MAJUL PREFERIRÍA QUE CRISTINA SE RASQUE EL HIGO

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Por qué prevalece Cristina

Por Luis Majul, periodista

Hay algo sobre la Presidenta y su grupo de seguidores incondicionales que no termina de comprender la oposición y la mayoría de los críticos del gobierno: ellos decidieron dedicar sus vidas completas para mantenerse en el poder y pasar a la historia. (ah, y pasar a la historia depende nada más que de lo uno decida, avísale a Sanz entonces, que se bajó de la candidatura presidencial a los 10 minutos de lanzarse) Ese voluntarismo extremo, esa religiosidad política, es lo que los hace distintos, y difíciles de enfrentar y derrotar. Igual que el ex presidente Néstor Kirchner, Cristina Fernández vive para y por la política. (en cambio el resto vive “de” la política, que es otra cosa) Y desde que El murió, Ella encontró en el ejercicio del poder una variante todavía más irresistible.

Ahora la jefa de Estado sabe que no tiene ningún límite para hablar, en público y todo el tiempo, sobre ella misma, sin que semejante muestra de yoísmo sea considerada un gesto de desequilibrio emocional. (pasa que ya le decían loca de antes, digamos que mucho no cambiaba la cosa) Durante el último discurso de apertura de sesiones, además de amenazar la independencia del poder judicial, de empalagar con cifras infladas, (depende: si son las de la inflación, estarían desinfladas) manipuladas o tomadas de una manera que hacen aparecer a la Argentina como Suecia, la jefa de Estado se la pasó haciendo referencias sobre su propia persona, y llegó al clímax (epa, picarón, ¿qué estás sugiriendo, viene por lo de Baltasar Garzón?) cuando sugirió que también era responsable de que en la Argentina hubiera aumentado en un año la expectativa promedio de vida. No hay nada más que se pueda decir sobre su defensa al memorándum de entendimiento con Irán, (¿y por eso no decís nada?) los falsos datos sobre los niveles de pobreza, indigencia o aumento del salario mínimo vital y móvil, (si son todos falsos, ¿por qué no das vos los verdaderos, o decís de donde sacarlos?, así es facilísimo Luisito, no era que no ibas a decir nada porque no había más nada que decir??) el silencio sobre la creciente inflación, la tragedia de Once o la responsabilidad del gobierno nacional sobre la inseguridad. (si hablaba de todo eso, el discurso duraba ocho horas, y se iban a enojar más)

Tampoco sobre la deplorable transmisión televisiva que se hizo. Ya lo habrán visto: como si fuera una entrega de los Martín Fierro, (o de los Oscar, con Michelle Obama incluida) a los amigos les avisaban que los estaban por poner en el aire; y a los enemigos los mostraban comiendo o cabeceando (porque estaban comiendo o durmiendo, ¿o las imágenes eran trucadas?, agradecé que no lo tomaron a Lozano cuando se sacaba un moco) y como si fueran responsables de las tropelías políticas que Cristina le iba adjudicando a la oposición.  (pasa que por lo general, eran responsables de esas tropelías) Me dio vergüenza ajena  (¿porqué, propia no tenés?) ver como Juan Manuel Abal Medina y Darío Grandinetti cambiaban de expresión cuando sentían que la cámara los empezaba a enfocar. (como cualquier cholulo, digamos, pasa que Grandinetti es actor, viste; pero pará un cachito: el párrafo anterior empezaba diciendo “”No hay nada más que se pueda decir” y éste con “Tampoco”, o sea que no tenías nada que decir de la transmisión, pero escribiste un montón de eso, ponéte de acuerdo) Y también me dio mucha tristeza cuando la Presidenta mencionaba a fieles y opositores, cuando todo el mundo sabe que ninguno tendría la oportunidad de responder, dialogar o contradecirla. (es que es el discurso de la presidenta en el Congreso, no una sesión de la Cámara Majul, leé la Constitución, ahí está) Todo, desde lo mínimo, hasta lo máximo (¿Kirchner?) y más delirante, (¿vos, te volviste kirchnerista?) está puesto al servicio de quedarse en esta gran maquinaria millonaria que es el Estado. (¿por qué "ésta", vos también estás adentro, conseguiste pauta también, o Macri te blanqueó en el gobierno de la ciudad?)

