalada por el conjunto de los partidos que integran el Frente. Choca abiertamente con los métodos y objetivos del Frente de Izquierda, pues lo convierte, sin consulta, en un campo de disputas, (por supuesto, si hasta acá la izquierda era un lecho de rosas de coincidencias, nunca un sí ni un no, jamás un cisma o división donde cada uno acusaba al otro de reaccionario o funcional a las patronales, nada de eso) cuando se trata, más que nunca, de fortalecer su carácter de frente único de los trabajadores. (de algunos, acordáte de lo que pusieron más arriba) Si el propósito de esa proclamación unilateral es plasmar una disputa en las Paso, (es todo con mayúscula por ser una sigla: así parece el apellido del que estaba en el Triunvirato) debería ser calificada como un ultimátum, pues incluso esta posibilidad de seleccionar las candidaturas en las Paso debe contar antes con el acuerdo de la totalidad del Frente de Izquierda. Rechazamos el ultimátum como método político admisible en el seno de la izquierda y en el socialismo. (cuando Trotsky y Lenin armaron la revolución rusa opinaban un poco distinto, te cuento) 

De todos modos, las Paso (¿son hermanas de Juan José?) son, como ya se ha probado, una primera ronda de las elecciones generales; no representan estrictamente ninguna interna. Convertirlas en tales, dentro de la izquierda, es desplazar la luchas contra los adversarios capitalistas hacia una pelea interna faccional. (y empiojar la rosca, de paso) Debilita (y mucho) el propósito de presentar al Frente de Izquierda como una alternativa de poder de los trabajadores. Destruiría el método de candidaturas comunes, rotación de cargos y gestión colectiva, (¿y la división de los tres diputados en tres monobloques a qué se debería entonces, al cambio climático?) esto porque entrega el binomio presidencial entero a la fuerza que haya obtenido el primer lugar, (o sea: Altamira tiene cuiqui que Del Caño le gane y lo deje afuera de su candidatura vitalicia a presidente) y porque la aplicación de la representación proporcional podría dejar sin representación a una o dos de las fuerzas del Frente de Izquierda en diferentes distritos. (siempre y cuando el que gane la interna le de una paliza electoral al otro; lo cual confirma que los troscos línea fundadora que escribieron estos lo que tienen es -básicamente- cagazo de perder a lo perro) Hemos advertido, en 2013, que el recurso a una interna iría acompañado por una distribución de candidaturas proporcional a los votos conseguidos. (de acuerdo con la ley de las PASO, depende de las reglas que cada alianza pacte, así que si firmaron eso al formar el FIT ¿cuál sería el problema?) Es claro que método del faccionalismo pone en peligro al Frente de Izquierda. En definitiva, admitir el ultimátum y el faccionalismo en perjuicio del acuerdo político desnuda un propósito liquidacionista.(¿como las ventas por fin de temporada, algo por el estilo?, que manera de escribir en "dificilionismo")

Nosotros, el Partido Obrero (Altamira bah, porque toda esta sanata la despertó el lanzamiento de otra candidatura presidencial, ya dijeron que les preocupa que otros "se queden con el binomio completo"), hemos advertido contra estas tendencias negativas en varias ocasiones. Luego de las elecciones de 2011, hubo un intento de suplantar al Frente de Izquierda por un “partido de trabajadores”. (pero cómo ¿no eran eso desde siempre? ¿o sea que la izquierda va por un lado, y los trabajadores por el otro? nos perdimos te cuento) Hicimos la misma advertencia ante distintos “encuentros sindicales” que incorporaban, sin acuerdos políticos claros, a fuerzas hostiles al Frente de Izquierda. (¿vos lo decís porque rosquearon con Moyano y Barrionuevo para hacer paros, o por otra cosa?) Esos “encuentros” fueron afectados enseguida por esas contradicciones (¿cuáles, la de ser trabajador y al mismo tiempo de izquierda?) y no cumplieron ninguno de los objetivos de “coordinación de las luchas” que se adjudicaron. Hemos denunciado también la usurpación de la banca por Mendoza, (¿la de Cobos? mirá que entró como vice cuando votó "no positivo", no era una banca, eh) que fuera conquistada por el Frente de Izquierda colectivamente (ah, esa banca), pero que no funciona de esa manera. (y viste, le propusieron a Del Caño sentarse un rato cada uno en la banca pero parece que en la Cámara no lo pelaron, por aquél viejo tema del diputrucho en los tiempos del menemismo) Semanas atrás, y en el marco de un intercambio de cartas entre nuestras organizaciones, (¿intercambio de cartas, todavía no llegaron al correo electrónico?) propusimos una reunión de la mesa del Frente de Izquierda, con una amplia agenda política. Esta propuesta no fue aceptada, y como toda respuesta tenemos ahora esta proclamación unilateral. Existe una línea de ruptura de los acuerdos políticos del Frente de Izquierda y de su metodología. Reiteramos esta caracterización, que fuera señalada ya varias veces. (¿antes o después de la "homogeneidad política"?)

