Aunque ahora pasó de moda hablar todo el tiempo de Clarín, leemos en El Cronista una interesante noticia; que da cuenta que las acciones del Grupo subieron en la bolsa un 40 %, en apenas dos días.
Y lo atribuyen a dos circunstancias: el resultado de las PASO con la pérdida de votos del kirchnerismo, y las noticias que llegarían desde la Corte por el postergado fallo sobre la ley de medios.
Desde ya que el domingo las elecciones salieron como salieron no por culpa de Clarín sino por errores propios del gobierno; y desde ya también que lo que hay que mejorar de acá a octubre tiene que ver con la gestión, con las cosas que no se hacen bien desde el gobierno y con los temas que le preocupan a la gente en su cotidianeidad. Y desde luego que ahí tiene que poner el gobierno todas sus energías.
Sin embargo una cosa es ser autocríticos, y otra zonzos; y así como en el 2008 nos quisieron hacer creer que la oligarquía terrateniente se había evaporado en el aire y ya no existía (justo cuando se conjugaban las circunstancias económicas para que perviviera, y fuera más poderosa que nunca), no sea cosa que ahora -en el marco de la autocrítica- quieran que demos por concluido el conflicto con el Grupo, justo -pero justo, vea- cuando entra en su instancia de resolución final; al menos en los tribunales.
Los "mercados" leyeron a su modo (siempre lo hacen) el resultado de las elecciones del domingo, y leyeron bien: una declinación política del kirchnerismo (el famoso "fin de ciclo") se traduciría en un aumento exponencial de las posibilidades de Clarín de sobrevivir a la ley de medios y sus cláusulas de desinversión; conservando intacto su entramado de medios.
Dicho de otro modo: tienen claro -y es real- que fuera del kirchnerismo, nadie más en el tablero político está muy interesado que digamos en desguazar al multimedos.
Luego la nota aclara que en realidad lo que "los mercados" vieron como positivo (además del resultado electoral) es que la Corte siga dilatando su fallo, en éste caso con el recurso de la audiencia pública: una forma pudorosa de decir que han leído también esa decisión como una vaselina para ir preparando el terreno a un fallo acorde a los intereses de Clarín; que sería por otra parte lo lógico políticamente, consistente con la naturaleza del "poder tribunal", y con la conducta de la propia Corte cuando se trata de causas que lesionan intereses económicos (en general), y en el tratamiento de la ley de medios, en particular.
Si no se sintieron apurados a resolverla en favor de la validez de la ley cuando Cristina obtuvo el 54 % de los votos, menos lo harían ahora, con los resultados del domingo. Esa es la lectura de los hombres de la Bolsa, que además podrán estafar a ingenuos, pero boludos no son: tienen acceso a información calificada, no disponible para el común de los mortales; como la usan o cuando se la guardan, es otra cuestión.
De todos modos, el hecho sirve para ilustrar por el ejemplo lo que el otro día decía Cristina de los titulares y suplentes, o como se entrelazan los acontecimientos de la política, con el mundo de los negocios. A ver si algún ingenuo todavía cree que las elecciones solo influyen en como queda conformado el Congreso.
Pone además de manifiesto la sanata de la cruzada por la libertad de expresión que dice sostener Clarín contra los embates del gobierno: el mayor daño que le puede hacer al Grupo su ya larga pelea con el kirchnerismo no tiene que ver con la credibilidad, sino con los balances.
Cuando nos enteramos de estas noticias, la cruzada moralizadora de Lanata desde el poder de fuego de todos los medios del Grupo queda expuesta en su verdadera finalidad: influir políticamente, para defender negocios.
Del mismo modo que, vista desde la óptica del gobierno, el enfrentamiento con Clarín es más una puja de naturaleza política, por el espacio de autonomía de la política frente a los poderes fácticos (sobre lo que hablaba Cristina el otro día, y da para un análisis más largo en otro momento), que a una cruzada por la democratización de la comunicación audiovisual; aunque ese sea un legítimo reclamo de muchos sectores de la sociedad, que la ley de medios pretendió vehiculizar.
Nos dice el artículo que la ANSES (y por ende el Estado, o sea todos nosotros) se vería beneficiada con el repunte de las acciones de Clarín, porque tiene el 9 % del paquete accionario. Lo que no dice es que hace dos o más ejercicios económicos que el Grupo se niega a distribuir utilidades entre los accionistas, como represalia por la ofensiva estatal; de donde se sigue que el beneficio sería virtual.
El argumento central del Grupo en la causa por la ley de medios se centra en que las cláusulas de desinversión le imponen un daño económico porque si las cumpliera, se vería obligado a operar en una escala menor (desprendiéndose de licencias excedentes) que harían inviable su subsistencia; como una especie de reivindicación del derecho al monopolio, o al abuso de posición dominante.
Por absurdo que parezca, el mamarrochoso fallo de la Cámara en lo Clarín y lo Rural no sólo les da la razón, sino que les aporta argumentos (en lo que el reclamo estaba flojito, dicho por la misma Corte); al sostener que hacer inviable al Grupo en términos económicos (por obligarlo a desmantelarse desinvirtiendo) es atentatorio contra su libertad de expresión: verdaderamente conmovedor.
Si la tendencia de la cotización de las acciones del Grupo sigue así hasta el 28 (día de la audiencia en la Corte, y del cumpleaños de Clarín), sus abogados podrían alegar presentando los extractos de la cotización de las acciones en la Bolsa, y decir ("a contrario sensu", como dicen los abogados) "¿vieron, que sin el kirchnerismo y la ley de medios a nosotros nos iría mucho mejor?".
3 comentarios:
Excelente.
Una verguenza. Aunque me pregunto si un fallo en contra del gobierno podría despertar al electorado y mejorar la elección en octubre. Por dos motivos: 1) Que el pueblo se empiece a desayunar vulnerable. 2) La clásica simpatía hacia el más débil.
Como la Corte convoca a audiencia, HAY QUE IR.
EL 28 DE AGOSTO ABRAZO A TRIBUNALES.
El Colo.
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