Y todo, desde lo, en apariencia, menos relevante, (¿como tus columnas?) hasta lo más decisivo, ahora pasa por el filtro de Ella, igual que antes nada se hacía si la decisión no la tomaba El. Desde el futuro de Marcelo Tinelli (decisivo, estructural diríamos) y su Gran Cuñado hasta la facturación de Cablevisión, Clarín, Canal 13 y el resto de su grupo de medios. (¿Cristina determina cuánto deben cobrar o lo que facturan?, avísale a Magneto que compró acciones del Grupo y lo está cagando) Desde los bonos de YPF hasta la vida privada y pública de Ricardo Lorenzetti, el resto de los miembros de la Corte, los jueces Federales (en el caso de Oyarbide, la privada también es pública) y cualquier integrante del Poder Judicial que se haya atrevido a fallar contra un deseo de la Presidente, o un funcionario al que ella decidió proteger. (¿qué pasa con todo eso, que hace Cristina con eso?, que sintaxis espantosa tenés Majul, volvé a la primaria) Ella, pero también su grupito de fieles, (que somos unos doce millones, más o menos) lo han dicho hasta el cansancio: no hacen otra cosa que vivir para el poder. (¿así lo dijeron?, que boludos) Ellos le llaman militancia, pero el cristinismo es la mayor corporación de poder que se conoce desde 1983, cuando se restauró el sistema democrático. (ay Majul, que escaso sentido del ridículo que tenés)

Los que trabajan para sucederla son más ‘normales’ (¿Carrió por ejemplo?) y, en general, tienen una vida más allá de la política. (o creen en una vida más allá, como Carrió) Mauricio Macri, más allá de su innegable deseo personal de ser Presidente, (un deseo inconstante: le va y le viene, cada cuatro años) hace todo lo posible por compartir tiempo con su esposa, Juliana Awada, y su hija más chica, Antonia. (sí: le cambia los pañales y todo, es de la única cagada de la que se hace cargo, lástima que Cristina no le puede cambiar los pañales a Máximo) (A propósito: el haber mostrado una y otra vez al hermano de Juliana, el excelente actor Alejandro Awada en el Congreso, es otro de los datos que muestran que la cobertura televisiva del acto no fue nada inocente). (es verdad, estuvieron flojos, sobre todo considerando lo que es capaz de hacerles Macri a sus cuñados, pregúntale al que escuchaba por teléfono si no) El ex gobernador Hermes Binner, es una persona austera y sencilla, que tiene a su familia como absoluta prioridad (sí, entre divorcio y divorcio, le queda tiempo para ocuparse de la familia) y a la política como una pasión, pero no descontrolada. (Binner lo único que tiene descontrolados son los esfínteres, y el celular, que le dispara tweets sin sentido) El gobernador Daniel Scioli necesita, cada tanto, desenchufarse (¿qué es, un Khoinoor?) o viajar, porque la presión a la que lo somete el cristinismo le genera un estrés del que la mayoría de los mortales no está debidamente informado. (pero para eso estás vos tontín, que tenés acceso a información inaccesible “para la mayoría de los mortales”) José Manuel de la Sota es un veterano de la política, pero tiene un espacio para ir al cine o a comer con amigos. (y a la peluquería, a retocarse el quincho) Sergio Massa, otro animal político digno de analizar, (y de morderle pauta, aunque haberle dicho "animal" no sea una muy buena carta de presentación que digamos) le presta mucha atención a sus hijos, (los filma todo el día, con las cámaras de seguridad que les puso en los dormitorios) porque forma parte de una generación que ubica a la familia entre sus prioridades. (Macri, su representante más genuino: sin ir más lejos, quiere saber todo el tiempo con quien hablan por teléfono, y que dicen en las conversaciones) Pero Ella no. Solo vive para esto. Los que se imaginan a la presidenta dedicando su tiempo a otro hombre que no sea Néstor Kirchner no tienen la menor idea de lo que es su vida real.(avisále entonces a Darío Gallo, que reprodujo en Clarín lo del supuesto romance con Baltasar Garzón) Y los que suponen que cada vez que viaja a Río Gallegos a ver a su hijo o a la casa de Calafate que construyeron con Néstor lo hace para desconectarse o darse un baño de afecto familiar es porque jamás la vieron en acción un fin de semana.(vos tampoco, pero fabular no te cuesta nada, ya llevás como 10 libros de fábulas, con 500 páginas cada uno) “Cristina fatiga el teléfono tanto o más que Néstor. Y tiene en vilo a todo el mundo, porque su radio de acción incluye a la comunicación política”, me dijo un ex ministro que la conoce muy bien. (Alberto Fernández, blanqueálo, que ya todos sabemos que es él)

