Tremendo, ahora resulta que la política cambiaria de la Argentina es una especie de ornitorrinco económico, al que los cráneos del BID no saben donde ponerlo, porque desafía todas las categorías.
Y -según nos cuenta Clarín- por eso no lo incluyen en el informe, al igual que a Venezuela: lógico, la chavización alcanza hasta a las estructuras y categorías de la ciencia económica, dando por tierra con todos los manuales.
Pero lo raro del caso es que -en el mismo informe- analizan como están paradas las economías de América Latina para soportar los efectos de la crisis internacional, y llegan a la conclusión que (analizando las políticas fiscales) "la Argentina tiene el mismo margen para aplicar políticas contracíclicas que en el 2007".
Es decir que podría inyectar recursos a la economía para sostener el nivel de actividad, ante la desaceleración que provoca la crisis.
En la misma situación estarían Venezuela (el otro de la familia de los ornitorrincos) y Brasil; mientras que -por ejemplo- mejoraron su situación al respecto comparados con el 2007 (estarían mejor preparados que entonces para contrarrestar los efectos de la crisis) Uruguay (uno de los alumnos modelo) y Bolivia (uno del eje del mal).
Por el contrario, entre los que están peor que en el 2007 para hacerle frente a la crisis, figuran dos que siempre nos ponen como ejemplos (en más de un sentido): Chile y Colombia; junto con Ecuador (otro del eje de los recontra malísimos, según los libros).
¿No será hora de qué esta gente -tan afectos a los análisis y los pronósticos- tiren los manuales que han venido usando hasta ahora?
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