EL INDISIMULABLE FRACASO DE PRAT GAY

Por A.C.

El Ministro aseguró públicamente hace unos días, que con motivo de la liberación del mercado de cambios y de la profunda devaluación que resultó su inevitable consecuencia, el mercado argentino se inundaría de dólares, provenientes de una lluvia de inversiones extranjeras y de las liquidaciones de las cosechas que las grandes cerealeras tienen retenidas hace tiempo.

El Ministro estimó públicamente en hasta 25.000 millones de dólares el ingreso inmediato de divisas, a lo que se agregaba los ingresos provenientes de la licitación prevista para obtener aún más fondos a través del Bonar 2020.

Nada de eso ocurrió. La licitación del Bonar 2020 fue declarada desierta porque no hubo inversores interesados en la propuesta de éste gobierno, como explicáramos en éste post.

Las inversiones extranjeras desde la asunción del gobierno de Macri y éste Ministro son igual a cero, y las exportadoras de cereal, que tiempo atrás compraron soja a  los productores a un dólar de $6 ($9,50 menos retenciones), hoy, con un dólar de más de $14 y una retención menor, lo que eleva sideralmente su ganancia, siguen sin liquidar la mayor parte del cereal. Es elemental. Apuestan a que el dólar siga subiendo, porque saben que ésta gestión, que generó una inflación desbocada, es incapaz  de encauzar la economía a niveles de precios estables, por lo que la divisa extranjera continuará subiendo en sintonía con los precios internos.

Por eso las cerealeras no solo no liquidan el cereal retenido, sino que toman al Ministro de estúpido. Hace algunas semanas las grandes exportadores se comprometieron a liquidar 400 millones de dólares por día, pero la liquidación diaria durante el mes de enero de 2016, en ocasiones no llegó ni al 30% de esa cifra, lo que motivó reiterados llamados desde el gobierno. La respuesta formal fue que no tienen suficiente cereal y otra serie de evasivas, aunque extraoficialmente, las cerealeras hicieron llegar un mensaje claro: solo cuando el dólar toque al menos los $18 aparecerá mágicamente el cereal y habrá entonces recién un incremento en el ritmo de las liquidaciones.

Estas realidades incontrastables -no ingreso de inversiones, no liquidación de cereales, ausencia total de oferta por bonos- demuestran que éste gobierno desconoce no solo el mercado, sino la realidad más elemental de la economía: los dueños del dinero no se mueven en base a ideologías, como éste gobierno “market friendly” ingenuamente esperaba. Ese grave error de formación, llevó al Ministro a anunciar torpemente por los medios un ingreso de divisas que nunca aconteció, ni por la alta cifra anunciada ni por ninguna otra.

Este gobierno, incapaz hasta hoy de generar reservas, recurre entonces desesperadamente al endeudamiento para obtener los dólares que el mercado y los inversores le niegan. Y para eso, tiene que someterse a condiciones salvajes, abusivas, prestando garantías desproporcionadas en función del monto y condiciones del módico préstamo, pese a los cual, algunos bancos tampoco accedieron a prestarle bajo esas leoninas condiciones, como el Credit Suisse, Goldman Sachs y Bank of America.

El Ministro había solicitado a los bancos un préstamo de 8.000 millones de dólares, pero la “confianza del mercado” no es mucha para los improvisados. Por eso, un grupo de siete bancos extranjeros (JP Morgan,HSBC,UBS, Santander, BBVA, Citigroup y Deutsche Bank) le prestarán al Banco Central solo 5000 millones de dólares, es decir que vía endeudamiento, llega solo la quinta parte de lo que el gobierno anunció que iba a obtener a través de inversiones extranjeras y liquidaciones de las cerealeras, pero que no pudo obtener .

Y el crédito es muy inconveniente para el país, ya que se toman los 5.000 millones para ser reintegrados en muy corto plazo -once meses-  y con una tasa de interés sideral de 6,7 % en dólares, en días en que la Reserva Federal de EEUU tiene fijada una tasa de interés que solo llega al 0,50% anual. Es decir que el país pagará el capital prestado y además 335 millones de dólares solo de interés en once meses.

Y por supuesto, el acuerdo incluye una cláusula por la que Argentina cede la soberanía jurídica para que cualquier controversia se defina en los tribunales de Nueva York, con jueces tan ecuánimes como Griesa.

Y como éste gobierno solo genera -hacia adentro y hacia afuera- dudas e incertidumbre, los bancos prestamistas exigieron para el desembolso una garantía desproporcionada: la entrega en garantía de títulos públicos por un valor nominal de 10 mil millones de dólares, es decir el doble del valor del préstamo.

En caso que Argentina no devolviera el préstamo, las entidades bancarias se quedarán con los bonos recibidos, que resultan el doble del valor de lo prestado. ¿Será éste el objetivo de los bancos, duplicar la inversión en 11 meses? Cabe preguntarse por eso, si no estará negociado el incumplimiento.

Porque es altamente probable, que esos 5.000 millones (dinero que deberemos devolver todos los argentinos), sean parte del capital que éste gobierno acceda a pagarle a Paul Singer y la banda de terroristas financieros que reclaman ante el Juzgado de Griesa, a causa que, como en éste nuevo préstamo, el gobierno de la Alianza a fines de los años 90, también emitió deuda cediendo la soberanía jurídica para que cualquier controversia se defina en los tribunales de Nueva York. Y ahí estamos,  bajo las terroristas exigencias de los fondos buitres en el Juzgado de Nueva York.

El Ministro, sus inexistentes logros ante el mercado, su elocuente impericia, sumado a sus infantiles anuncios por supuesto no concretados, fueron objeto de fuertes críticas también hacia dentro del universo macrista. Posiblemente, el Ministro tenga fecha de vencimiento luego del acuerdo con los fondos buitres, ya que los términos de ese acuerdo serán indefendibles ante la opinión pública, y el gobierno de Macri buscará descomprimir el descontento general con un cambio de nombre.