En diversas ocasiones, la misma corriente que hoy se refugia en el ultimátum presentó como caballito de batalla un obrerismo infantil (¿postulan a un Casey Wonder, pero trosco y con mameluco?), que insistía en privilegiar las candidaturas de sindicalistas por sobre los constructores políticos y clasistas de los partidos de izquierda, ("constructores políticos" que en su vida agarraron un balde y un fratacho, como Altamira) y hasta se empeñó en que esos candidatos obreros fueran en ropa de trabajo a los estudios de televisión. (en una clara maniobra proscriptiva contra Altamira y Pitrola, que hubieran tenido que salir urgente a comprarse un mameluco porque no lo tenían disponible en su vestuario habitual. Además imagináte tomar champagne con Chiche Gelblung o ir a contestar al programa de Sofovich en mameluco, una grasada, por favor) Ahora asistimos a un volantazo: se buscan candidatos que tengan el perfil de los profesores universitarios de la española Podemos. (otra clara maniobra proscriptiva contra Altamira, que más bien podría dar para abuelito de los profesores) En la misma línea, tenemos que recordar que el Partido Obrero fue calificado de “electoralista” cuando propuso iniciar la campaña electoral de 2013 en el verano de ese año, y ahora resulta que nuestros críticos se lanzan a su propia campaña auto proclamatoria incluso antes de que empiecen las vacaciones. (¿qué pasó, les cagó las vacaciones en Buzios, algún campamento con panes rellenos y croquetas de acelga, ya tenían la autorización de la AFIP para comprar dólares y ahora lo tendrían que suspender?) El anuncio de “precandidatos” 96 horas antes de la realización del Congreso del movimiento obrero y la izquierda (¿van Moyano y Barrionuevo o ya se enfrió eso?) es una maniobra confusionista burda. Razón de más para pelear por el éxito de la convocatoria al Luna. (¿arman "100 % Lucha" pero trosco?)

Está planteada, una vez más, la defensa el Frente de Izquierda. (la de la candidatura presidencial de Altamira más bien, y a lo Caruso Lombardi: dos líneas de cinco y el colectivo adelante del arco) La transición del estadio de grupúsculo y de sectarismo, por un lado, a una fuerza revolucionaria de masas, por el otro, se desarrolla, como no podría ser de otra manera, por medio de contradicciones e incluso amenazas de retrocesos. (una valiosa autocrítica de las razones por las cuáles ustedes aun permanecen en el primer estadio, hace décadas) Para asegurar un desarrollo positivo de esta transición es necesario que cada militante y cada trabajador intervengan con una caracterización adecuada de la situación y de cada uno de los protagonistas. (algo así como: "Boludos, el candidato a presidente tiene que ser Altamira, porque mide bien en las encuestas de Berenzstein")  El núcleo de esta caracterización es que hoy, más que nunca, está a la orden del día el frente único en el campo político y electoral, (lo que está a la orden del día es que -para variar- de "único" no tienen nada, salvo el quilombo y el puterío entre ustedes) que se ha convertido en el canal de un desarrollo de la conciencia y organización de clase de los trabajadores. Advertimos que cualquier ruptura faccional del Frente de Izquierda implicará un suicidio político para quien se anime a ese despropósito. (a menos que gane la interna y se quede "con todo el binomio presidencial", que es a lo que ustedes le tienen miedo)

