En
el Boletín Oficial de ayer apareció publicado el Decreto 361 (completo acá),
por el cual el gobierno sigue con su política de eliminar retenciones a las
exportaciones; resignando recursos mientras dice que le preocupa el déficit fiscal.
En éste caso les tocó a la seda, la lana y pelo fino u ordinario; hilados y tejidos de crin, el algodón, las demás fibras textiles vegetales; hilados de papel y tejidos de hilados de papel.
En éste caso les tocó a la seda, la lana y pelo fino u ordinario; hilados y tejidos de crin, el algodón, las demás fibras textiles vegetales; hilados de papel y tejidos de hilados de papel.
El decreto aparece fundado en las
facultades delegadas por el Congreso al presidente a través del Código
Aduanero, y por ende igual de “flojito de papeles” que los casos considerados
en ésta entrada y en ésta otra.
Por tal razón, deberá ser
analizado en el Congreso a través del procedimiento de la Ley 26.122, es decir
el mismo que se usa para los DNU, con un agregado: a través del nuevo decreto
Macri modifica el 133 que aun no ha sido tratado por el Congreso, pero éste ya
no está en receso, desde que el propio Macri decidió convocar a extraordinarias
para tratar los pliegos de la Corte y los de los embajadores.
Los argumentos de éste nuevo
beneficio para los sectores exportadores y resignación de recursos del Estado
son -como mínimo- curiosos: según dice el decreto, “...para el caso del sector ovino, la
existencia de los derechos de exportación en la cadena implica distorsiones y
desequilibrios en los precios pagados en la primera venta, restando
competitividad a dicho sector.”
Decimos curiosos porque atribuye las "distorsiones y desequilibrios de precios en la primera venta" (o sea del productor al acopio) a las retenciones, y no a las posiciones dominantes o monopsomios que existen en algunos mercados (el caso de la fruta es arquetípico al respecto).
Y cuando sobran los ejemplos cercanos en
los que -con el argumento de “favorecer las economías regionales”- se eliminan
las retenciones en beneficios de los exportadores, pero eso no se traduce
automáticamente en mejores precios para los productores, ni en una corrección
de las inequidades de la cadena de producción y comercialización: ahí están a
la mano los casos de la fruta en el Alto Valle, el trigo y la lechería.
Con un agravante: la eliminación de las retenciones implica
un completo acople de los precios internos con los internacionales, lo que
puede “importar” inflación (aun en caso de baja de precios, porque el
dólar sigue subiendo, y el gobierno lo deja subir); y encarecer insumos para la
industria local, en un contexto ya crítico para el sector por otras medidas
tomadas por el propio gobierno de Macri; como el encarecimiento del crédito por
la suba de tasas, y la amenaza latente de la apertura de las importaciones.
¿Significará este nuevo jubileo fiscal para los grupos
exportadores para la industria textil y de confección (que emplea mucha mano de
obra, dicho sea de paso) lo mismo que implicó la eliminación de las retenciones
al cuero para las curtiembres, como veíamos acá?
1 comentario:
preguntarle a awada x textiles ?
lo emocionante es ver las amplias movilizaciones de productores afectados... o no les toca o son mas brutos de lo que parecian en los cortes de ruta de 2008
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