Incluso, cuando se comparan los discurso de Ella con los de Scioli (que habló del último disco de Pimpinella, y algo dijo del optimismo y las buenas ondas) y los de Macri, (mucho no se le entendió, porque tiene como una papa en la boca) queda muy claro hasta dónde está dispuesta a llegar la presidente en su proyecto ‘fundacional’ (ah, ¿o sea que después de escucharlos a Scioli y Macri, la gente pensaría en seguirla votando?) y cuáles son los objetivos de quienes gobiernan la provincia de Buenos Aires (pagar el aguinaldo)y la Ciudad. (poner el Metrobus hasta en el cementerio) Cristina Fernández ha dado comienzo al año más importante de su vida política y personal. (¿personal, más importante que cuando se casó, tuvo los hijos o se recibió de abogada, qué sabés vos de lo que depara el futuro en lo personal?) El año cuyas elecciones servirán para definir si su mandato se termina en diciembre de 2015 o si tiene espacio y posibilidades de soñar con la eternidad. Como para Ella y su pequeño círculo de religiosos (¿los cardenales del cónclave?) este es un asunto de vida o muerte, jugarán un juego sin reglas, o irán cambiando el reglamento de acuerdo a su pura conveniencia trascendental. (¿en qué quedamos, es pura conveniencia o es trascendental?) Comprender esto cuánto antes será crucial para la oposición. (dáles tiempo, no son lo que se diga rápidos como vos los muchachos) Nadie está sugiriendo que para competir y ganar se empiecen a poner al margen de la ley o de las mínimas normas éticas. (ah, que suerte, porque toda la columna hasta acá indicaba que eso era justamente lo que estabas sugiriendo) Sin embargo, quedarse sentado esperando que la inflación, la Constitución, el periodismo crítico o los jueces independientes le pongan los límites que el resto de la sociedad no le puede colocar es una ingenuidad. (menos cuando ni te podés quedar sentado, porque tenés el upite ardido a votos, ¿parece o la palabra en que pensaste primero que “ingenuidad” era “pelotudez”?) Dentro de un rato, nomás, se realizarán las Primarias Abiertas y Simultáneas. (menos mal que les avisaste: ya están yendo para las escuelas a votar temprano, para evitar las colas) Y los únicos que tienen los fiscales suficientes para controlar los votos son el Frente para la Victoria o el Estado, que en este momento vendría a ser casi lo mismo. (claro, y no hay justicia electoral, ni presidentes de mesa, ni nada salame; al final sos igual que Lavagna que habla de fraude al voleo, lo que deja claro lo que no querés decir porque contradice todo lo que venís diciendo hace más de un año: si se vota mañana, les volvemos a romper el ocote)

(*) Las negritas son nuestras, el original acá.