LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

jueves, 29 de agosto de 2013

DESAFÍOS Y PROYECTOS ALTERNATIVOS


Leemos en la tribuna de doctrina que la oposición insistiría con convocar una sesión en el Congreso para discutir los cambios en Ganancias, y acá De Mendiguren plantea lo mismo, como para que el gobierno demuestre que no es una medida electoralista.

Es curioso: los tipos que hicieron campaña en las PASO con bajar el impuesto a las Ganancias (y mal no les fue), dicen ahora que el gobierno lo hizo, para ganar en octubre; en fin.

Pero lo verdaderamente interesante son las propuestas, que nos recuerdan cuando impulsaron el 82 % móvil, sin decir de donde salía la plata para pagarlo.

Porque uno puede coincidir por ejemplo con retocar Bienes Personales (subiendo el "piso" desde el que se paga el impuesto), a condición de que aumenten las alícuotas para los que lo sigan pagan, tanto para compensar ingresos, como para que el sistema sea más justo. Si no, es joda.

O con eximir a los monotributistas, siempre que se pase el peine fino y se determine cantos de elos no deberían ser pasados de oficio a pagar Ganancias, porque facturan más de lo que declaran. 

O con establecer por ley un mecanismo de actualización periódica del mínimo no imponible de Ganancias, siempre que no sea ajustándolo por inflación.

Y no por una cuestión de discutir que índice inflacionario se toma, sino porque sería la forma más sencilla de habilitarles a las empresas pedir lo mismos para ajustar por inflación sus balances, y licuar lo que tienen que pagar de Ganancias.

O lo que es lo mismo, darles a los formadores de precios la excusa perfecta para seguir alimentando el proceso inflacionario.

Sería bueno saber -por ejemplo- si la oposición propone ajustar el mínimo no imponible de Ganancias dos veces al año, por la misma fórmula que votaron en contra en el 2008 para establecer la movilidad de las jubilaciones y pensiones.   

Y que alguien le avise a Zabalza (que a lo mejor ese día no fue, o se quedó dormido) que la presidenta puede retocar el mínimo no imponible sin necesidad de una ley, porque el Congreso la facultó para eso por el artículo 4 de la Ley 26.731 (ver acá).

Pero lo más lindo de todo es que cuando La Nación les pregunta como votarán el proyecto (que sí debe ir al Congreso) para gravar la distribución de dividendos y la compra de acciones o bonos que no cotizan en bolsa: ninguno contesta, y Prat Gay dice que no serían necesarios, porque la mejora decretada por Cristina tiene financiamiento porque se viene recaudando de Ganancias más que lo previsto en el presupuesto.

Con lo cual omite que el 20 % está afectado a la seguridad social y forma parte de la formulita de movilidad de los haberes jubilatorios, y que también crecen los gastos del Estado, de los que por ejemplo la seguridad social es casi el 40 %.

Un modo elegante de oponerse a la única medida progresista concreta que está en danza y puede ser aprobada (porque la impulsa el oficialismo), mientras la caretean con otras medidas supuestamente recontraprogres, que saben que no saldrán.

Pero eso sí: el oportunismo electoral corre exclusivamente por cuenta del gobierno. 

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