Sobre la operación de las compañías aéreas "low cost" en el Aeropuerto Internacional de Rosario, leemos: "El comienzo del nuevo año trajo importantes novedades para el Aeropuerto Internacional de Rosario “Islas Malvinas”, algunas buenas y otras no tanto. Por un lado, una nueva aerolínea confirmó que iniciará operaciones desde la terminal aérea santafesina. Se trata de la compañía “ultra low cost” Flybondi que volará hacia tres nuevos destinos, Salta, Iguazú y Tucumán, a partir de marzo y abril. En tanto, la devaluación del peso continúa afectando al sector y la brasileña Azul tomó la decisión de dar de baja la ruta que conecta Rosario con Porto Alegre, Brasil.
Sin embargo, el impacto del salto cambiario en la venta de tickets aéreos empezó a notarse en los últimos números de noviembre. En ese mes, la cantidad de pasajeros en el Aeropuerto Internacional de Rosario (AIR) disminuyó 10% respecto al mismo mes del año anterior, según un informe del Banco Municipal de Rosario. Esta brecha negativa, que se acentúa en los últimos meses, se explica por el menor movimiento de personas en vuelos internacionales, con una tasa de crecimiento de cabotaje apenas perceptible que no compensa la disminución en el movimiento internacional de pasajeros.
De acuerdo al informe, de no remontar los vuelos internacionales en los meses de verano y, dado que los vuelos de cabotaje son menos frecuentes en los meses de calor, es previsible que la actividad en el Aeropuerto de Rosario siga en caída. Pero Azul, no sería la única que ajuste su plan de rutas en Rosario, ya que en los últimos días circuló fuerte la versión que Avianca, podría recortar los vuelos que opera diariamente hacia Aeroparque. La crisis que atraviesa Avianca Brasil -que se declaró en bancarrota-, empieza a afectar también al resto de las filiales de la empresa colombiana, y es por eso que la aerolínea no sólo puso suspenso su expansión en Rosario -había anunciado un vuelo a Córdoba- sino que analiza dar de baja frecuencias hacia Buenos Aires. Una decisión que se conocería en las próximas semanas y que atenta contra las intenciones del Aeropuerto de Rosario de fortalecer la cobertura de cabotaje, en un panorama complicado para el flujo de pasajeros al exterior." (las negritas son nuestras) (*)
En varias oportunidades hemos analizado acá la decisión del gobierno de Macri de favorecer una política "de cielos abiertos", favoreciendo el ingreso de compañías "low cost" al mercado aéreo local para explotar tanto rutas de cabotaje, como internacionales.Y amén de las implicancias delictuales del asunto (por los vínculos notorios existentes entre algunas de esas empresas y funcionarios del gobierno, incluyendo al propio Macri) y de las dudas razonables que generan estas empresas por las condiciones de seguridad en que operan, nos preguntábamos si el negocio era sustentable en el tiempo; y si existía una demanda insatisfecha tan amplia como para justificar que se revolearan permisos de explotación de rutas a diestra y siniestra, a un punto u otro del país.
La cuestión es que, en cuanto a los aeropuertos santafesinos (Fisherton y Sauce Viejo) concierne, en entusiasmo macrista por las "low cost" fue ampliamente compartido por el gobierno provincial: veíamos acá, acá y acá como la gestión de Miguel Lifschitz lleva invertidos más de 1800 millones de pesos en mejoras en la infraestructura de ambos, de los que más de 1400 millones se gastaron en el aeropuerto rosarino,cuya actividad nos cuentan ahora viene en caída, y seguirá así. Repartiendo además las obras entre el "club" de empresas amigas (como hicieron con el Plan Abre), y sacrificando partidas para otros fines más prioritarios, como la construcción de cloacas.
De parte de un gobierno que al mismo tiempo decide no subsidiar los servicios públicos esenciales (luz, transporte) para compensar la caída de los subsidios nacionales, se trata de mucho más que de una decisión desafortunada: es un verdadero desplifarro, en una provincia con inmensas necesidades.
Sin ir más lejos, por estos momentos el norte provincial está en gran parte cubierto por las aguas, y el gobierno de Lifschitz anuncia como una gran inversión que se giraron 8 millones de pesos a 48 municipalidades y comunas afectadas: algo más de 166.000 pesos para cada una, lo que es lo mismo que nada; o menos que un stand de la provincia en Expoagro.
Y el mismo orden de prioridades se refleja en el presupuesto provincial: mientras se contemplan apenas $ 141.242.000 para obras de defensa y protección contra inundaciones en los departamentos del norte de la provincia, hay asignados $ 712.922.000 para obras en el aeropuerto de Rosario, o sea más de 5 veces más. Esperemos que por lo menos no se inunde. Tuit relacionado:
¿Vos decís entonces que el gobierno de la provincia tiró 1800 millones de pesos en obras en los aeropuertos a la basura?:https://t.co/3bqpXxCOd9— La Corriente K (@lacorrientek) 12 de enero de 2019
(*) A contrapelo de las dificultades por las que empieza a atravesar el sector, la misma nota nos informa que desembarcará en Rosario Flybondi, la más controversial de todas las "low cost". Algo muy sugestivo si se repara en que se la empieza a asociar crecientemente con los turbios negocios del narcotráfico, como cuenta acá en detalle el "Pajaro" Salinas en su blog. Por suerte en Rosario no hay nada que temer al respecto, ¿o no?
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