Es precisamente por la necesidad de reforzar el frente único que hemos luchado durante todo el año por un Congreso del movimiento obrero y la izquierda convocado por el Frente de Izquierda. (y te lo vienen a cagar 96 horas antes, lanzando una candidatura de otro a la presidencia. No podés más de gil Altamira, apagá el espiral) Es por eso también que nunca hemos proclamado “precandidatos” del Partido Obrero. Altamira recibe la calificación de "presidenciable" (desde 1983 a la fecha, cada cuatro años, antes cada seis. También recibe otras, pero menos amables) por su crecimiento en los sondeos de opinión, (esto es muy fuerte: los troscos creyendo en Poligarquía, Mandáme Fruta y el profesor Giacobbe) no por una autoproclamación de nuestra parte. (cosa que -como bien sabemos- jamás ha sucedido nunca, desde el 83' para acá) Fue, además, el candidato a presidente del Frente en 2011 (y en el 83', 89', 95', 99', 2003 y 2007) y ha cerrado todos los actos públicos, absolutamente todos, convocados u organizados por la totalidad del Frente de Izquierda. (¿o sea que todo esto es un revoleo de concheros por problemas de cartel, a ver quien cierra el acto? ¿y toda la sarasa del ultimátum, la homogeneidad poítica y todo eso adónde lo ponemos?) Es, para los trabajadores, (para algunos, lo dijeron ustedes) un constructor político de la clase (¿qué construye, la clase trabajadora? claro, ubicándose desde afuera, sin mameluco ni ropa de trabajo) y la expresión de una trayectoria infatigable (es imposible que se canse: jamás trabajó en su vida) y consecuente por alcanzar la independencia política del movimiento obrero. Su ubicación en la opinión pública popular es, incuestionablemente, una conquista política de todo el Frente de Izquierda. (¿ahora van a negar la ayudita de Rial y Chiche Gelblung para conseguir el milagro de llegar al 2,48 %? que ingratos son, eh) Es a partir de aquí que recoge el desafío de reivindicar una candidatura frente a las candidaturas ya proclamadas por los partidos patronales. ("recoge el desafío": suena a "yo no quería, pero mis amigos me obligaron a postularme", parece Ruggerito o Barceló) De diferentes modos, la mayor representatividad de nuestro partido ha sido reconocida por todos los partidos del Frente. ("de diferentes modos" no incluiría el modo más obvio y transparente: las internas, porque serían un riesgo de caer "en el faccionalismo") La autoproclamación de “precandidatos” es un claro rechazo a iniciar una campaña electoral del conjunto del Frente de Izquierda. Proclama una ruptura largamente deseada. (¿y si se daban cuenta hace rato que los otros los querían mandar a la mierda por qué se quejan de que lanzaron la candidatura 96 horas antes del acto en el Luna Park, y lo siguieron organizando igual? Se les escapa una tortuga renga con un tiro en las patas a ustedes)

El conjunto de la crisis del régimen actual -desde la economía hasta cada uno de sus partidos- anticipa que 2015 puede convertirse en un año bisagra para que la izquierda revolucionaria conquiste una base de masas. (esto ya lo leímos en algún otro lado, alguna otra vez. Ah, sí: acá mismo, desde 1917, mil veces más o menos) Sería un avance de varias dimensiones, porque más allá de la perspectiva de ascenso que supondría en Argentina, (está más fácil el ascenso de Huracán, te digo) sería una gran victoria sobre la izquierda de conciliación de clases en América Latina (epa, como quedaba feo hablar todo el tiempo de "populismo" igual que los derechosos, ahora es "izquierda de conciliación de clases en América Latina", pero una duda: ¿el enemigo de ustedes sobre el que querían triunfar no era la derecha?) y pondría fin a su hegemonía política en el movimiento obrero. (y sin necesidad de ponerse mameluco)

(*) Las negritas son nuestras, el original acá.

2 comentarios:

Q dijo...

Te imaginas un laburtante en el PO ?

ram dijo...

Acá hay una flagrante violación a los derechos fiaquísticos del sumo pontífice proletario altamira; no se puede impunemente agredirlo con palabras insultantes como "mameluco", "obrero" y otros símbolos de opresión...