LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

lunes, 17 de agosto de 2015

PAPELONES: LA ALTERNATIVA "PROGRESISTA" DEL CARRIOTISMO


Mirá que la tenía servida eh, porque candidatos con discurso gorila sobraban; había para hacer dulce.

Sin necesidad de trosquearla, le hubiera bastado con parecerse a algo parecido al "progresismo" (si es que alguien tiene más o menos en claro que significa tal cosa), para cosechar votos "culposos" de los que aprovechaban que eran internas, y todavía quedaban por delante una o dos elecciones, para darse un "gustito" de ser "distintos" a la hora de votar un candidato a presidente.

Pero no: prefirió seguir siendo la misma de siempre, esa versión insoportable de Lilita Carrió que se clavó un par de Rivotriles.

Repitiendo todos y cada uno de los lugares comunes del gorilismo pre-ideológico (que en realidad oculta una ideología concreta): que si las cadenas nacionales, que si la corrupción "porque robar está mal y listo", que si "los que nos rompemos el lomo trabajando" (sucedáneo de "basta de negros que cobran un plan para no laburar"), que si "defendamos la independencia de la justicia (o sea, a los jueces de la servilleta de Recondo), y así.

Incluyendo hasta el toque payaseco, como el "juicio público a Boudou" -con careta y todo- con el que cerró la campaña; y la "colada" en cuanta operación se armara desde las usinas del Grupo, con Lanata a la cabeza.

Y sin privarse de ponerse todas las vacunas obligatorias que recomienda el calendario del estalihsment, desde los precoloquios de IDEA, hasta la vuelta por la Rural prometiéndole a Etchevehere eliminar las retenciones, pero eso sí: todo "desde una mirada (perdón por la gastada fácil) progresista".

Bajado el nono Binner de la competencia presidencial por "sugerencia" del Grupo, quedó en sus manos reflotar la cooperativa de pymes "progresistas", para ver si salvaban los garbanzos en el Congreso (¿o acaso alguien que no fuera Alicia Ciciliani creyó en su sano juicio que tenía alguna chance¿): bancas, chapitas, becas y contratos.

El progresismo es así: una revolución bajas calorías.

Y los resultados fueron magros: los votos apenas le alcanzaron para superar por poco más de un 1 % a Carrió en la interna de las rubias gorilas, agretas, avinagradas y depositarias de la honestidad y la decencia nacionales; que con tonito de maestra de Siruela pontifican desde el púlpito de la superioridad moral.  

Algún día habrá que definir bien en que consiste el famoso "progresismo" (sin preguntarle a un "progresista", claro, porque te responde "progresista soy yo", y se acaba la discusión), y aclarado el punto, convocar al Equipo Argentino de Antropología Forense; a ver si detecta algo de eso en éste espécimen. 

De todos modos, ojalá repunte en octubre con un par de puntos de votos radicales (de esos que todavía creen en los Reyes Magos, en la UCR socialdemócrata de Alfonsín o en que Sanz podía ser presidente), que seguramente se los birlará a Macri en tal caso.

Algún aporte positivo tiene que hacer, alguna vez.

2 comentarios:

Norberto dijo...

Difícil que el chancho chifle.
Que la llamada versión cuerda de Elisa Avelina sea útil para algo o alguien que no sea el multimierdos es muy difícil.
Nunca menos y abrazos

Unknown dijo...

Definime de la frase: los qe nos rompemos el lomo trabajando, donde entras en NOS, porque que yo sepa: vivis de la politica hace muchos muchos muuuuchos años, no. Hipocresia progresista.