Leemos en Página 12 los fondos de campaña recibidos por Reutemann en las elecciones de 2009, prohibidos legalmente y que son materia de investigación penal.
Y esto es para repensar, porque quienes la vienen de moralistas, de vamos por lo nuevo, vamos a cambiar, etc., etc., no sólo usan lo viejo sino que cometen los pecados y delitos que dicen combatir. Es como aquellos jefes de policía que salen a ostentar su lucha contra la drogra y resultan ser jefes de carteles.
En realidad, la preocupación se centra en no dejarnos engañar. Los moralinos y hombres probos por el hecho de ser instalados como tales por los medios de comunicación, son los peores.
Y si hablamos de Reutemann, hablamos de Macri, hablamos de Torres del Sel, hablamos de Saleme, hablamos de Piganata, hablamos de Martínez Kerz.
Que descansen.
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