Y nos quieren vender al coso éste como modelo de gestión de "la nueva derecha moderna y democrática que se preocupa por la salud pública", para a su vez vendernos a Larreta como nuevo buzón presidencial originado en CABA, después de De La Rúa y Macri: https://t.co/UKW0pU6H9I
— La Corriente K (@lacorrientek) March 4, 2021
El núcleo del discurso de la "nueva derecha moderna y democrática" con la que se entusiasmó Natanson consistía en entrarle a la política tradicional desde una presunta asepsia ideológica, de gente preocupada por los problemas concretos de la gente, que no se enredaba en discusiones teóricas bizantinas y que iba a los bifes, ocupándose de resolverlos. Algo parecido a la "utopía gestiva" de la que habló algún sanatero que soñaba con "la superación peronista del kirchnerismo" en alguna revistibia.
La idea es, por supuesto, un engañapichanga: nuestra derecha -que no es ni moderna ni democrática. ni de cerca- es la más ideológica de las fuerzas políticas en el más puro sentido de la expresión; y al mismo tiempo la más consecuente en la representación política de los intereses económicos y sociales que expresa.
Pero además está muy lejos de ser eficiente: baste recordar el desastre al que condujo al país "el mejor equipo de los últimos 50 años" en todo lo que no tenga que ver, precisamente, con tutelar esos intereses, e incluso a veces, conspirando contra ellos.
Pensemos por ejemplo en los empresarios que apoyaron fervientemente el nuevo experimento neoliberal, y vieron desmoronarse el valor de sus empresas, o los sectores de clase media que soñaron con progresar, y terminaron retrocediendo en nivel de vida, consumo y expectativas como consecuencia de las políticas macristas.
Hoy tenemos un ejemplo más cercano y concreto a la mano, y es la desastrosa gestión de la pandemia y sus consecuencias por parte de Horacio Rodríguez Larreta y su ministro de Salud, el que sin embargo es presentado por los medios como un brillante gestor, y se la pasa dando consejos a los demás sobre como actuar en la emergencia, como parte del dispositivo de instalación de su candidatura en la CABA.
Y como parte también de la instalación de la imagen "presidenciable" de Larreta, al que por supuesto nos quieren vender de nuevo como "un gestor que se ocupa de los problemas concretos de la gente, y no pierde el tiempo en roscas y discusiones políticas". Por supuesto que, sin el descomunal blindaje mediático de que goza -regado con abundante pauta publicitaria- todos descubrirían que el rey, en realidad, está desnudo.
Ni hablemos si a la gestión sanitaria de la pandemia del PRO en la CABA la juzgáramos desde sus propios parámetros teóricos (la eficiencia en la gestión), y la comparásemos con ese lente con la gestión de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires, frente al mismo problema, con un territorio y población mucho mayores, y con menores recursos.
Pierden por paliza, como también pierden por paliza con Gildo Insfrán, y sin embargo los medios y hasta la propia Corte Suprema de Justicia están más preocupados por lo que pasa en Formosa, que por lo que ocurre en sus propias narices, en la ciudad de Buenos Aires.
Nuestra derecha vernácula (la real, la del poder efectivo) se enancó en el disparate de la autonomía porteña introducido por Alfonsín en la reforma del 94' (para que lo terminaran aprovechando otros) para vendernos sendos buzones electorales, en forma de Jefes de Gobierno porteños "prestigiados por la eficiencia en la gestión", como presidenciables: De La Rúa primero, y Macri después; con los resultados conocidos, en ambos casos.
Hoy, como si nada hubiera sucedido y apostando a que el blindaje mediático que provee aporte a la amnesia colectiva, está repitiendo el mismo esquema con la candidatura de Larreta. ¿Podrán volver a venderle otro buzón porteño a buena parte del pueblo argentino, o habremos aprendido la lección?
Ojo, aliados no les faltan para conseguirlo, como el peronismo de la derrota del PJ Capital que ocupa posiciones claves en el gobierno por su cercanía al presidente, que llamó "amigo" a Rodríguez Larreta, y se dejó llevar de las narices por él en varias cuestiones, como el retorno a las clases presenciales sin garantizar las condiciones adecuadas. Tuit relacionado:
O la nación asume directamente la tarea de vacunar en la CABA, o envía a otras provincias las dosis que deberían ir ahí, y le pide a Larreta que devuelva las que no usa. Porque los muertos se los van a facturar a Alberto, dado que el Guasón está blindado.
— La Corriente K (@lacorrientek) March 4, 2021
2 comentarios:
Natanson, columnista de "El Ministerio de la Verdad", propiedad, entre otros medios, del Encargado de Edificios Empresario que preside el PJ CABA, cuna política de Alberto.
Y agarrate: Natanson es jefe de redacción del Dipló la edición regional de Le Monde Diplomatique que edita Hugo Sigman (gran amigo del quetejedi) a través de la empresa Capital Intelectual.
Publicar un comentario