DESPIDOS EN RADIO NACIONAL SANTA FE

Este lunes los trabajadores de Radio Nacional Santa Fe están de paro, por el despido de cinco compañeros y compañeras que venían trabajando hasta hoy como precarizados, a los que no se les renovarán los contratos por decisión del director de la emisora, José Zenclussen.

Tres de ellos son miembros de la comisión directiva de la Asociación de Prensa de Santa Fe, por lo que a la vergonzosa situación de fraude laboral que padecen desde el año 2010 (responsabilidad indiscutible de la gestión de Tristán Bauer al frente de RTA durante los años del kirchnerismo) se le suma ahora la violación de la tutela sindical.

Por todo eso, hay serias razones para pensar que los despidos responden a motivaciones políticas e ideológicas, y de represalia por su labor sindical en defensa de los derechos de los trabajadores de prensa de la radio y de otros medios.

No sería de extrañar tal conducta en quien -como Zenclussen- es (además de funcionario político y antes de eso, empleado de planta de la radio) empresario de medios en la ciudad de Esperanza.

Y alguien que hace poco en la inolvidable visita de Macri a Santa Fe no solo consintió sin protestar las intolerables restricciones a la labor de los trabajadores de prensa que dispuso el operativo de seguridad que rodeaba al presidente; sino que decidió hacer él mismo de movilero, para tener la oportunidad de ser en persona uno de los "escogidos" para hacerle preguntas. 

Durante el lock out de las patronales del campo del 2008 contra el gobierno de Cristina Zenclussen era el locutor oficial de los actos de la Mesa de Enlace, en los que se llamaba abiertamente a destituir al gobierno constitucional, si no se allanaba a las exigencias de los agrogarcas. 

Nunca sufrió por eso ningún tipo de sanción o represalia de las autoridades del gobierno de entonces, a la que muchos no vacilaban en calificar como una dictadura, siendo un gobierno democrático elegido por amplísima mayoría.  

Años después tuvo su premio, con la dirección de la radio de la que también es empleado, y a la que acaso haya ingresado hace tiempo, también de la mano de una gestión política. 

Claro que él es como tantos que, cuando logran pasar a la planta permanente y tener estabilidad laboral, parece que cruzaron el Jordán purificador, y protestan contra los "nuevos" que llegan.

En los meses que lleva de gestión, Zenclussen jamás atendió a los trabajadores que venían trabajando precarizados, ni para tratar su situación laboral, ni para conversar con ellos sobre la propuesta comunicacional de la radio.

Cuando los delegados del gremio le exigieron razones de los despidos, dijo por toda respuesta que "la radio era inescuchable", y en parte tiene razón: por su decisión (o acatando las directivas emanadas de Hernán Lombardi desde Buenos Aires), la FM dejó de funcionar con programación propia, y repite la emisión porteña.

Como tampoco dio jamás orientación alguna respecto a lo que quería hacer con la radio, no cabe otra conclusión que presumir que los despidos son por razones ideológicas, y que Radio Nacional Santa Fe correrá el destino que tenía antes del 2010, y que ya están teniendo los medios públicos en todo el país con el gobierno de Macri: ir desapareciendo progresiva y paulatinamente.

Es casi lógico: incluso visto desde una perspectiva política, el que tiene todo el aparato de medios privados a su disposición, no necesita de los medios públicos. Pero los trabajadores no tienen la culpa, ni de eso ni de haber sido precarizados durante años.

Hoy les toca al "Turco" Claudio Cherep, a la "Negra" Romina Mansilla (quien nos acompaña en "Y nadie hace nada" por FM Chalet), a Sole Mizerniuk, a Alejandro Brittos y a Javier Gatti. No son empresarios de medios, sino laburantes que viven de su trabajo como cualquiera de nosotros; y por sobre todo, buena gente.

Por eso -entre otras razones- vamos a estar el lunes a las 10.30 en la puerta de la radio en la movilización que organiza la Asociación de Prensa para reclamar por la marcha atrás en los despidos. Los esperamos.

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