Leemos Ámbito que publica el gráfico que reproducimos y señala a la política emisionista de Vanoli (con suba según él del 23 al 30% en febrero), en linea a las que ha tenido el kirchnerismo en los años electorales, cuyo efecto será inflacionario y disparará el dólar. Por su parte, en La Nación (por un sondeo efectuado con Todesca, Cohan, Tiscornia y Melconián) se sostiene que si bien la inflación estacional de marzo será levemente superior al 2%, luego del 1, 1,3 o 1,7% de febrero (según cada consultor), y con tendencia a estacionarse. En El Cronista también se hace referencia a la emisión monetaria en alza, y pronostican que el blue se despertará si no se achica el gasto público.
En fin, nada nuevo bajo el sol en los análisis y vaticinios de los economistas, quienes se pongan de acuerdo o no en los diagnósticos y pronósticos, siempre deben ser consideradas intencionadas sus opiniones. No nos olvidemos que trabajan para. Si miroteamos sus análisis antes del último de cuatrimestre del año pasado, auguraban un dólar a $ 9,05 para diciembre, siendo que en este marzo está a $ 8,76.
La repetida intención de nuestras páginas, es tener siempre presente que los gurúes de la economía no son maestros espirituales. Trabajan para los distintos sectores del poder real y tratan de influenciar sobre el gobierno, a fin de que no se llegue a fin de año sin cambios en el signo político para los próximos.
Y si bien ven en Scioli al mal menor, no quieren correr con ningún tipo de riesgo. Ya no apuestan por Massa, a quien ya ven desesperado y de "traigan un escribano" pasó a "no vamos a cambiar nada de lo bueno". Todas las fichas las tienen en Macri, quien es garante genuino por procedencia y contenido de las políticas que quieren para nuestro país, echando por tierra lo que llaman populismo, o sea las políticas públicas de achicamiento de la brecha socioeconómica.
Asimismo, miran con perplejidad la imagen de Cristina, que no ha caído como pensaban pese a la opereta "Nisman" del primer bimestre y, lo peor, temen una arremetida en la interna que lleve a un candidato de paladar negro a disputar palmo a palmo las próximas elecciones y con chances de ganar las generales. ¿Qué se vendrá ahora? ¿Continuarán queriendo instalar un Macri peronista? Veremos.
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