Por A.C.
Más allá de los innegables logros del proyecto nacional iniciado en el año 2003, que transformó un país desvastado por la incapacidad y la inoperancia de aquellos que hoy desde una oposición impotente, reclaman diálogo y consenso mientras insultan y agreden, todos los días siguen pasando cosas.
Más allá de las decisiones históricas tomadas por el Gobierno Nacional, como la política de desendeudamiento, la recuperación de las paritarias salariales, las políticas para la inclusión social, la inversión récord en educación, el reconocimiento de derechos previsionales, la política de derechos humanos o la recuperación de YPF, por citar algunos hitos de un Gobierno de transformación social y económica sin precedentes en los últimos 60 años, hay razones más cotidianas y elementales, materialistas, prácticas, con una dimensión diferente, que explican el voto de la gente.
Porque este Gobierno tiene una virtud fundamental: no se recuesta sobre los muchos logros y cambios conseguidos en una década, no vive del pasado, sino que trabaja permanentemente para consolidar los progresos conseguidos y orienta su política para generar a futuro las condiciones que permitan continuar en éste camino de crecimiento y de inclusión. Y eso mucha gente lo percibe día a día, cada uno en su actividad, en su empleo, en su cotidianeidad, y eso pesa, porque como sostenía un tal Juan Domingo, la víscera más sensible es el bolsillo.
Y en el marco de una política que sigue generando día a día condiciones de crecimiento y de inclusión, una actividad clave como la construcción registró en el mes de Julio un gran incremento, con un crecimiento del 13,2% en la comparación anual, según el Indice Construya (IC) difundido en Agosto. El IC mide la evolución en venta de insumos (cemento,cal, ladrillos, aceros, carpintería de aluminio, cerámica y pisos). El aumento de demanda de materiales originado en el plan de viviendas Pro.Cre.Ar, la continuidad de la obra pública y el reacomodamiento del sector inmobiliario a los cambios en el mercado cambiario, explican el nivel de la actividad. Gustavo Weiss, de la Cámara de la Construcción, aseguraba publicamente que “el repunte de la actividad se consolidó”.
Los plazos fijos en pesos depositados en el mes de Julio, registraron un crecimiento rècord de 10.300 millones, un 44% más respecto de igual mes del año anterior, según informó el 8 de agosto el Banco Central. El notable incremento operò tanto en las colocaciones llamadas mayoristas ( más de un millón de pesos), como en las minoristas, manteniéndose asì el permanente crecimiento de los depósitos a plazo, incremento iniciado a mediados de 2012, cuando se implementara la restricción a la compra de moneda extranjera para atesoramiento.
Estas colocaciones están también estimuladas por un aumento de la tasa de interés, por lo que el monto de depósitos a plazo se ubicó por encima de los 200.000 millones de pesos. De esa masa de dinero existente en las entidades bancarias, éstas deben por disposición del Banco Central, destinar un porcentaje al otorgamiento de créditos para actividades productivas, mientras el acceso al crédito, se incrementa a un promedio del 40 por ciento interanual.
Y si las colocaciones bancarias crecen, si los inversores minoristas incrementan sus depósitos, esto tiene una sola causa: una evidente recomposición en los ingresos de la población, una redistribución que se refleja en una mayor capacidad de ahorro, impensada hace una década en vastos sectores de la población asalariada o cuentapropista.
En relación a los intereses que se obtienen por estas colocaciones (alrededor del 18% anual), y para quienes desde los medios esgrimen la pulverización del ahorro por efecto inflacionario, sería interesante que tomaran (los números del INDEC no, por supuesto) pero sì algunos índices provinciales, como el de IPEC, Instituto Provincial de Estadìstica y Censos de Santa Fe, que arrojò una medición de variaciones de precios de Marzo 2012 a Marzo 2013 de un 14,73%. Reitero: 14,73%. Los operadores seriales por la devaluación del peso, esgrimirán seguramente, que el instituto del gobierno opositor santafesino fue invadido por técnicos del kirchnerismo.
Màs allà de los eternos profetas del estallido económico, profetas que están cumpliendo felices diez años en su fracasada especialización, los índices de la actividad siguen mostrando una realidad muy diferente a los vaticinios apocalípticos.
En consonancia con èste sistemático crecimiento de la economía, los cambios pueden observarse también en el sector más careciente, a través del índice de hogares con necesidades básicas insatisfechas (NBI).
Este índice mide entre otros parámetros, las condiciones habitacionales inadecuadas o insuficientes (viviendas precarias, piezas de pensiones), deficiencias sanitarias, niños en edad escolar que no asisten a ningún establecimiento educativo, limitaciones o imposibilidad para generar un ingreso acorde con las necesidades del grupo familiar, familia con un solo miembro con ocupación y deficiente remuneración por bajo nivel educativo. Si un hogar presenta alguna de estas necesidades, el grupo y todas las personas que lo componen, se consideran dentro del índice de NBI.
Desde el 2003, se estàn reduciendo año a año los hogares con NBI, y en estos diez años, la reducción fue mayor que en las dos décadas precedentes: 36,2 por ciento. Ya en el año 2010, y por primera vez en la historia argentina, el porcentaje de hogares con NBI no alcanzó a las dos cifras, y hoy se encuentra en el 9,3% del total de hogares.
La Asignación Universal por Hijo y su complemento con la exigencia de escolaridad, los planes federales de viviendas, con nuevas unidades o para refacción, ampliación y mejoramiento de las existentes, o el programa Fines, para reducir la población adulta con bajo nivel educativo, fueron medidas importantes para reducir la pobreza estructural , y están estrechamente vinculadas a la reducción de los hogares con NBI.
En otro sector de consumo, nos encontramos con récords de ventas de autos cero kilómetro y con una industria automotriz que año a año incrementa su producción, sus inversiones y sus exportaciones.
Mientras tanto, el postergado e incomprendido sector del “campo”, con una cosecha récord de 105 millones de toneladas, nos muestra en el segundo trimestre de 2013, un aumento del 97,3% en la venta de maquinaria agrícola respecto del mismo período del 2012. Del total de estas ventas, el 76 % se fabricó en el mercado interno, mientras que en el año 2004, solo el 54% de la maquinaria agrícola era de industria nacional.
El incremento de las ventas y la tecnificación de la actividad agrícola, se apoya en créditos muy accesibles que otorga Banco Nación para la adquisición de sembradoras, cosechadoras, tractores e implementos, con tasas anuales fijas de un dìgito, entre el 5 y el 9%.
Esta es la realidad económica, y algunas de las ventajas que las medidas de un Gobierno focalizado en la producción y el empleo, ofrece a los distintos sectores.
Para pensar este domingo, que tenés más tiempo y el Clarín viene más gordo.
Mejor para prender el fuego para el asado.
Para pensar este domingo, que tenés más tiempo y el Clarín viene más gordo.
Mejor para prender el fuego para el asado.
1 comentario:
Como diría Pinki Lavié,
-"es esto o abrimos un club de trueque!";
-"es esto o usamos patacones!";
-"es esto o la salida es Ezeiza!"
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